Capitulo 21

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"Hola, Sakakura-san, ha pasado un tiempo desde que le mandé un mensaje, pero no sé preocupe, he avanzado en la relación con mis compañeros y con orgullo puedo decir que ya no tiemblo cuando los veo, eso es un gran avance ¿no cree?

Estuve conviviendo con ellos durante este tiempo y puedo decir que me dejaron en claro que ellos no buscan hacerme daño, sin embargo, aún no fío de ellos.

Otra novedad es que gracias a los entrenamientos de Nidai pude mejorar un poquito más mi condición, aunque si no fuera por usted, no habría aguantado el primer entrenamiento y le puedo decir que ya puedo correr cinco vueltas sin parecer zombi.

Pero no le voy a mentir, al inicio creí que Nidai solo fingía ser omega, por lo que procuraba estar alerta, pero un día Nidai se asustó por un ratón y sin querer soltó un poco de sus feromonas, lo cual me demostró que si era un omega.

Eso sería todo, espero que pronto pueda venir otra vez de visita, la última vez olía demasiado a su alfa, así que sospecho que lo veré hasta que ya pueda presentarme a su bebé, cuídese."

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-listo, creo que lo leerá más tarde- desde que Sakakura-san se fue, me dijo que tendría que mandarle mensajes diciéndole lo que hacía, pienso que se preocupaba de que volviera a mi rutina de escapar de los demás, pero honestamente esto me ha ayudado a tener coraje para poder salir mi habitación e interactuar con mis compañeros.

-bien hecho Kazuki-dijo Nidai mientras me acercaba una toalla- hemos progresado bastante-.

-g-gracias, Nidai-san- dije avergonzado, ya que siempre finalizando cada entrenamiento me llena de elogios, lo cual me hacía temblar por no saber cómo reaccionar a ellos.

-ahhh, logré que dejaras de decirme por mi apellido, pero espero que poco a poco puedas deshacerte del san- me dio una palmada en la espalda, provocando que casi me cayera.

Mientras hablábamos llegaron Fuyu e Hinata.

-Es verdad, que has mejorado, ya que no cualquiera puede seguirle el ritmo al entrenamiento de Nidai- dijo Fuyu mientras Hinata le daba la razón.

Solté en respuesta una risa nerviosa, mi relación con ellos dos se podría decir que ha mejorado bastante, por el hecho de que son los más persistentes, porque durante todo este tiempo siempre Fuyu hacía que conviviera con el grupo e Hinata siempre procuraba que hablara un poco más, por lo que ellos son con quienes tengo un poco más de confianza, pero aún les tengo un poquito de miedo.

Sonreí al escucharlos hablar, pero me sorprendió que se acercaran, puesto que procuraban alejarse los más que pueden cuando estoy en horario de entrenamiento, porque si los ve Nidai los obliga a entrenar conmigo.

Con solo ver mi expresión supieron lo que estaba pensando -Cierto venimos a preguntarte algo importante- dijo Hinata recordando el motivo de su llegada -Vemos que ya te has acostumbrado a todos nosotros o por lo menos ya no nos evitas cuando nos ves, así que queríamos saber si quisieras conoces a nuestros otros compañeros-.

"Otros compañeros" escuchar eso me hizo recordar que no todos mis compañeros de clase son omegas sino también betas y... Alfas.

En algún punto empecé a temblar, hasta el punto donde sentía que no podía respirar, pude apreciar cómo se acercaron a mí, pero de un momento a otro todo se volvió oscuro.

Cuando volví a abrir los ojos me encontraba en el salón de clases, pero no era el de la academia sino en el que estaba en primaria.

Me quise levantar de mi lugar, pero una fuerza me obligaba a permanecer sentado, empecé a desesperarme hasta que alguien abrió la puerta del salón.

-vaya, vaya, Souda-kun... o mejor dicho omega-chan- dijo esa voz tan conocida, pero sonaba tan infantil, levante mi mirada y era Monokuma, pero lucia como cuando estábamos en primaria.

-creíste que nadie se iba a enterar- de repente el salón se llenó con todos mis excompañeros que tenían en sus rostros esa sonrisa burlona y sus ojos que me despreciaban -que había un asqueroso omega entre nosotros- rio mientras se acercaba a mí.

-n-n-no soy asqueroso- conteste mientras intentaba levantarme, pero fui interrumpido al sentir como me jalaban el pelo.

- ¿quién te dio permiso de contestar? - al verlo otra vez no era Monokuma de niño sino cuando estábamos en secundaria -recuerda que un omega solamente debe callarse y ceder a su alfa- dijo mientras me levantaba y me arrojaba hacia atrás.

La caída provocó que me rompiera el pantalón... este pantalón es el que usaba en secundaria, de repente recordé como paso esto y me desespere al notar donde me encontraba.

Monokuma suspiro amargamente -En unos días te irás a la academia, ¿no? - todo este escenario ya lo había vivido y no quería volver a recordarlo -Supe lo que ese estúpido beta le dijo a tu papá, pero realmente ¿crees qué encontraras a un mejor alfa que yo? - se empezaba a acercar poco a poco a mí.

Quería escapar, pero atrás de él se encontraban a esos dos betas cuidando la entrada, no tenía escapatoria, intente alejarme lo más que podía de él.

-Aunque te alejes no huirás de mí, antes de que te vayas te voy a dejar un hermoso recuerdo- dijo cuándo sus manos se pusieron en mí, empecé a llorar y solo pude ver como acercaba su boca a mi cuello.

Desperté, pude ver un techo completamente en blanco, observé mi entorno y vi que me encontraba en la enfermería, al saber eso me empecé a tranquilizar, hasta que pude respirar normalmente.

-V-V-Veo que despertaste- me asusto la repentina voz, así que voltee, era Mika quien se asomó por la cortina solamente dejándome ver sus ojos.

- ¿Cómo llegué aquí? - pregunté, por alguna razón con ella y con Ryota son los únicos que puedo hablar sin miedo.

-T-T-Te trajeron después q-que t-te diera un a-a-ataque de pa-pa-pánico- contesto mientras se acercaba y me limpiaba la frente - ¿t-tuviste una pesadilla? -.

-Si... más bien era un recuerdo- dije mientras me dejaba limpiar.

Ella no dijo nada más y solo siguió haciendo su trabajo, me hizo el chequeo completo y me dijo que no tuve heridas por la caída que causo mi desmayo.

-Oye Mika... ¿Cómo son nuestros compañeros alfas? - mi pregunta le sorprendió -son... ¿Buenas personas?- dije mientras la miraba fijamente a sus ojos.

Mika se quedó viéndome fijamente hasta que sonrió y me contesto -son buenas personas- al escucharla me tranquilizo un poco -yo...c-creo que f-f-fuimos cri-cri-criados de la m-m-misma ma-ma-manera- dijo mientras me miraba -a-así que... co-co-conócelos y-y verás q-q-que hay a-a-a-a-alfas -b-b-buenos- al acabar la frase me agarro de las manos como queriendo transmitirme fuerza.

Eso me hizo reír - okey, los conoceré- espero no arrepentirme.

No llores másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora