Capítulo 17

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Jayden...

Me quedé junto a Madie hasta que se quedó dormida, y luego me fui, dejando atrás mi suéter favorito. Por alguna razón, sentí la necesidad de que ella tuviera algo mío.

De repente, el teléfono sonó, asustándome. Fruncí el ceño y me estiré para alcanzarlo en mi escritorio.

- ¿Hola? - Contesté.

- ¡Hombre! Me tienes abandonado - La voz de mi mejor amigo Joshua hizo que rodara los ojos. - ¿Qué te tiene tan ocupado que ni siquiera me mandas un mensaje para decir que sigues vivo?

- Sabes en qué estoy ocupado, es obvio - respondí. - Volver al instituto es horrible, empezar desde cero... No digo que todo sea malo, pero no es lo mismo que cuando uno ya está adaptado.

- Claro, amigo, te entiendo - carraspeó. - Espero que no hayas hecho lo que creo que hiciste. Por favor, dime que no lo hiciste.

- No lo hice - afirmé, diciendo lo que él quería escuchar.

- ¡Jayden!

- Tu lo pediste.

- Te vas a meter en un gran problema...

- Lo sé, y no me importa.

- Que no te importe es lo que más me preocupa - exhaló, imaginándolo frotándose las sienes. - ¿Al menos dime cómo te va con esa chica Madie?

Una sonrisa automática se formó en mi rostro.

- Solo somos amigos - respondí. - Pero es muy ingeniosa, no tiene miedo de decir lo que piensa. También puedes notar que es alguien en quien puedes confiar, siempre está ahí para ti. A veces, guarda sus propios problemas para no molestar a los demás...

- Suena como una chica apasionada - interrumpió.

- No podría haberlo expresado mejor.

- ¿Qué piensas hacer con ella? - preguntó después de un largo silencio.

- ¿Hacer? Mi misión es simple: ayudarla... No veo qué más podría hacer.

- Eso ya lo has dicho. Pero, ¿qué intenciones tienes con ella?

- Solo somos amigos - respondí con obviedad.

- ¿Quieres quedarte solo en esa posición? ¿Quieres seguir siendo solo su amigo?

Quedarme solo como amigo... No niego que coqueteo constantemente con ella, pero ambos sabemos que no lo hago con ninguna otra intención más allá de ser amigos.

Estoy a su lado porque quiero que descubra todo por sí misma, eso es mi deber. Y aunque no fuera así, aún así la ayudaría.

- Joshua, deja tranquilo al pobre Jayden. Perdón, amigo, no es personal. Lo dejaron caer cuando era pequeño, no hay remedio - noté cómo Cameron se involucraba en la conversación. - Por tu silencio, puedo notar que estás confundido, aunque no lo quieras admitir. No pienses en lo que sientes, solo deja que los sentimientos fluyan por sí mismos. Ahí te darás cuenta.

- Tus consejos hasta me dan ganas de enamorarme - suspiró Joshua en tono burlón.

- Ya quisieras tener una media naranja.

- ¿Para qué quiero unas medias naranjas? - cuestionó confundido.

- No hablo de medias, hablo de tu media naranja... ¿Nunca has oído hablar de eso?

- ¡Ah, ahora entiendo! Pero no quiero ser una simple naranja. ¡Mejor un limón salvaje!

- Ustedes me estresan, mejor me voy - comenté antes de colgar la llamada.

Lo Desconocido del ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora