FLOWER (Seventeen)

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- Wonwoo - llamó Jeongyeon mientras él leía bajo la sombra de un árbol de cerezo - Él está aquí otra vez

- Dije que no quería verlo - respondió sin levantar la vista de su lectura

- Sí, eso dijiste las últimas dos o tres semanas, aún así sigue viniendo

- Por favor, dile que se vaya

- ¿Quién es él? - ella se sentó a su lado de forma amistosa y Wonwoo entendió que no se iría a menos que consiguiera algo de información a cambio. Cerró su libro y la miró con una sonrisa

- Era mi amante

- ¿Qué cosa?

- Tal como suena. Yo era su amante. Él tenía una novia o algo como eso, pero también me veía a mí. Lo conocí porque era mi entrenador de básquet, cuando me enteré de ella todo se fue a la mierda, terminaron y el quiso volver conmigo, pero yo estoy bien solo. Fin de la historia - terminó con una sonrisa falsa

- Y si ya estás bien... ¿Qué más da verlo?

Wonwoo sólo sonrió. Había sido atrapado

- Dile que se vaya... - repitió con menos fuerza

- Bien - ella se puso de pie y se fue sin decir nada más

Wonwoo lanzó su libro al césped y se desacomodó el cabello. Mingyu en serio lo estaba llevando al límite, enviando cartas, algunas frutas y postres que él disfrutaba comer. Visitando el centro cada día sin falta, suplicando porque en algún momento él quisiera verlo. Parecía que su desgracia lo perseguía, ya lo había perdonado, pero el dolor de alguna forma no quería ser liberado, entonces el perdón que le había concedido era falso. Lo dijo por decir luego de tener sexo nuevamente en los vestidores, tal vez en ese momento ni siquiera quería hacerlo, porque su mente y corazón ya pertenecían a alguien más

Miró al cielo y vió las nubes pasar de prisa, siendo arrastradas por el viento, como si estuviesen llegando tarde a algún lado

- Que suerte tienes - habló viendo al sol a través de las hojas del árbol - Puedes ver a Jeonghan desde donde estás... Puedes sentirlo y seguirlo a todos lados...

- Wonwoo - insistió una vez más

- Dije que no...-

- Son los padres de Jeonghan - dijo con un tono serio

Wonwoo se incorporó con una sonrisa, que se borró cuando vió el rostro preocupado de Jeongyeon

- Algo pasó.

🌹🌹🌹

¿Cuántos días habían pasado ya? No lo sabría con exactitud hasta que no saliera de la habitación oscura y dejara de revivir la misma escena que se había repetido desde que el pelinegro se fue. Nadie lo entendería nunca, porque él tampoco era capaz de entenderse a sí mismo después de de tanto tiempo. En esos momentos se sentía como una porquería, algo inútil, algo innecesario, que al contrario, sólo causaba dolor. Wonwoo estaba lejos por su culpa, Seungcheol se había ido por su culpa, seguramente sus padres lo estaban por su culpa. Comenzó a caer en picada sin detenerse, nadie podría detener su montaña rusa, nadie vendría a subir junto a él a empezar un nuevo viaje, y la verdad era que, Jeonghan deseaba estrellarse al final. Quería que todo terminara de una buena vez, no había una sola cosa que deseara más que dejar de sentir. Dejar de sentir esa lucha interna entre su mente y cuerpo, mientras su cuerpo le ordenaba a gritos y con insistencia que clavara más agujas, su mente y corazón le suplicaban que se detuviese, le gritaban que dolía... Que querían parar y llorar en los brazos de alguien, pero no cualquier alguien, querían a Seungcheol.