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- ¡JAE! - gritó frenético golpeando la puerta con la punta de su pie - ¡JAE! ¡AYÚDAME! ¡POR FAVOR! ¡JAE!

El hombre se levantó de prisa corriendo a la puerta, no tuvo tiempo de preguntarse por qué el mocoso pelinegro llamaba a su puerta tan temprano. Cuando la abrió, el corazón se le fue al suelo.

Seungcheol tenía lágrimas que lo recorrían hasta la garganta. Podía ver el miedo materializado en sus ojos, su cuerpo temblaba. En sus brazos... Jeonghan estaba convulsionando.

- ¡AYÚDAME, POR FAVOR! - suplicó apretando los ojos y dejando salir aún más lágrimas

- ¡Bájalo ahora! - gritó lleno de miedo - ¡¿Qué demonios pasó?!

Seungcheol se hizo a un lado cuando Jae lo tuvo en sus brazos. El llanto no lo dejaba ver, hablar o pensar con claridad. Esa mañana despertó solo en la cama, escuchó pequeños ruidos en el baño y sonrió dirigiéndose allí. Lo que pintaba como un gran y nuevo día se arruinó al ver la imagen de Jeonghan retorciéndose dentro de la tina de baño. Las drogas estaban regadas por todo el piso, jeringas, pastillas, cigarrillos... todo estaba ahí. Lo primero que hizo fue cargarlo y llevarlo con Jae. Su cabeza estaba en blanco y no tenía idea de qué hacer.
Lo depositó con cuidado sobre el piso, Jeonghan seguía temblando sin control alguno, era obvio que no estaba consciente

- ¡Llama a un ambulancia! ¡Ahora! - Seungcheol salió corriendo por el pasillo - ¡Hannie! ¡¿Qué te pasa, conejito?! - preguntó sosteniendo su mano

Jae se aseguró de que su cabeza no se lastimara. Dos segundos después Jeonghan comenzó a vomitar y Jae lo colocó de costado para que no se ahogase. Las convulsiones se detuvieron y Jae se detuvo a inspeccionar su respiración. No estaba respirando

- ¡Jeonghan! - intentó llamarlo - ¡Maldita sea!

- ¡Vienen en camino! - gritó Seungcheol corriendo a ellos - ¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué haces?! - se tiró a llorar a su lado

- ¡Si sólo vas a llorar vete de aquí! - le gritó - Vamos Hannie - dijo iniciando el RCP - ¡Vamos Hannie! - Él no respondía - No me hagas esto conejito... Sé fuerte...

Seungcheol se recargó en la pared y fue resbalando hasta quedar sentado. Jae no detenía las compresiones en su pecho y Jeonghan tampoco reaccionaba. Era increíble pensar que esa persona era la misma con la que horas antes había compartido cama. Jeonghan era el mejor ejemplo de que una sonrisa en el rostro no significaba felicidad, que una gran casa no era sinónimo de riqueza, que una familia talentosa, no le tenía la vida resuelta

Jae dejó de hacer compresiones, lo único que Seungcheol pudo escuchar luego de eso, fue su llanto y su voz llamándolo conejito.

🌹🌹🌹

Minghao despertó con un terrible dolor de cabeza. Deseó no haber despertado para empezar el domingo como una pesadilla. Su boca estaba seca y lo obligó a salir de la comodidad de su cama. Caminó fuera de la habitación encontrándose con un olor delicioso rondando en la casa.

Jun estaba en la cocina, moviéndose de un lado a otro como si fuera un profesional del arte culinario. Minghao se recargó en el marco de la puerta y sonrió para observarlo durante unos segundos más sin que se diera cuenta

- ¡Ah! - lo descubrió - ¡Buenos días! ¿Cómo te sientes?

Minghao caminó hasta él y lo abrazó por la espalda

- ¿Qué tal te fue anoche? Bebiste demasiado ¿Verdad? - siguió cocinando y no se percató de las lágrimas que comenzaban a brotar de su joven novio - No te preocupes bebé, yo voy a curar tu resaca

FLOWER (Seventeen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora