Apenas llegué a casa, abrí mi laptop, nesecitaba hablar con Daniel. Debíamos encontrarnos, hablar, salir, continuar lo que habíamos dejado...
Pero sorprendentemente no estaba conectada.
Aunque algo más llamó mi atencion.
La linda chica de cabello chocolate me había aceptado na solicitud, era todo un milagro, al parecer mi suerte se incrementaba.
N o espere más y escribí.
•Hola
•¿Te conozco?-respondió luego de unos minutos.
•No, pero te llame en otro día.
•Asi que eras tú...¿Por qué lo hiciste?
•Llamarme, ah y no dejar de decirme Daniel.
•Bueno, una chica me había dado su número y al parecer cuando marqué confundí un número y terminé por llamarte.
•Ya, pero te dije miles de veces que no era la tal Daniel y seguías diciéndome así ¿Acaso ella te negaría de esa forma?
•No, pero en serio lo siento.
•Lo sientes...bien.
•Bien-no sabía que más poner pero me moría por seguir hablando con ella-¿De donde eres?
•San Francisco y ¿Tú?
•Boston.
Tardó más tiempo en responder que la anterior vez.
•¿Eatudias?-me preguntó al fin.
•Si, tengo dieciséis.
•¿En el instituto central?
•Si...¿Cómo lo sabes?
•¿Conoces al maestro Kevin Robinson?
No podía creer que estuviera hablando (Bueno, chateando) con la hija de mi maestro de ciencias.
•Si, me enseña ciencias. Es tu papá ¿No?
•Si, lo es.
•Entonces ¿Por que vives en San Francisco y él aquí?
•Porque...haces muchas preguntas para conocerme tan poco.
•Mira tú, si eres la que acaba de enterarse todo de mí.
•No todo estoy segura.
•Cierto, hay demasiado de lo que quizás no quieras enterarte.
•Supongo que no me lo dirás.
•Solo si no quieres.
•No quiero.
•¿No te da curiosidad?
•Si tú dices que no me gustaría enterarme ¿Por que ha de saberlo?
•Ciero, no eres arriesgada, te voy conociendo.
•Venga, dime.
•No hay nada que decir. Solo quería saber de que forma reaccionabas, y al parecer eres cohibida.
•Si, algo ¿Problema?
•No, para nada. Me cae muy bien la frente definida.
•Tienes personalidad.
•Todos la tenemos, incluso los que le roban pa personalidad a otros...personalidad nula.
•Por fin lograste sacarme una sonrisa.
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Una increible coincidencia
Teen FictionElla creía poder mantener la falsa sonrisa estampada en su rostro, para esconder su añoranza de tiempos pasados que nunca volverían. Él salía adelante sin importar el trato que recibía de su entorno y el descuido total de sus padres. Pero ambos sabí...