Capítulo 20

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Entro a mi casa, echando humo por las orejas. Los mellizos, con su carácter travieso, habían decidido gastarnos una broma a Jayden y a mí. Por eso estábamos cubiertos de pintura de pies a cabeza.

Escucho sus risillas mientras suben por las escaleras. Les aseguro que su diversión no va a durar mucho...

Para mi sorpresa, Jayden parece estar muy tranquilo. Diviso a mi madre en la cocina y me dirijo hacia ella.

Ella me mira de reojo, pero continúa con lo suyo.

- Supongo que fueron los mellizos - dice con seguridad, observando a Jayden de arriba abajo - Debes ser el amigo de Madie que Bryan asustó.

- No diría que me asustó, solo quería evitar problemas. Mucho gusto, soy Jayden.

Mi madre estrecha su mano con gusto.

- Eres valiente si no te dejaste intimidar por mi hijo. Perdón por eso.

- No hay problema, si tuviera una hermana, probablemente sería igual.

- ¿No tienes hermanos? - pregunta curiosa.

- No, soy hijo único - responde cortésmente.

Nunca me había dado cuenta de que no sabía nada sobre Jayden. No sabía cuáles eran sus gustos, sus sueños ni nada acerca de su familia.

Si mi vida era un secreto, la suya era un misterio...

- Quería hablar contigo.

Mi madre me mira con una ceja arqueada.

- Está bien - acepta, limpiándose las manos.

Nos dirigimos a la sala, pero justo cuando estamos a punto de sentarnos, mi madre nos interrumpe.

- ¡Espera! ¿No piensan llenar el sofá de pintura?

- ¡Ups! Se me olvidó por completo - me doy cuenta de que Jayden todavía tiene el guarda ropa lleno de pintura y frunzo el ceño al ver que nuestra ropa sigue húmeda.

- Ven, apuesto a que Bryan tiene ropa que te pueda quedar - tomo su mano y lo guío hacia la habitación de mi hermano mayor. Rebusco en su armario y le paso algunas prendas que le deben servir. Luego lo llevo al baño para que se duche.

Entro en mi habitación y voy al baño para darme una ducha. Al salir, envuelta en una toalla, busco qué ropa ponerme. Justo cuando estoy lista, escucho un carraspeo detrás de mí. Me giro y veo a Jayden apoyado en la puerta.

- ¿Cuánto tiempo llevas ahí? - pregunto horrorizada al pensar que podría haberme visto desnuda sin darme cuenta.

- Menos tiempo del que me hubiera gustado - se encoge de hombros - Tranquila, no vi nada. Acabo de entrar - levanta las manos en señal de inocencia y frunzo el ceño - Bueno, tal vez te vi sin camisa, pero juro que no vi más. Lamentablemente, llegué tarde.

Realmente no tiene remedio.

Al bajar, encontramos a mi madre esperándonos, con una pierna cruzada sobre la otra.

- Está bien así - comenta viéndome - ¿De qué querías hablar, cariño?

- Desde hace tiempo he tenido...

- Has tenido... - me anima a seguir.

- He querido saber de mi pasado, y al principio pensé en dar por vencida y dejarlo atrás, hasta que Jayden se ofreció a ayudarme y descubrir quién era - hablé tan rápido que tuve que tomar una bocanada de aire al terminar.

- Me imaginé que algo así te pasaba - se encogió de hombros.

- ¿En serio? - cuestioné incrédula.

Lo Desconocido del ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora