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- ¿Quieres un poco más de té, cariño?

- No - sonrió amable - Muchas gracias

- ¿Quieres más galletas? - insistió ella

Seungcheol miraba como su abuela se desvivía por atender al pelirrojo. Su abuela era una mujer muy arraigada a la educación tradicional. Donde existía el machismo, donde la mujer no valía nada... Y donde los hombres que gustaban de otros hombres era lo peor que le podía pasar a una familia. Creyó que al llevar a Jeonghan a su casa, ella lo rechazaría, de ese modo la idea de sentirse atraído a él se acabaría por completo. Seungcheol podía contar con los dedos de sus manos las personas que realmente importaban en su vida, la primera siempre sería su abuela, decepcionarla era lo peor que podría hacerle, ella era la única razón por la cuál su vida seguía teniendo sentido. Su pensión alimenticia era lo único que los mantenía a flote, ella insistió en que podía pagar una escuela de arte si eso era lo que a él lo hacía feliz. Quería presentarle a una buena chica y que su abuela supiera que su vida era increíble gracias a ella. Pero fuera de sus amigos, sólo había llevado a Jeonghan, y al parecer, le encantaba su presencia. No dejaba de elogiar su bonita piel y cabello y lo lindo que lucía cuando se amarraba una coleta

Su plan había fallado.

Ella parecía adorar al pelirrojo. Desde el primer momento en que lo vio, sus ojos se abrieron como un lindo cachorro viendo a su dueño llegar. Se presentó ella misma y lo invitó a sentarse para merendar té con galletas

- Abuela, tenemos que ir a estudiar

- ¡Ah, sí! - dijo ella saliendo de su trance - ¡Lamento interrumpir! ¡Vayan! ¡Yo limpiaré todo!

- Gracias, Señora Choi - Jeonghan hizo una reverencia

- Puedes decirme abuelita - sonrió ella

- ¡¿Qué?! - gritó Seungcheol llamando la atención de ambos - ¡No!

- No seas celoso, Seungcheol - regañó ella en tono serio - Hannie puede llamarme abuela también

- Ah - dudó Jeonghan - Gracias...

- Abuelita - siguió ella esperando a que la llamara de ese modo

- Abuelita... - dijo forzado. Pero al ver la sonrisa de la anciana. Volvió a sonreír también

- Vámonos, muñequita - dijo desapareciendo en el pasillo y quejándose en el camino

🌹🌹🌹

Seungkwan sentía miedo. Un miedo diferente a cualquier cosa que hubiera sentido antes. No un miedo similar al que sentía cuando cantaba en público, no un miedo similar al que le daban las alturas... Sino un miedo a no saber qué hacer, cómo continuar... Un miedo, a ser descubierto como el chico inexperto que era. Un miedo a no ser suficiente para él. No era tan guapo como Jeonghan, no era tan inteligente como o millonario como Wonwoo y en definitiva no tenía la presencia de Seungcheol. Él sólo tenía su voz.

Pero en esos momentos, su voz no servía más que para soltar pequeños gemidos que querían intensificarse.  Las manos grandes de Vernon sostenían su cintura con fuerza, sus cuerpo no alcanzaban a rozarse del todo, pero Seungkwan quería más contacto. Estiró sus brazos rodeando mejor el cuello del profesor Chwe, y este lo entendió de inmediato. Lo acercó hasta él para que pudiera sentir su hombría ya bien despierta

- Ah... - lanzó bajito. Vernon sonrió entre besos. Lo miró lleno de sonrojo y se separó enfrentando sus ganas de arrancarle la ropa y hacerlo suyo sobre alguna mesa en el taller - Perdón - dijo recuperando la compostura - No lo haré de nuevo

FLOWER (Seventeen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora