Sin palabras

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-Y... ¿Qué harás en las vacaciones?
-No tenía nada planeado, en realidad.
-Yo iré a Los Ángeles a visitar a mis amigos con mis padres.
-Y ¿James?
-Con una novia y con todos los centros de comida rápida vacíos, ten por seguro que no irá.
-¿Tiene novia?
-Sí, pero dudo que duren al igual que como con cualquiera de sus exnovias. Aunque es lindo ver a mi hermano saltando por la casa y largándose por horas sin molestarnos. Si por mí fuera, que duren hasta viejitos.

Me río y beso un lado de si cabeza. El cielo está hermoso y aunque algo de calor, se abraza a mí como si estuviéramos bajo cero.

-¿Me extrañaras? -me pregunta haciéndome ojitos.
-Claro que sí, preciosa -beso sus labios- Me encantaría pasar las vacaciones contigo, pero solo me queda extrañarte.
-Y... ¿Por qué no?
-Porque no ¿Qué?
-No tienes nada que hacer en las vacaciones... Ven conmigo. Será el mejor viaje que hayas tenido.
-Y el primero.
-Bueno, pero te encantará. Conocerás todo Los Ángeles y a mis amigos, iremos juntos en el avión y te podrías quedar conmigo -su sonrisa es auténtica- ¿Qué dices?
-Uhm...

Es verdad. No tengo nada que hacer y me gustaría viajar con Cally, así quizá podamos unirnos y por fin lograría enamorarme de ella.

-Me parece perfecto.
-¡Sí!

Salta sobre mí y me da un gran abrazo, luego recibo un beso corto y hace una clase de baile de la victoria.

-Si haces ese baile en el aeropuerto quizá me desanime.
-No permitiré que eso pase.
-Tendrás que ponerte a ello.

Una timbrada de mi móvil irrumpe en el bonito ambiente que habíamos formado. Tomo el
móvil y leo la pantalla.

Mensaje de Lisa:
Hey Derek! Te estoy...

Me basta con leer el nombre en la notificación y la cierra, luego me decido por silenciar todos los mensajes de Lisa.

-¿Algo importante? -pregunta Cally.
-No, es solo mi tía preguntando como estoy.
-Te cuida mucho.
-Sí, y aunque sea raro disfruta que lo haga.
-Lo sé, se te nota.

Dejo el móvil en la mesita de noche y vuelvo a envolverla con los brazos.

-¿Saldremos hoy?
-¿Qué quieres tú?
-Dormir, anoche me quedé hasta muy tarde en tu casa y tú madrugaste para venir aquí, así que supongo que también estás cansado.
-Solo lo normal, pero haré lo que tú quieras.
-Bien, juguemos a tomar el papel de un objeto. Yo soy un perro dormilón y tú eres la alfombra.

Vuelvo a reírme. Hoy está siendo un buen día.

-Me temo que si tus padres nos ven durmiendo juntos me echarán de la casa.
-¿Alguna otra opción?
-Vayamos a mi casa y nos tiramos una siesta en el sofá.
-Tu tía.
-Le diré que no salga de la cocina y le quitaré la cámara.
-Bien, vamos.

Se arregla un poco y se enfunda en una polera delgada para salir. Anuncia que saldrá y nos despedimos para subir al auto.
Ya en el auto, su cansancio se hace evidente al quedarse dormida.

                                     § § §

-¿Qué es eso?
-Es Jane, dice que habrá una fiesta y que podemos ir.
-Pero no tengo nada planeado y ni si quiera tienes algo que ponerte.
-Por eso no te preocupes, podemos ir a una tienda y me cambio en el auto -propone.
-¿Quieres ir?
-Yo...sí, hace mucho que no voy a una fiesta y en Los Ángeles eran constantes, así que las extraño -toma su bolso y comienza a buscar algo- La pregunta es si tú quieres ir.

Me paso la mano por el cabello. Me gustan las fiestas pero no sé si sea preciso que vayamos a una cuando todo va mejorando, digo, las fiestas siempre acaban mal para alguien y ese "alguien" generalmente soy yo.

Una increible coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora