Los días pasan más lento cuando nada impactante los llena y yo estaba totalmente agradecida de que así fuera.
Cada vez que algo distinto aparecía en mi vida, terminaba de la forma menos conveniente.
Y ejemplos me sobraban.
Marck.
Nick.
Daniel...
Aunque lo único distinto que llegó a mi vida y le sumó unas sonrisas fue Derek.
Me entendía, se preocupaba por mí, me escuchaba y lo mejor de todo... era real.
Hablar con él era como desconectar de la realidad, mi dura realidad y él la entendía, quizás hasta mejor que yo.
No digo que su vida fuése mala, el hecho de tener padres descuidados, un hermano malísimo y poca hablidad social pública no eran para nada su culpa. Pensé que meterme en sus zapatos sería como seguir una rutina masoquista pero tener que sonreír para tener que disimular el disgusto.
Aunque al parecer por primera vez el brillo irrumpió en su rutina. Según me contó, una amiga suya había vuelto a la ciudad y al parecer los dos se dieron cuenta que la amistad era lo mínimo a lo que ellos podrían aspirar.
Lo encontraba realmente feliz, en skype, patecía que la sonrisa se le había estampado en los labios, temía por él, tenía la sensación de que pronto le daría un calambre de tanto sonreír.
Su foto de perfil cambió, al igual que mucho en su vida.
Aunque seguía saliendo él con una maravillosa sonrisa, la impactante rubia de lindos vestidos aparecía dándole un beso en la mejilla y entralazando sus dedos con una sonrisa bailandole en los labios.
Me sentía feliz por él.
Sus fotos estaban inundadas por una increíble felicidad y... se hacía contagioso.
Imagino que cuando yo le hablaba de mi vida amorosa él se sentía bien por mi (de hecho, me lo decía), pero... pero yo nunca había conseguido a alguien tan importante como lo era ella para él, definitivamente si ellos terminaban ella dejaría una huella casi inborrable en él.
Pero volviendo al punto... ¿Qué sería de mi estos interminables días?
Añoraba con toda mi alma volver a vivir algo mágico, no, algo real... que me llenara. Soy conciente de que todo esto que deseo puede llamarse masosquismo, pero realmente no puedo fingir más.
Necesito algo que me saque de mi realidad.
Que me haga sentir que estoy volando cuando en realidad piso la tierra pero de la mejor manera.
Desafortunadamente no podía elegir... tenía que buscar.
¿Pero en donde?
Jessica vuelve a tirar de mi brazo haciendo un puchero.
-Vamos Lisa -replica- ¿Acaso piensas dejarme ir sola a la fiesta de Corbin?
La fiesta de Corbin.
La fiesta más esprada de todo el año, era la suya. Solo algunos lograban ser invitados y debido a mis últimos “espectáculos" en el instituto era evidente que sería invitada.
Y así fue, aunque Jessica tuvo otra razón para ser invitada. Ella y Corbin se encontraban en un extraño coqueteo... lo importante es que tan solo Sophia, Jessica y yo estábamos invitadas.
La razón por la que no quería ir... ¿Me creía capaz de gastar dinero en un vestido (retazo de tela a mi parecer), zapatos y demás sin contar tener que contar bailar y sonreír como si nada me pasara?
Si Jessica seguía insistiendo, puede que llegue a dudarlo.
-Jessica, sabes que te ayudo cuanto puedo pero... ¿En verdad hay nesecidad de que vaya? Sophia irá, recuerda que no soy exactamente la “reyna de la fiesta".
-Si pero ¿Quién hace los pasos de baile más llamativos de todos?
Touché. El año pasado fuimos a una fiesta que organizó el instituto y cuando empezé a bailar todo el mundo se detenía a verme. Juro que solo me faltaba que comenzaran a tirar monedas a mi sombrero.
Al final, unos galanes de un año superior se acercaron a charlar conmigo, lo que significaba, les dejé ligues en bandeja a mis amigas.
Alexis no tuvo tanta suerte, al parecer no habían chicas del otro bando en las fiesta a las que íbamos.
Me muerdo el labio inevitablemente.
-Iré -sonríe y se lanza a abrazarme, la detengo- Pero una condición, prohibido dejarme en ridículo.
-Aceptado.
Ruedo los ojos y me dirijo a mi casillero arrastrando los pies.
Estas semanas se han ido muy despacio y se vuelve agotador.
Alexis se acerca cuando me ve . Me detengo frente a mi casillero y comenzé a quitarme la chaqueta pero como tenía el morral atravesado se me hacía un lío.
Como era de esperarse, él acude en mi ayuda.
Me quita el morral se lo cuelga al hombro, luego tira de la chaqueta hacia atrás y me la da.
-Otra vez está comprobado que no serías nada sin mi -me acerca a si envolviendo mis hombros con su brazo y besa mi frente.
