capitulo 15

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Después de reír un buen rato, me despedí de Sakakura, ya que las clases habían acabado y debía ponerme al corriente con mi proyecto. Conocer a Sakakura ha hecho que mi día se alegrara, ya que además de conocer a una buena persona, conocí a un omega, es decir alguien que es igual a mí lo cual hace que me sienta aunque sea un poco feliz.

Empece a caminar hacia los talleres para recuperar el tiempo perdido, ya que el día de la entrega ya se estaba acercando, cuando llegue a mi taller puse manos a la obra.

No sé cuanto tiempo había pasado, pero cuando regrese la mirada a la ventana pude ver que ya había anochecido, estuve tan concentrado que el tiempo se fue volando así que decidí ordenar todo para poder ir a descansar, de repente mi celular empezó a sonar lo cual se me hizo raro así que cuando vi el número que llamaba me puse nervioso.

En la pantalla del celular se podía leer el nombre de Leon, lo cual no esperaba, ya que tenía tiempo que no se ponía en contacto, lo cual despertó un temor que tengo desde hace tiempo, que tal si llamo nada más para decirme que ya no quiere saber nada de mí, por ese pensamiento me empece a cuestionar sobre si debía contestarle... Sin embargo, mis ganas de escuchar su voz hicieron que contestara.

-Hola...- mencioné con una voz temblorosa, después de decir eso hubo un silencio, tal vez Leon se durmió sobre su celular y llamo por accidente, pensé y entre en dilema si debía colgar.

-Hola Kazu- susurro Leon lo cual me sorprendió, ya que es muy raro que Leon susurre en una llamada -oye... no quiero andar con rodeos así que... te quiero preguntar algo.

Conozco a Leon y sé que él siempre es directo, pero se escucha demasiado serio, entonces debe de ser algo muy importante lo que tiene que preguntar, de esta forma le conteste con un "si", pero por accidente un gallo se me salió lo cual normalmente le causaría gracia, pero, en cambio, siguió como si nada.

- Kazu... ¿Soy un estorbo en tu vida?- de repente paso de un tono serio a triste, sin embargo, no tenía ganas de consolarlo ni darle ánimos, ya que lo que dijo provoco que me enojara porque él que debería pensar así soy yo, durante todo el tiempo que hemos compartido, ese pensamiento ha rondado por mi cabeza porque alguien debería estar loco para no querer ser amigo de Leon quien es un sol.

-Leon... ¿Quién demonios te dijo esa estupidez?- no pude controlarme y el enojo salió en cada palabra que pronunciaba- sabes tú nunca serás un obstáculo en mi vida, quien te haya dicho eso no tiene derecho... esa persona no sabe nada, no sabe que tú eres alguien muy importante para mí, sino fuera por ti yo no estaría donde estoy, así que... no vuelvas a decir eso y no vuelvas a dejar de hablarme por esa tonta razón, si algún día me quieres dejar de hablar debe ser porque yo soy un estorbo en tu vida y cuando sea así con mucho gusto te dejaré en paz, estúpido.- no sé en qué momento empece llorar, pero no eran las lágrimas de tristeza sino de frustración, ya que nadie tiene derecho de decirle a Leon que es un estorbo, ya que el estorbo en nuestra amistad soy yo.

- Kazu... tienes todo el derecho de enojarte por no ponerme en  contacto, también por ese comentario que me hicieron... no obstante eso no quiere decir que tú eres un estorbo, ya que al igual que tú yo pienso que quien diga eso no tiene derecho de decir nada, ya que conocerte ha sido algo muy importante en mi vida así que no te menosprecies- A mitad de la llamada empece a escuchar como su voz se quebraba y empezaba a llorar, lo cual provoco que empezaran a salir más lágrimas de mis ojos.

-No seas un llorón, idiota- le dije mientras me limpiaba las lágrimas

- Eso debería de decirte a ti llorón- me contesto mientras escuchaba como se sonaba la nariz.

Después de esa frase los dos empezamos a reír para por fin darle fin a este tema que hacía que viviera preocupado todos los días, después empezamos a ponernos al corriente sobre lo que hemos estado haciendo durante el tiempo que no estuvimos en contacto.

Después de estar un rato hablando con Leon, regrese rápidamente a los dormitorios porque ya era muy tarde, pero al llegar a mi puerta vi una nota pegada junto a una paleta.

"Cuando estoy cansado de llevar este veneno por dentro, mi ángel me daba algún alimento dulce, ya que decía que eso podría traer seres de luz, los cuales se encargarían de alejar los seres malvados que viven dentro de nosotros".

Al leerlo supe inmediatamente de quien era así que voltee  hacia su puerta y solté en voz baja un "gracias", luego procedí a comer esa paleta, puede ser que ya era tarde, no obstante tenía ganas de algo dulce, ya que puede ser que hoy ocurrieron cosas buenas, tampoco se me olvida como comenzó este día, provocando que recordara que todos los días comenzarían de esta forma.

Con solo pensar en eso me dolía la cabeza, sin embargo, cuando sentí el sabor dulce de la paleta de repente me sentí feliz por lo que entre a mi cuarto para alistarme para ir a dormir y esperando que mañana me sucedan más cosas buenas que malas.

Las semanas fueron pasando y mi rutina ha sido la misma, me levanto temprano, tomo las primeras tres clases y a la hora del almuerzo me voy con Sakakura quien me ha estado contando sobre Kyosuke el cual resulta ser el papá de su bebe, pero lo que más me sorprende es que no sea un alumno, sino que trabaja como seguridad de la academia, sin embargo, se tuvo que tomar las vacaciones que tenía guardadas porque su esposo ya no quería que se sobre esforzara.

Esta ha sido últimamente mi rutina, además que Leon volvió a ser el mismo de siempre, lo cual ha ayudado a que me adapte a mi nueva rutina, hubiera sido muy feliz si ya nada cambiara, sin embargo, quien diría que pasaría otra tormenta que volvería a modificar mi vida.




No llores másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora