Me bajé del coche y fui corriendo a los brazos de Tom.
- Tranquilo.- murmuré- Estoy aquí contigo.
- Nos ha abandonado, Dal.
Le di una sonrisa triste.
- Lo superaremos. El tiempo lo cura todo.
- No tengo a nadie más, Dal.- dijo entre sollozo y sollozo- Ni siquiera sabía su nombre real. Solo me dijo el que le dio la MN.
- Me tienes a mi- dije ignorando su último comentario.
- ¿Tu sabes su nombre real?- insistió.
Suspiré.
- No sé si es buena idea que te diga quien fue en realidad.- Si la MN descubriera que sabe su nombre real probablemente le pasaría algo malo. Muy malo.
- Por favor.- suplicó- ella lo era todo para mí.
- está bien- murmuré- Se llamaba Melissa. Mellisa Jackson.
- Es un nombre bonito. Tenía cara de Melissa- dijo con añoranza.
Reí por lo bajo.
- Nos levantamos del suelo? Me estoy congelando el culo y creo que no siento las piernas.
- Oye!- dijo ofendido- No soy tan gordo.
Y siempre es así. En los peores momentos haciendo bromas de mierda para quitarle hierro al asunto.
- ¿Quieres un helado?- le pregunté.
- ¿En pleno invierno?
- Para el helado no hay estación.
- Venga pesada. Vamos a por nuestro helado.- dijo tirando de mi brazo.
- ¿De vainilla? - pregunté.
- Siempre.
(...)
- Me puedes llevar a mi casa? - pregunté cuando nos acabamos el helado.
- Claro, pero primero límpiate la boca, cochina. La tienes toda manchada de helado.
Me limpié rápidamente. Qué vergüenza.
- te sigue quedando un poco aquí- dijo señalándose una parte de la boca, indicándome donde me había manchado.
- ¿ya?- pregunté.
- te sigue quedando- dijo- Espera que te ayudo.
Acercó poco a poco su mano a mi boca. Su dedo rozó suavemente la comisura de mi boca, causándome escalofríos por todo mi cuerpo.
¿qué me está pasando?
- Ya está- susurró cerca de mi cara.
- ¿Seguro?
- Espera, aún te queda un poco aquí- y juntó sus labios con los míos.
¿Me estaba besando?
Sin poder evitarlo le seguí el ritmo. Movió sus labios al compás de los míos. tenía los labios tan suaves...
Esto no está bien. No debo besarle. Es mi mejor mejor amigo
Pero se siente tan bien.
De repente me apartó de un empujón - Esto es un error. Un gran error. No debí besarte. Lo siento.- murmuró.- Esto no es justo para Kiera, digo, Melissa.
- No pasa nada- Una parte de mi se sintió tan bien cuando me besó. En cambio, la otra parte sabía que esto no tenía que pasar, pero eso no quita que me hubiera hecho daño su comentario. Esa verdad duele.
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Demasiados Secretos
AksiyonEl pasado de Ashley es como su sombra. Una sombra dolorosa. Aunque se intente deshacer de ella, esconderla, olvidarla, le será imposible. El dolor siempre la acompañará. Pero, a veces, hay que recordar que una sombra requiere luz. Una historia donde...