-Es demasiado obvio ¿No?
-Claro -niega sonriente- ¿Te llevo a casa? O tienes un vestido que alistar, pero recuerda que tengo que aprobarlo antes que nada.
-La fiesta es el fin de semana... aún queda tiempo, además iré con Jessica y Sophia a elegir el vestido y los zapatos.
-¿Haz hecho planes que no me incluyan? -pone cara de sorprendido.
-No todo gira en torno a ti, Al -beso su mejilla- Y sí, puedes llevarme a casa.
-Sí su señoría -me hace una reverencia.
Tiro de su mano y lo llevo hacia el estacionamiento, pero antes de dar con el auto alcanzo a ver a a una chica morena apoyada contra el auto fumando un cigarrillo.
Al vernos llegar se quita los lentes de sol y nos sonríe pícara.
-Hola Alexis -su voz suena empalagosa.
-Ah... hola Stella -me giro a verlo y noto que el color abandonó su rostro, está tenso y por como suda su mano también nervioso.
-Supongo que debes ser... ¿Louisa? -me señala con el dedo lo cual no me agrada en lo absoluto.
-Lisa -la corrijo al instante- Disculpa mi intromición pero deseo saber quien eres.
-Al parecer no te han hablado de mi -mira directamente a Alexis.
-Nada en lo absoluto -suelto la mano de Alexis.
-Soy Stella Maray y por si te lo preguntabas no estudio aquí -mira con disgusto nuestro instituto- Soy... si así pudiese decirse, amiga de Alexis -apoya una mano en su cadera, que en parte podemos ver por la corta camiseta que trae puesta- Ya hace varios años que somos “amigos".
Levanta los dedos y guiña entre la palabra amigos.
Y se ríe, como una maniática, pero lo hace. Lo descarada que es me saca de quicio, realmente me han entrado unas ganas de abofetearla.
Miro a Alexis y él no puede dejar de verla.
Odio no saber nada de ella, se supone que sé todo y ya ni si quiera estoy segura de las cosas que sé.
Su vida me trae sin cuidado (solo un poco) pero es simplemente porque no tocamos el tema.
Además, ella dijo “hace varios años", y pues para entonces ya debería saberlo.
Pero me encontraba nula... y eso era frutrante.
Ella tira el cigarrillo y lo aplasta con sus botines.
Por fin Alexis me mira, pero temo lo que vaya a decirme.
-Discúlpanos -le dice a ella, pero esta simplemente mueve los dedos en el aire.
Tira de mi y me lleva detrás de un árbol no muy lejos, cuando nos detenemis me suelto de su agarre de un tirón.
-Dime -farfullo molesta- ¿Cómo es que no sé nada?
-Yo...
-Pensé que nos lo decíamos todo -me palmeo la frente- Osea no te pido un informe detallado de tu rutinapero al menos si lo más importante... soy tu mejor amiga y no tengo ni idea de quien es esa tipa.
-Lo siento -susurra cabizabaho, pasan unos segundos y retoma la palabra- No quería que te enterarás porque sabía que ella no te agradaría.
-¡¿Eso importa acaso?! ¿es que no te molestó saber como Daniel fingía quererme o como Marck jugaba conmigo o Nick, que llegó a hacerme daño? -asiente frunciendo el seño, lo cuañ me dice que aún le afecta- Me dolería verte dolido un día y que cuando te pregunte el porque me dugas “veras, hubo una chica de la que nunca planee decirte" -tomo sua brazos- Al, eres mi mejor amigo y ten por seguro que puedes confiar en mi pero si tengo que recordartelo me sentire afectada... lo siento.
Lo suelto y me aleho de ahí corriendo, oigo como grita mi nombre pero no volteo.
Recuerdo alguna vez haber pensado que una de las cosas que un chico hacía generalmente conmigo era dejarme de la peor manera posible, pero que siempre existiría uno que ni si quiera planearía hacerme daño... Alexis.
El único chico al que le había permitido entrar a mi mundo sin limitaciones y nunca me había arrepentido de hacerlo.
Quizás exagere pero me siebto desepcionada.
Cuando llego a casa no veo el auto de Alexis, no puedo negar que albergaba cierta eaperanza de que vieniera por mi.
Como siempre estaba equivocada.
Antes de subir a mi habitación, me sirvo un caso de agua me tomo la mitad y el resto me lo tiro en la cara.
Hago eso cada vez que quiero salir de labrealidad, como si quisiera despertar de ella y solo hay una persona que me ha visto hacerlo y de vez en cuando nos tirabamos los vasos ebtre nosotros. Pero me creía incapaz de pensar en esa persona ahora mismo.
Subo a mi habitación sin tener intensión de cambiarme la ropa mojada.
¿Cómo es posible que no haya tenido la confianza necesaria para contarme de la descarada chica?
Tal era mi confianza en él que hasta le había dado una copia de las llaves de la casa a escondidas de mamá.
Ahora mismo odiaba a esa chica.
Me levanto y traigo el parlante a la cabezera de la cama, lo enciendo y sube el volumen hasta que solo se oye la música. Sue a Yesterday de the Beatles, a mi parecer la mejor banda de todos los tiempos (ideología que tiene bastante influenci a de mamá).
Pero esta canción tenía algo que me fascinaba, el estilo de la banda era divertido y las letras de McCartney solo demostraban las maravillas de las que era capaz de escribir.
Cubro mi cabeza con la almohada y canto la canción ain dejar de pensar en lo descepcionada que ando desde los catorce. Patético.
§ § §
Al abrir los ojos estoy cubierta por una sábana hasta el abdomen, no traigo la almohada encima y tampoco tengo medias.
Pienso que mamápudo haber sido, pero cuando noto en mi móvil que la hora es cinco y cuarto descarto la idea.
Retiro las sábana y me siento al borde de la camaenvolviendo mi cara con las manos, los recuerdos me abordan poco a poco.
Alexis.
Una lágrima cae por el rabillo de mi ojo y sollozo en silencio. Él me habría abrazado, me susurraría que todo estaría bien y que sin importar nada lo tendría a él.
Y ahora que lo necesito...
Noto que el parlante sigue reproduciendoce y suena con un volumen mas bajo Stay with me de Sam Smith, lo cual no ayuda en lo absoluto.
Quédate conmigo.
-Quédate conmigo -susurro casi inaudible- No me abamdones.
Y sin poder evitarlo vuelvo a sollozar. Sé que está mal que llore simplemente por esto, pero puedo sentir como se aleja y algo me dice que esa chica podría quitarmelo si así lo quiciese.
-Nunca te he abandonado, Lis.
Dirijo la mirada de donde provino la voz y se me eriza la piel cuando alcanzo a verlo.
-Y nunca pensé hacerlo -se acerca y coje mis manos, quiero apartarlo pero me aiento tan débil que se lo permito- Lamento haberte hecho sentir asi, es mas, a penas te fuiste vine por ti... Sí, tarde pero fue porque quice pensar las cosas que iba a decirte y...
Se levanta y se acerca a una mesita en la que se encuentra un proyecot conectado a su laptop, en un par de segundosse proyecta una imagen en la pared más despejada de mi habitación. Él toma una hoja que obtiene de su bolsillo y lee.
-A los tan solo cinco años ya poseía la suerte de haber conocido a Lisa Rose Robinson Jhons. Hija de Kevin Robinson, maestro de ciencias en Boston, y de Heather Jhons, directora administrativa de una gran editorial de cuentos para pequeños -hace una pausa y toma aire, continua- Le pusieron de nombre Lisa a su adorable hija porque ,de pequeño, su padre soñaba con llegar a casarse con Lisa Simpson -sonrío- Y Rose, porque su madre no podía perderse ninguna de las numerosas repeticiones del Titanic en tv... al igual que la misma Lisa -me mira inclinando la cabeza un poco, con un control, cambia la imagen en la que teníamos cinco a una en la que tenemos siete y vamos a nuestro primer día de escuela- Recuerdo haber sido el único niño que no lloró el primer dia de clase, ella siempre creía que la razón era porque me gustaba hacer nuevos amigos. Admito haberme asustado inicialmente, pero entonces me encontré con ella en los columpios y todo mi temor se esfumó, sabia que la tenia a ella y no necesitaba nada más -vuelve a tocar en control y se ve un collage de fotos de la primaria- La primaria fue fácil, no por las pocas.asignaturas sino porque cada fin de semana veía a mi mejor amiga y ella me ayudaba a seguir sonriendo y dar cara por mí en cuanto a la escuela ahora se ve una foto de cuando fuimoa juntos al baile de graduación de primaria- Recuerdo bien esa noche, estuvimos durante la ceremonia pero luego todo se nos hizo superficial y preferimos ir al gran jardín que ya era para noaotros típico en el almuerzo, pero la pasamos muy bien, yo al menos la pase bien... con ella ahí -ahora está una foto de cuando guimos al parque acuático hace dos veranoscon las chicas- Los años pasaron y ella y yo continuábamos siendo buenos amigos, supongo que tuve que resignarme a comparitrla con sus amigas, que pronto se convirtieron en mía amigas pero tenia que acostumbrarme, mi mejor amiga era la chica mas linda de toda la escuela, era conciente de que pronto apareceria un cavernicola que querria dañarle el corazón... pero yo nunca lo permitiria -levanta los ojos para asegurarse de que lo veo y vuelve a leer- Sé que a veces he sido un estúpido pero soy conciente de que no la quiero... no con todo lo que hemos vivido juntos, no, yo no la quiero... la amo.
