ADVERTENCIA: Contenido sensible.
Aiden.
52 horas.
Mia llevaba desaparecida 52 putas horas.
Estaba desesperado.
April, Sam y Sue intentaron consolarme y me pidieron que guardara la calma, pero simplemente no podía.
¡¿Cómo iba a guardar la calma si la chica que amo está desaparecida?!
La policía había instalado unos dispositivos de rastreo en todos nuestros celulares en caso de que los secuestradores llamaran.
La señora West había sufrido un infarto al enterarse de que habían secuestrado a su hija. Ahora estaba con nosotros, pero debía mantenerse bajo cuidados y constantemente medicada porque su corazón no soportaba emociones fuertes.
—Aiden, vas a rayar el suelo —comentó April porque no paraba de caminar de un lado a otro debido a mi estado nervioso.
—¿Por qué no llaman? —pregunté, frustrado.
—La policía dijo que debíamos conservar la calma —me recordó mi hermana.
—La calma ni la calma. ¡A la mierda la calma! Cómo se nota que no es la novia de ellos la que está desaparecida.
Sam lucía muy afligida. Aún no había pasado un año, pero Mia y ella se habían vuelto grandes amigas. La verdad es que Sam nunca se llevó bien con otras chicas. Siempre tuvo amigos hombres, así que valoraba el doble la amistad de Mia.
Carter también estaba aquí.
Nuestra amistad no había vuelto a ser la misma, pero conservaba la esperanza de que volviéramos a ser los de siempre.
Él estaba con los codos apoyados en las rodillas y las manos entrelazadas.
Sam y Carter estaban sentados juntos en el sofá y de vez en cuando se miraban o lanzaban sonrisas reconfortantes mientras apretaban el hombro o la mano del otro.
Últimamente se veían más cercanos.
¿Será que ya te diste cuenta, amigo?
No podía preguntarles porque Carter y yo ya no éramos fieles confidentes y Sam definitivamente no me hablaría del chico al que se tiraba.
Sue y la madre de Mia estaban en la habitación de esta última porque ella no podía estar muy tensa.
Mis pensamientos se estacionaron en mis amigos unos efímeros segundos y luego toda mi preocupación e impotencia regresaron.
¿Quién cojones podría querer secuestrar a Mia?
Piensa, Aiden.
Ella no viene de una familia adinerada, además de que han pasado un montón de horas y ni una llamada.
El objetivo de los secuestradores no debe ser el dinero.
Pero, ¿quién querría lastimarla? Ella es muy pacífica y las chicas que sé que la odian no se atreverían a llegar tan lejos.
ESTÁS LEYENDO
Todo lo que siento
Teen FictionPerseguida por los fantasmas de su pasado, Mia West perdió la motivación para vivir, volviéndose temerosa y solitaria. Por azares del destino conoce a un chico que revivirá todos los sentimientos que ella creía enterrados. Aiden Thunder vive en un...