Capítulo 24

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Al estar rodeado en esos brazos; me sentía seguro, como si nada en el mundo me pudiera dañar, además el aroma que nos envolvía ayudaba, cerré los ojos para poder concentrarme mejor para poder identificarlo; sin embargo, por más que intente no lo lograba, tal vez sea por la distancia que estoy, así que por instinto me acerque lo más que pude a la fuente de ese olor.

Inhalaba lo más que podía, estaba a un paso para identificarlo, pero una pequeña risa me saco de mi concentración, al abrir los ojos me percate que literalmente estaba acostado encima del dueño de ese misterioso olor.

Sentí como mi cara se ponía caliente... dios mío, si alguien veía esta escena seguramente pensaría que soy un total pervertido, entonces hice lo que cualquier persona haría en esta situación... grite y me aleje lo más que pude.

-Lo siento mucho- dije cubriendo mi rostro por vergüenza, por su aroma puedo decir que es un alfa, por lo que no puedo comprender como casi lo derribo sin temor.

Mientras seguía divagando en mis pensamientos, unas manos retiraron las mías de mi rostro, así que lentamente levante la mirada para ver al joven que había aplastado, esperaba verlo molesto, pero lo primero que vi fueron esos hermosos ojos, eran los más hermosos que haya visto... no solamente porque uno fuera rojo y el otro de color gris, sino porque al verlos podía apreciar un brillo que he visto pocas veces en mi vida, pero eran dirigidos a otras cosas, mientras sus ojos brillaban mientras me veían, no sé qué paso, pero a través de sus ojos aprecie que estaba sonrojado, pero antes de poder cubrirme nuevamente, me detuvo.

-No hagas eso, aún no estás en un nivel donde las caídas mundanas no te ocasionen un daño perjudicial- no entendí a que se refería, pero al verme mejor pude notar que en mis manos había raspones, en los cuales empezaba a brotar un poco de sangre y era la misma situación en mis rodillas, al ser consciente empecé a sentirme adolorido.

Sin darme cuenta, deje sentir el suelo para ser cargado al estilo princesa.

- El dios de la oscuridad empezará a emerger, luego regañaré a los guerreros vigilantes por la creación de este abismo, vamos al curandero de dioses- No pude de terminar de procesar lo que dijo cuando empezó a correr, así que me sujete lo mejor que pude de su cuello, si no hubiera cerrado mis ojos, habría notado el pequeño sonrojo que estaba en su cara.

Llegando a la enfermería me dejo en una de las camas que había, después se alejó para hacer una llamada, cuando se alejó pude ver que su espalda era muy ancha y que era más alto que yo, lo cual a mis ojos era algo muy atractivo... no puedo creer que tenga estos pensamientos sobre un alfa, siempre al conocer a uno me pongo nervioso y tiemblo, así que no puedo entender qué me pasa, siempre fui cauteloso y evitaba verlos durante mucho tiempo, iba a seguir regañándome mentalmente, pero regreso aquella persona.

- La curandera vendrá volando, pero el precioso líquido de tu cuerpo sigue saliendo- dijo mientras sacaba un frasco con unos algodones e intento tomar mi mano, pero por instinto me safe del agarre, sé que él tuvo la amabilidad de traerme hasta la enfermería, pero no debo de olvidar que es un alfa, por lo que no puedo confiar fácilmente.

Pude sentir su mirada, pero no lo voltee a ver porque sus ojos tienen algo que provoca que baje la guardia.

-l-lo siento- me disculpé sin darme cuenta -y-y-yo mismo puedo curarme- dije mientras intentaba quitarle el algodón, sin embargo, él fue más rápido y lo quito de mi alcance.

- No merezco tus palabras amables, soy un ser maldito por lo que el veneno que yace en mí puede ser mortal para ti, yo me disculpo por mi gran descuido que casi provoca grandes consecuencias a un hermoso ser como tú...- de todo lo que dijo, lo único que entendí fue la palabra "hermoso", por lo que me sonroje y solamente me limite a ver la cama - Sin embargo, el curandero no se encuentra y tu vitalidad está escapando... Todo esto pasó porque no vigilé dónde harían su abismo los pequeños vigilantes - soltó un suspiro- te suplico dejar que este ser que no tiene el mínimo derecho de tocarte, repare su error- dijo mientras me miraba fijamente.

Otra vez no entendí lo que quería decir, pero sin darme cuenta le di mi mano, la cual agarro y empezó a curar, realmente no sé qué me ocurre, estoy confiando fácilmente en este alfa, si sigo de esta forma no sé de lo que es capaz de hacer.

Nos encontrábamos nada más, él y yo en una habitación, un alfa y omega en una habitación sin violencia de por medio, lo cual me era algo super extraño, ninguno de los dos hablaba o hacíamos el mínimo ruido, poco a poco el sol comenzaba a esconderse.

De vez en cuando lo miraba de reojo y al respirar estaba ese olor que cubría toda la enfermería, el cual me ayudaba a controlar mis nervios. Dolía cuando ponía el algodón, lo cual él se dio cuenta, por lo que procuraba ser más cuidadoso, al verlo todo nervioso y mega concentrado no pude evitar sonreír, sin darme cuenta levante la mirada y unas palabras salieron de mi boca.

-eres un buen alfa- Dije con una gran sonrisa.

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⏰ Última actualización: Apr 24 ⏰

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