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Tuvieron que pasar casi dos semanas para que Soobin y Yeosang pudieran reencontrarse como antes. El mayor había estado demasiado ocupado con sus trabajos de medio tiempo.

A pesar que su ahora mejor amigo, Soobin, era casi millonario y le ofrecía todo el tiempo de su tarjeta, Yeosang no iba a permitirse abusar tanto de su amabilidad. Él sabía que eventualmente, su trabajo arduo daría frutos.

En el mismo lugar de siempre, la casa abandonada que alguna vez fue del mayor.

Ambos tomaban sodas enlatadas, sentados en el medio del césped crecido. Los colores del cielo atenuándose por la hora, podía verse un hermoso atardecer por encima del techo de aquella casa.

——Intentaron demoler esta casa hace un par de días ——contó el mayor mirando embelesado al firmamento y sus tonos cálidos.

——¿D-demolerla? ——inquirió Soobin con las cejas enarcadas.

Yeosang asintió como si la cabeza le pesara y le dió buen un trago a su soda de lima.

——Sí, pero alguien le pagó al ayuntamiento para que no lo hicieran.

——¿Fuiste tú?

Yeosang negó.

——¿Con qué dinero? Creí que habías sido tú ——Sonrió ladino cabizbajo ——. Pero cuando fui al ayuntamiento a preguntar y ver los papeles, resultó ser Seonghwa.

Al oír eso Soobin frunció el ceño.

——Creí que él no sabía de este lugar.

——Él claro que sabe de este lugar. Ha sido mi amigo toda la vida. Esta fue mi casa en su momento, él venía a almorzar conmigo, se quedaba a dormir, vivió prácticamente aquí antes de que mi padre muriera.

——Oh...

Por alguna razón, a Soobin le desanimó la idea de no ser el único que conociera el lugar secreto.

——Eso es genial, hyung ——musitó desanimado.

——Supongo que lo es ——suspiró ——. Él no sabe que sigo viniendo aquí casi a diario. Aún así se me hace lindo que haya hecho eso. Sabe que esta casa es muy importante para mí.

Soobin se tomó unos cuantos segundos tras en entender que aparentemente, Seonghwa no sabía nada de su nuevo escondite, como le gustaba llamarlo a Soobin.

——¿Eso quiere decir que no sabe nada? ——Se giró hacia él en un movimiento avivado, con las cejas enarcadas.

——Binnie, cuando te dije que eres el primero y único, lo dije en serio. Seonghwa no viene aquí desde hace años, desde que me desalojaron del lugar.

Soobin disimuló una sonrisa cubriéndola con su lata, Yeosang igual no lo notaría por estar viendo el sol terminar de ocultarse.

——¿Por qué no lo has traído aquí hyung?

Yeosang soltó una carcajada que expresaba amargura, negó con la cabeza y tomó de su lata de nuevo, bajando la mirada.

——Con todo lo que ha pasado entre nosotros, no me veo capaz. Este lugar y tú, son mi único escape de él, de mis sentimientos.

——¿Sigue con ella? ——preguntó el menor seguidamente tomando de su lata.

——Sí, pero no la ama. Lo sé. Se nota.

——¿Entonces que crees-

Yeosang lo interrumpió ya irritado. Cuando estaba con Soobin, siempre se olvidaba de su corazón roto, pero si el menor seguía trayendo el tema, Yeosang no podía hacer mucho para mantenerse positivo.

MENTES RETORCIDAS [Yeonbin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora