FLOWER (Seventeen)

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- Gracias por acompañarme - dijo el pelirrojo - Te pagaré el taxi, no te vayas

- No es necesario - lo detuvo antes de que abriera la puerta - Sólo quiero asegurarme de que entres, me iré después de eso - sonrió dulce

Jeonghan odiaba admitirlo, pero la compañía de Seungcheol le agrada, le gustaba estar con él. Desde el momento en el que lo protegió en la escuela hasta ese preciso momento se había quedado a su lado. Comenzaba a acostumbrarse a su piel, a su perfume, a su voz gruesa y a su calor. No quería volver a esa casa para estar solo

- ¿Tienes que irte? ¿Puedo ir contigo? - preguntó ansioso, casi suplicando que no lo dejase solo

Él abrió sus ojos sorprendido por su repentina propuesta. Tuvo que ocultar sus ganas de sonreír

- ¿Te sientes mal? ¿Vamos al doctor?

- No... Es que... - miró hacia sus manos y comenzó a jugar con sus dedos - No me gusta estar solo... Antes creía que sí, pero...

- ¿Quieres ver una película? - propuso dándole fin al vergonzoso discurso de Jeonghan. Éste abrió los ojos lleno de emoción y asintió varias veces con la cabeza

- ¡Sí quiero!

- Pero de miedo no - aclaró entrando a la casa

- Entonces no quiero nada

- Podemos jugar videojuegos

- Eso me gusta más

🌹🌹🌹

Minghao estaba centrado en la tarea de Joshua. Aprender coreano era una cosa, pero el inglés era un nuevo reto que requería de toda su atención. Con tantos proyectos finales ni siquiera prestaba atención en clase. Pensó en pedir asesoría a Jeonghan pero ahora que el director lo había enviado a casa solo tendría que estudiar por su cuenta.

Todo había ido increíble los primeros minutos. Hasta que Jun entró a la habitación y se acercó sin hacer mucho ruido. Primero masajeo sus hombros y para Minghao fue suficiente señal de lo que quería. Pero él no tenía tiempo para sexo, tenía que estudiar

- ¿Qué haces, amor? - preguntó el acariciando sus hombros

- Joshua nos va a hacer examen en unos días, estudio

- Tú nunca estudias

- Siempre hay una primera vez - dijo ignorando las manos que se querían colar bajo su camisa

- ¿Quieres ayuda?

- No, gracias. Haz tu trabajo

- Recién terminé

Jun se agachó hasta besar sus hombros y cuello, sus manos resbalaron por el abdomen de su novio, buscando su miembro sin ninguna vergüenza

- Jun, estoy ocupado. En otro momento - dijo suave

El mayor lo ignoró y comenzó a estimular su hombría por encima de la ropa

- ¡Jun! - gritó poniéndose de pie - ¡Por favor! ¡Estoy ocupado!

- ¿Quién demonios te entiende? - se defendió - Primero dices que no hago nada contigo y cuando quiero acercarme te molestas

- ¡El sexo no es cuando tú quieras y puedas! - gritó - ¡Yo también tengo responsabilidades! ¡Igual que tú! ¡Y no no estoy a tu entera disposición!