Make me smile again~ (Jim lake y tu)

Capítulo 38

- Narra ____ -

Y le inserte el dardo.

.....

Bueno eso hubiera querido.

- ¡Hey! ¡Me está doliendo! - Me queje. James agarro mi muñeca a centímetros de su cuello e inspecciono el dardo.

¡Los odio reflejos de 500 años!

- ¿Y por qué me querías drogar? - preguntó a secas y frunció en ceño, como si mi acción le hubiera dolido más que cualquier otra

- No estas diciendo la verdad - ataque - Te fuiste y vienes con la excusa de "iba de paso y me perdí en su aldea" ¡Que tontería!

Jalo mi brazo lejos de nuestras caras, para poder discutir y verme a la cara.

- ¿Que tengo yo que explicarte a ti? - espeto - tengo misiones aparte, no todo debe rodear contigo. Yo tengo cosas que no debo explicar.

- ¡Ese es el problema! - replique- Somos un equipo. Si andas de chusma haciendo todo solo, me largo de aquí con mis amigos porque venimos a ayudarte, pero por lo visto es inútil con un necio como tú

Pareciese que todos de mi alrededor habían desaparecido o decidido no intervenir, capaz por el Aura que ambos hermanábamos, dos argumentos que chocaban iguales que rayos en tormenta.

- No confías en mi - concluyó él. Negué

- Confió en ti, pero tú no en mi - contradije. Sentí como su mano apretaba más mi muñeca, a tal punto que empezaba a dolerme de verdad.

- Si te dijera, no te podría proteger - hablo - No pudiste con esos Mutsivis, ¿como crees que te haya ido con los que custodian la aldea?

Ahí está otro problema.
El que enciendo mi caldera.

- ¿Y por qué crees que necesito que me cuides?

Solté su agarre y fui por mi capa que le había quitado a Serena, para dirigirme a la salida e irme a la superficie.

(....)

- << lo lamento ___, pero no pagaste a tiempo, un cliente se los llevo anticipado >> - aclaró el hombre al otro lado de la línea.

Suspire pesadamente mientras tachaba de mi lista ese inciso.

- ¿Y el recargo que hice antes? - pregunte

- <<Se le será devuelto, a menos que desee cotizar otros, con un descuento por los inconvenientes >> - sugirió

Mala idea, pensando que no tendría lo suficiente para seguir pagando, como el anterior.

- Que se me sea devuelto, gracias - y colgué. Vi mi celular, sin nada interesante en que concentrarme, solo las notificaciones que me llegaban.

Entre una de esas, Melanie me escribió, preguntándome si iba a ir a entrenar hoy. Deje el celular en la mesa y vi la ventana, buscando que las nubes que pasaran me dieran paz.

Había decidido no ir a entrenar algunos días, siendo hoy, el cuarto día que no voy al mercado.

No perdía las clases en mis sueños, solo me saltaba las del Mercado, que se han vuelto de simulaciones más que nada.