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Yeonjun fue a la casa a la hora acordada y claramente fue Soobin quien lo recibió entre suspiros. El mayor simplemente se había lucido con su apariencia (que de por sí ya era asombrosa) pero esta vez, con aquellos jeans negros exageradamente apretados y una camiseta blanca manga cero que exponía sus músculos, Soobin creyó que se caería en cualquier momento porque las piernas estaban fallándole.

——H-hola, hyung ——se maldijo internamente porque pareció un verdadero idiota al tartamudear así. Sentía el calor en sus mejillas, probablemente ya estarían rojas.

——Hey ——dijo con simpleza mientras pasaba ——, ¿tu hermano? ——preguntó bajito.

Soobin salió de su ensoñación al recordar a razón de su presencia en su casa.

——S-sigue arriba.

——Bien ——palmeó su espalda con confianza ——. Gracias ——musitó ——, ¿me veo bien?

Soobin aprovechó para observarlo descaradamente, desde la punta del zapato hasta el último cabello.

El infierno es frío a comparación.

——Sí, te ves bien... ——Yeonjun sonrió satisfecho, Soobin sabía que a Yeonjun le fascinaba recibir cumplidos.

Soobin iba ofrecerle una bebida hasta que a puerta fue tocada de nuevo. Soobin, sabiendo que era Gyu, abrió la puerta sintiendo alivio.

Su guapo amigo, portaba una casaca negra, un polo rayado blanco y negro, y unos jeans grises.

Soobin lo recibió con una sonrisa de agradecimiento, mientras que Gyu pasó con una mueca fastidiada. Él claramente no quería estar ahí, pero por algunas personas, hacer sacrificios vale la pena. Blackpink podría esperar mañana.

——Gracias ——le susurró Soobin, Gyu contestó con una negación de cabeza.

Yeonjun miraba curioso al nuevo visitante, estaba seguro de haberlo visto por ahí, aunque no recordara del todo; la verdad le valía quien podría ser. Él solo sabía que tenía que ser amable con los amigos de Soobin para que este lo ayudara.

Se acercó a paso firme hasta Beomgyu y extendió su mano.

——Hola. Choi Yeonjun ——se presentó con una sonrisa.

Beomgyu tenía las manos dentro de los bolsillos de su casaca y no tenía ni la menor intención de sacar alguna de ellas para devolverle el gesto al mayor, solo lo observó con hastía.

——Eres un gilipollas.

Los ojos de Yeonjun se abrieron más en sorpresa, pero no tanto como los de Soobin, quien sintió pánico.

La fría mirada del más bajo sobre el mayor.

——¿Disculpa? ——elevó una ceja, y bajó la mano.

La mirada de pánico y suplicante de Soobin no fue captada por su amigo, quien no apartó ni un segundo la mirada de los ojos oscuros de Yeonjun.

——Eres un verdadero idiota, ¿lo entendiste así o te lo dibujo?

Yeonjun se veía sorprendido.

——¿Se puede saber que te he hecho? No recuerdo haberte si quiera dirigido la palabra alguna vez en mi vida.

——Estas en mi clase, azulito. Y no me agradas, eso es todo ——se encogió de hombros.

——¿Por qué? Ugh, bueno. ¿Sabes? No me importa ——masculló con mucho fastidio.

——Te diré el porqué...

——Gyu... ——Soobin apretó con disimulo dolorosamente el brazo del más bajo en un intento de cerrarle la boca. Fallido claro.

——Usas a las personas para tu propio beneficio y eres un manipulador. Estás usando a mi amigo para ir tras alguien que jamás se fijaría en ti. Eres un triste y patético descarado.

El aludido quedó en blanco, su rostro en sorpresa total.

Soobin, por su parte, cambió su expresión a una enfadada. No podía creer que Beomgyu de verdad había hecho eso. Aun así, Beomgyu ni se molestó en verle.

Yeonjun de repente rió.

——Ya veo, tú debes ser el mejor amigo. Wow, Binnie ——Miró ahora a un pálido Soobin ——. No sabía que dirías absolutamente todo. Creí que era algo como nuestro secreto, pero ya veo que no ——sonrió torcido ——. Bien, mira... Como sea que te llames. Yo hice un trato con tu amigo y tú no tienes porque meterte en lo que no te incumbe. Soobin no es ningún idiota que no puede pensar por su cuenta-

"Lo es, de hecho" quiso decir Beomgyu, pero se mordió la lengua.

——Yo no estoy usándolo, hemos hecho un intercambio justo. Así que no te metas y vete a la-

——¡Chicos! ——Los tres voltearon la cabeza hacia un despampanante pelinegro que bajaba las escaleras, luciendo una camisa de diseño único azul y blanco, con unos jeans negros ——¡Llegaron temprano! ——sonrió, luego recordó que estaban hablando de algo que parecía ser interesante a lo lejos ——¿Interrumpí algo?

——¡No! ——Yeonjun se apresuró en decir ——Solo estaba conociendo a... él ——se refirió al parco peligris.

Taehyung terminó de bajar las gradas y los saludó de cerca..

——Hola Gyu, ya te extrañábamos por aquí ——Palmeó su espalda con una sonrisa, la cual a duras penas fue correspondida, luego le sonrió a Yeonjun y dijo ——. Me alegra que hayas venido.

Soobin solo pudo fijarse en la manzana de Adán del peliazul, subir y bajar. De pronto le dolió el pecho.

——¿Están listos?

——Sí ——respondió encantador Yeonjun.

——Vamos entonces.

Los dos mayores salieron uno tras otro y recién Gyu se giró hacia su amigo quien estaba detrás de él, había dolor expresado y oculto en su semblante.

——No debiste hacer eso.

Beomgyu resopló, tal vez fue demasiado. Pero estaba molesto.

——Lo siento. Yo... No me despegaré de ti ni un segundo, ¿sí? Por si Shrek aparece ——sonrió ladino y un poco apenado.

——Te odio ——bufó entre risas y salieron juntos como siempre, a intentar sobrevivir en este mundo tan complicado.

MENTES RETORCIDAS [Yeonbin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora