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——Oh, hola hyung, hola Beomgyu ——saludó fresco.

Los rostros de los recién llegados denotaban demasiadas emociones como para describirlas con una sola palabra, pero mayormente eran negativas, muy malas.

Soobin estaba sentado sobre una roca roma grande, roca en la que se había sentado muchas veces, eso no era lo nuevo. Se encontraba sentado cómodamente en esta, con la espalda ligeramente encorvada, codos sobre rodillas, por alguna razón descalzo, sus pies bajo la hierba crecida; los demás podían ver pequeñas heridas en sus pies, pero eso no era lo más importante de la escena.

Su mirada estaba apagada, pero a diferencia de otras veces que sus ojos habían sido vistos así, esta vez lo estaban totalmente.

Después de haberlos visto con una media sonrisa al momento de saludarlos, su vista volvió a fijarse al horizonte, los ojos un poco entrecerrados, concentrado mientras se llevaba un cigarrillo a la boca para dar una profunda calada. Segundos después botó una gran cantidad de humo como si nada extraño hubiera pasado.

El problema era uno: Soobin no fumaba, nunca lo había hecho, nunca le había llamado la atención, no le gustaba, se supone.

La expresión de Beomgyu era la más conflictuada, no podía creer lo que sus ojos estaban presenciando.

——¿Qué mierda? ——Salió más como un susurro de total incredulidad por su parte.

Yeosang también estaba sorprendido por supuesto, pero lo más importante era que Soobin estaba a salvo.

——Binnie, ¿dónde estabas? Te estuvimos buscando como locos con Taehyung... ——La voz de Yeosang fue perdiendo fuerza con cada palabra mientras analizaba la mirada de pequeño frente a sus ojos. ¿Por qué Soobin tenía esa cara tan... seria, tan poco expresiva y apagada? Ni siquiera en sus peores días Yeosang lo había visto así. Lo había visto triste, pero esto era diferente. Era indiferencia total.

Soobin ya estaba por acabarse el cigarrillo. Parecía fumador profesional cuando nunca había tocado uno en su vida. Lo tiró al suelo y lo apagó con su pie desnudo, obviamente quemó, pero él pareció no mostrar ninguna reacción. Se giró hacia ellos.

Beomgyu estaba demasiado impactado para hablar. Ese no parecía Soobin.

——S-Soobin, ¿estás bien? ——cuestionó con cautela Yeosang, todavía se encontraban a una distancia considerable.

——Hmm... ——pronunció el aludido como si estuviera pensando, todavía sin cambiar la expresión o algo en su tono de voz ——. Honestamente creo que no.

Lo dijo como si estuvieran hablando del clima.

Al fijarse más en su rostro, Beomgyu pudo notar que Soobin tenía los ojos rojos, muy rojos, también tenía unas ojeras gigantescas. Ese rostro no lo había visto nunca antes en su adorable mejor amigo. Beomgyu sintió que algo se le removía dentro, era absurdo.

——¿Qué te pasa? ——Apenas pudo salir de su garganta. De repente sintió ganas de llorar por lo que estaba viendo aunque no tuviera el contexto completo.

Soobin estaba de perfil desde su perspectiva, no se movió mucho, solo giró la cabeza hacia ellos de nuevo y sonrió.

——Yo no lo sé. ——Sonrió apenas, pero esa sonrisa fue diferente, porque incluso estando tan lejos, era notable el dolor con el que lo dijo, la sonrisa que mostró estaba tan rota como nadie sabía que él lo estaba por dentro ——. Yo supongo que ya no tengo arreglo ——suspiró con una sonrisa ——, porque ya no puedo sentir nada.

Yeosang frunció el ceño, Beomgyu seguía intentando entender, procesar.

——¿De qué hablas, Binnie? ¿Qué pasó? ——preguntó preocupado dulcemente el mayor de los tres.

MENTES RETORCIDAS [Yeonbin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora