Hace ya más de 2 horas que había aterrizado el avión. Me encontraba en un hotel en un barrio de mala muerte, pero era necesario ya que no quiero que me encuentren en menos de un día.
(...)
Una vez ya haberme organizado todo lo que tenía que tener, bajé a recepción para preguntar por la biblioteca más cercana.
- A dos manzanas de aquí te encontrarás una.- dijo la recepcionista.
- Gracias.
Salí del hotel y caminé hasta la biblioteca. Busqué algún sitio donde no hubiera mucha gente y me senté en el ordenador más cercano y empecé a mirar los institutos más cercanos que había por la zona en la que me alojaba, pero no encontraba ninguno que no estuviera a 6 manzanas de allí.
Lo primero de todo, sé que suena raro que después de huir quiero apuntarme a un instituto. Es lo más normal dada mi edad. Y lo segundo, tendría que empezar a buscarme una casa. No pienso andar todas las mañanas más de 5 km.
Cuando encontré un instituto más o menos aceptable, cogí un boli y un papel que había al lado mío, apunté los datos y me fui.
Lo más seguro es que tenga que empezar a buscar un trabajo si lo que quiero es cómprame una casa. Cuando hubiese recaudado todo el dinero tendría que encontrar alguien que estuviera dispuesto a hacerme una nueva identificación falsa, ya que la que me metí en la mochila se me cayó mientras huía. Y lo más difícil de todo, convencer al instituto de matricularme. Podría sobornarlos con el dinero que me sobraba, pero ya que me queda poco no creo que sirva de mucho. Encontraré una solución. Siempre lo hago.
1 mes y medio después
Hace una semana conseguí el dinero suficiente para hacerme con toda la documentación que necesitaba. Ahora me llamaba Ashley Méndez. Soy de España. Mis padres se llaman Pilar Méndez y mi padre Scott Méndez. Tengo 17 años. Sin familiares externos como primos, tíos o hermanos. Lo último que quiero es tener que pagar a gente para que se haga pasar por mi familia.
Tres semanas después de conseguir los documentos, pude planear la manera de convencer de entrar al colegio. No era ni muy sencilla ni muy extravagante, simplemente era... yo. El plan a la vieja usanza.
(...)
Me levanté justo antes del amanecer. Costumbre, supongo. Me duché, salí del hotel y llamé al primer taxi que pasó para que me llevase a colegio. Una vez allí, le pagué al pobre hombre y me dirigí a paso firme, intentando ahuyentar a los viejos recuerdos.
Flashback
El timbre dio fin a la aburrida clase de física y química. Saqué como pude el horario de mi mochila, tocaba educación física.
Me levanté de mi pupitre, fui a la taquilla, la abrí y saqué mi mochila con la ropa que usaría después de la clase.
- Tía, has oído que asesinaron a un chaval de nuestra edad justo en la plaza de en frente del colegio.- dijo Elena que estaba justo detrás mío, esperando a que sacara todo de la taquilla.
- Lo más chungo de todo fue que en la espalda tenía escrito '' Tu hora ha llegado, se te acabó el tiempo'' y por todos los brazos ponía '' tic, tac, tic, tac'',- hizo como si tuviera un escalofrío,- ese tío o tía tiene que estar en la cárcel,- dijo mi otra mejor amiga, Mel.
- ¿Y tú como sabes eso?- le preguntó Elena- En las noticias solo salía lo que he dicho.
- Tengo mis fuentes, mi pequeña aprendiz- dijo encogiéndose de hombros.
Yo simplemente me quedé mirándolas con auténtico terror. Hace más de un mes que recibía amenazas de ese tipo. Notas diciéndome que si no venía con él o ella, mataría a mis seres queridos. Al principio no le di mucha importancia e hice como si no pasara nada, pensando que solo era cualquier broma. Pero al cabo de las semanas me di cuenta de que nadie en su sano juicio iría por la calle haciendo esto.
- Nada más salir del colegio llamas a la policía y le cuentas todo. Ahora respira, no hará nada delante de tanta gente, no se arriesgará a que le vean la cara, - me dije a mi misma intentando tranquilizarme.
Salimos del colegio para ir al polideportivo, que estaba a dos minutos andando del colegio. Mientras hablábamos tranquilamente por la calle, vi a un hombre ir a paso rápido hacia nosotras. Me tensé al instante esperando lo peor.
Esperé y esperé pero no lo volví a ver por ninguna parte, así que me relajé de golpe.
- Estoy paranoica- pensé.
Ya pensando que todo era un maligno montaje de mi mente para asustarme más de lo que ya estaba, apareció un hombre con una pistola, apuntándonos justo en la frente.
- Te dije que vinieras conmigo, muñequito de nieve. No me hiciste caso, así que ahora te toca sufrir las consecuencias por tu desobediencia.
Nada más decirlo, oí un fuerte sonido seguido de otro igual de fuerte.
- ¿Paranoias mías? No lo creo.- volví a pensar.
El tiempo se paralizó. Me giré y vi a mis mejores amigas tiradas en el suelo con una mancha roja extendiéndose alrededor de ellas.
Grité lo más fuerte que pude. Mis rodillas cedieron y caí al suelo. Lágrimas empapaban mi cara. Todo era mi culpa. Debí irme con él...
Fin del flashback
- ¿Puedes mirar por dónde vas? cegata- musitó
Me giré y me encontré con un chico que me miraba con asco.
- Idiota, -susurré cuando ya no lo vi.
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¿Quién creéis que era ese chico misterioso? Muchos besos. espero que os haya gustadoo.
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Demasiados Secretos
ActionEl pasado de Ashley es como su sombra. Una sombra dolorosa. Aunque se intente deshacer de ella, esconderla, olvidarla, le será imposible. El dolor siempre la acompañará. Pero, a veces, hay que recordar que una sombra requiere luz. Una historia donde...