Capitulo 9

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-oh~ no creí que estuviéramos haciendo demasiado ruido- dijo Monokuma- pero es algo bueno que salieras-.

No sabía a quién le hablaba ya que solamente podía escuchar su voz por la cercanía que tenía con la puerta y por su tono alto.

-oye~ no te enojes solamente queremos saber si en esta habitación vive un omega- al acabar de decir eso golpeó con fuerza mi puerta -y como tu duermes al lado nos harás el trabajo más fácil.- al escuchar eso comprendi que la persona que estaba hablando con Monokuma era mi vecino de al lado, nunca me he cruzado con él, ni siquiera se como se vé, pero él sí sabe que soy omega pues al momento de escoger una habitación nos dicen que generó secundario es la persona de a lado para estar al tanto por cualquier situación, realmente me pregunto ¿no era mas fácil separarnos por nuestro segundo género? así se evitarían muchos problemas-no me digas que no sabes... Con solo darte un vistazo se nota que eres un gran alfa como yo, así que es ilógico que no te hubieras dado cuenta que vivías a lado de un inútil omega-las palabras de Monokuma provocaron que volviera a la realidad - hey ¿por qué te enojas? Solamente quiero saber si aquí esta un omega, si nos respondes te volveremos a dejar dormir- ya que he estado el suficiente tiempo conviviendo con Monokuma sé que esta perdiendo la paciencia por el tono de su voz, lo cual me hace preguntar ¿qué hizo la otra persona para desesperarlo? Monokuma puede ser muy paciente con todos, menos conmigo pero es raro que alguien lo haga enojar rápidamente, eso me dio curiosidad así que junte todo el coraje que me quedaba para juntar la oreja en la puerta.

-..... Es un beta-solo alcance escuchar lo último que dijo el extraño, pero solamente esas palabras bastaron para tranquilizarme ya que mintió para protegerme y lo más sorprendente es que el también es un alfa.

- me estas diciendo la verdad, ¿cierto?- a mi parecer Monokuma no estaba feliz con la respuesta que recibió- porque no creó que un gran alfa como tu que es igual a mi no notará a un débil omega que solo busca ser embarazado-se notaba el sarcasmo y también la provocación, se notaba que buscaba herir el orgullo del otro.

Hubo un breve silencio hasta que habló esa persona -es cierto te mentí- deje de respirar por un segundo, creí que podía evitar que Monokuma se enterará, pero creo que es mejor que deje de resistirme antes que la otra persona diga que si estoy aquí, al momento de querer despegar mi oreja lo volví a escuchar hablar  - yo no soy un gran alfa como tu maldito mortal, yo soy alguien supremo que no se puede comparar contigo ser insignificante y yo sé que cuando alguien me repite las cosas más de dos veces, debo de creerle y dejar dormir a los demas mortales- no se porque aunque su manera de hablar fuera rara me sentí conmovido, creía que todos los alfas eran iguales pero esta persona mintió para ayudarme.

De repente se escucho unas carcajadas que de repente pararon -oye realmente estas buscando pelea maldito subnormal, - se notaba que estaba más que enojado, solamente porque la puerta no dejaba que pasarán las feromonas o al contrario estaría llorando por la presión del ambiente. -realmente no quería buscar pelea, solamente estaba buscando a mi querido omega~ - Rio juguetonamente pero no duró mucho tiempo ya que de repente fue interrumpido por un golpe fuerte, parecía que aventaron algo pesado a la pared, por el susto me aleje de la puerta, hubo un silencio, no se que pasaba, pero si provocó que Monokuma se quedara mudo es porque lo dejo impactado.

El golpe me aturdido por un momento pero comprendí que volvieron a hablar así que volví a pegar el oído a la puerta.

- esta bien, ya nos vamos, por lo que veo no está aquí mi querido juguete-suspiro Monokuma-pero no pido disculpas por lo anterior que dije sobre los omega.

Después solo pude escuchar unos pasos alejarse, solté un suspiro de alivio mientras me abrazaba a mi mismo, ya había pasado un tiempo desde experimente este sentimiento de desesperación.

Cuando logré calmarme recordé que mi vecino me ayudó, así que debería darle las gracias pero no me atrevia a salir, sé que el me ayudo... aun asi le tengo un poco de miedo, aunque sea un alfa el me ayudo a salir de este apuro aun cuando habia la posibilidad que peleara con Monokuma., mientras seguia en mi dilema tocaron mi puerta suavemente.

"Oh no, ¿que hago? puede ser que este realmente enojado porque interrumpieron su sueño, si fingo no estar ¿se ira?, ¡NO KAZUICHI! no debes ser asi con tu salvador aunque me quiera golpear por interrumpir su sueño, lo dejare ya que el me salvo" pense mientras tomaba la perilla de la puerta y la abri lentamente.

Solo me asome poquito para que mínimo no me golpeara al instante pero cuando abrí no habia nadie, abri completamente la puerta para checar si estaba al lado, sin embargo el pasillo estaba desierto, entonces dirigi mi mirada al suelo y pude observar un mini pastel con una nota.

"Una vez un angel me dijo que comer algo dulce cuando tu alma esta llorando ayudara a que vuelva a sonreir"

Al principio no capté a lo que se refería pero después de analizar un poco más el contenido de la nota pude captar la idea, realmente esta persona tiene una forma peculiar de expresarse, ¿será el poeta definitivo?.

Agarre el pastel, le quite el plastico y lo probe...me quede sin palabras, estaba muy delicioso ¿de donde lo habra conseguido?, dirigí mi mirada a la puerta de a lado, esa persona es alguien de muy buen corazón, volví a tomar otro cucharada del pastel y algunas lagrimas se deslizaron involuntariamente, pero estas lagrimas... eran algo curiosas ya que no eran amargas como las de siempre.

Sin darme cuenta en un abrir y cerrar de ojos me habia devorado el pastel, realmente estaba delicioso, quiero saber en donde lo compró pero me conozco y sé que nunca le preguntare, me quedé viendo el plato donde antes estaba el pastel.

Esta persona no solo me salvo de pasar un mal rato con Monokuma, sino hasta me hizo sentir mejor, creía que Leon seria el unico que era asi, pero realmente existen más personas así y lo más sorprendente es que hasta hay alfas que son así, deberia demostrar lo agradecido que estaba por recibir su ayuda asi que limpié rapidamente mis lágrimas y entre a mi habitacion.

Sali con los tres ramens que compre y una nota adhesiva, no se cuales son los gustos de esa persona asi que decidi darle los tres ya que son de diferentes sabores, uno picoso, uno dulce y uno neutro, esto se considera muy poco por lo que hizo por mi.

Ahora solamente faltaba poner  lo que llevará la nota, no bastaba con un solo gracias asi que debia pensarlo detenidamente, me quede viendo fijamente el papel por un buen rato, hasta abrí mis ojos lo que más pude.

Era realmente difícil nunca había hecho esto, cuando ya estaba dándome por vencido, volví a ver la nota que estaba en el pastel y de repente se me ocurrió que poner.

Dejé la nota en los ramens en frente de su puerta y toque suavemente y rápidamente me metí a mi habitación, realmente me gustaría ver la cara de mi salvador pero por lo mientras esto es suficiente.

¿Qué expresión tendrá al ver lo que le deje?, esa pregunta rondó por mí cabeza cuando entre a mi habitación, si hubiera tardado un segundo más en entrar, tal vez hubiera visto una hermosa sonrisa en la cara de esa persona.

No llores másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora