Los ternos siempre le dieron comezón, pero nunca había detestado tanto usar uno hasta ese momento.
Con una mano se acomodaba el cuello de la camisa por sobre el saco negro, mientras que con la otra sostenía el celular pegado a su oreja.
Se veía bastante bien, no iba a mentir. Después de mucho, muchísimo tiempo, podía sentirse algo cercano a "satisfecho" mientras miraba su reflejo.
——¿Ya estás abajo?
——Bueno, como a media cuadra, veo a tu casa desde aquí, ábreme.
——La dejé abierta.
——Bien bien, voy.
Fue Yeosang el que colgó.
Tres minutos después, el mayor apareció en la casa, momentos después ya estaba haciéndole compañía a Soobin en su habitación.
——¿Realmente tenemos que ir? ——preguntó desganado Soobin buscando los ojos de su hyung.
Los dedos hábiles de Yeosang anudaban la corbata roja en el cuello de su donsaeng. Un rayo de luz se colaba por una pequeña abertura en su ventana, gracias a ese pequeño destello, una porción del cabello de Yeosang se veía pelirroja.
——Tampoco quiero ir ——suspiró ——, pero es tu hermano y es obligatorio para mí si quiero conservar esa beca.
Soobin sabía que esa sería la respuesta, pero muy dentro de sí, esperaba que su hyung le dijera que todos podían irse a la mierda y que ellos se quedarían viendo películas en su casa, comiendo comida chatarra. Sonaba como un buen plan para después.
——Quiero que te quedes después. ——Soobin no pensó al decir.
Los dedos de Yeonsang abandonaron la corbata roja ya acomodada impecablemente.
——¿Después de la ceremonia? ¿No tienes planes? ——preguntó cauteloso y un poquito receloso también, Soobin estaba demasiado ocupado últimamente. Extrañaba pasar tiempo con él.
——Nop, ¿podemos ir al patio apenas todo acabe? Extraño ese lugar.
Su lugar...
——Está bien.
Soobin volteó ligeramente su cuerpo y volvió a enfrentar el espejo. Se concentró en su reflejo y su mundo se hizo borroso una vez su imagen se hizo su realidad, y Yeosang, detrás de él, lo dejó ser. El rostro de Soobin paso por muchos cambios, ceño fruncido, relajado, admiración y hasta Yeosang identificó sorpresa en ese rostro angelical. También aprovechó ese momento para poder admirarlo como quería sin sentirse un acosador. Honestamente, y conociendo bien las inseguridades de su menor, se preguntaba por qué Soobin tenía tantas inseguridades acerca de sí mismo; porque en algún momento que lamentablemente el mayor no pudo recordar con éxito, SooBin se volvió la criatura más bella vista jamás ante sus ojos.
Cariño, protección, apego y sanación.
Con una sonrisa ladina, Yeosang hizo lo que sus instintos llamaban y se acercó a Soobin por la espalda, sobresaltándolo solo un poco.
Sus brazos rodearon su cintura por detrás deteniendo la respiración del menor. Cuando Yeosang apoyó su barbilla en su hombro derecho, con un poco de dificultad por la diferencia de altura, sus ojos se encontraron a través del espejo.
Yesonag podía leer a Soobin, muy bien, quizás demasiado para su propio bien. Estaba nervioso.
——No lo batalles tanto ——musitó Yeosang ——, te ves precioso.
Sus palabras calaron más profundo de lo que hubieran querido. Soobin exhaló y se permitió relajarse pues siempre se sintió seguro en sus brazos; lentamente puso sus brazos encima de los suyos y giró su cabeza tan solo unos centímetros para poder casi ver directamente a su hyung. La cercanía hizo palpitar al corazón de quien quería brindar seguridad. Yeosang tragó saliva.
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MENTES RETORCIDAS [Yeonbin]
FanfictionAlgunos creen que la suerte no existe. Yo lo confirmo. Cuando me enteré de que el chico que me gusta es gay, creí tener esperanzas. Esas maripositas de ilusión volaron lejos cuando después me enteré que le gusta mi hermano mayor. Y esas malditas vol...