Lisa Robinson Jhons, eres mi mejor amiga y te amo.
-Oh, Al -me acerco rápidamente a sus brazos pero me detiene tomándome de los hombros- ¿Me perdonas por lo estúpido que fui?
-Al... -sostengo su rostro entre mis manos- Estabas perdonado nates de hacer todo este detalle, exagere un poco pero es que...
-No, tú me lo dices todo -baja la cara- Debí hablarte de Stella.
Su nombre se me clava como una estaca pero trato de disimularlo.
-Al, lo importante... -con dos de mis dedos levanto su cara desde la quijada- Es que estás aquí... ahora, y te perdono.
Ahora sí me lanzo y lo abrazo como si no hubiese un mañana... como si esa fuera la última vez que lo tendría cerca, pero sería mentirse el solo hecho de pensarlo.
-¿Me amas? -pregunta susurrando dulcemente en mi oído.
-Tanto como tú a mí -nos separamos y noto la paz que abunda en su rostro, supongo que también me veo así porque sonríe.
-¿Te importa si voy por un vaso de agua? Es que se me ha secado la garganta de todo lo que he dicho.
-Claro, abajo hay un jarra con jugo de naranja -asiente y abandona mi habitación.
La hoja que leyó yace en el suelo, sonrío al verla y me agacho a recogerla. Cuando la tengo entre mis dedos ansío ver las hermosas palabras de Alexis y su linda caligrafía, pero... la hoja está blanca a exepción de una corta frase.
“No la dejes ir”
Una lágrima se desliza por mi mejilla y sonrío, a mis espaldas se abre la puerta.
-No sé si te importa que haya tomado dos vaso es que... ¿Lisa?
Volteo y su seño fruncido demuestra la duda en él, entonces ve que sostengo la hoja de papel entre mis manos.
-Eres la mejor persona que ha pisado este mundo lo sabes ¿no?
-Me confundes con Mandela.
♥×♥×♥
He aprendido a valorar los días en los que nada diferente pasa...no porque no haya emoción, simplemente sé que lo único que necesito para mantenerme feliz son mis amigos, mi familia y Alexis. Sí, ahora Alexis pertenecia a otra categoría en mi vida, pero no podía considerarlo tan solo como un amigo y como no existe palabra en este mundo capaz de definir lo que significa él en mi vida usé su nombre... que original ¿No?
Bueno, admito que extraño los abrazos en plan cariñoso, los besos a hurtadillas entre clase y clase, las caricias, las sonrisas bobaliconas...pero ¿Aacaso algunas de esas acciones fue de verdad para mí? Tan sólo las he vivido porque me usaron para satisfacerse a sí mismos y ya no me duele saberlo, simplemente lo acepto y ya.
•Nadie nunca había hecho eso por mí.
•Tampoco por mí.
•Lo que hizo fue para que disculpara una falta grave... no que yo no sabía de una aventura suya.
•No puedes aceptar algo lindo que hicieron por ti sin preguntarte por qué ¿Verdad?
•Ya aprendí a hacerlo, pero no me critiques tú eres algo así como... mi confidente.
•¿Confidente? ¿En serio?
•Si, puedo contarte lo que pienso y no puedes criticar.
•Criticar, no. Comentar...
•Ni comentar.
•Gracias por respetar la ley de la libre expresión.
•De nada... ¿Que tal con Calleight?
•No podría ser mejor... al parecer a la gente le sorprende que Derek Rogers tenga novia y sea una de las más hermosas del instituto.
•¿Sabes? Presiento que cuando escribes esto no paras de sonreír.
•¿Acaso eres adivina?
•No se es adivina de las cosas evidentes.
•Y yo presiento de que estás muy feliz de que tu vida amorosa haya acabado por ahora ¿Estoy en lo cierto?
•De hecho, estoy feliz de haberme dado cuenta de que por ahora lo más importante es lo que ya tengo... ya que no creo encontrar a alguien lo suficientemente bueno para mí en el instituto.
•¿Crees que existirá una Cally versión masculina por allá?
•Ya te habria tirado una almohada de estar contigo, además... tú y Calleight van bien porque se complementan, yo necesito encontrar a esa mitad que me estabilice, aunque estoy feliz de no tener que preocuparme de eso por ahora.
•Me alegra saber lo bien que estás... ¿Sabes? Cuando Cally se esfuerza, su voz puede llegar a parecerse a la tuya.
•Es algo difícil encontrar una voz como la mía, sin ánimo de presumir pero es cierto, mi voz es muy liviana, suave casi inaudible si asi lo quisiese.
•Entonces es por supuesto que cantas.
•Solía hacerlo, no lo jugó desde años, pero en su tiempo era muy buena para eso. A mi papá y a mí nos encantaba cantar juntos Can you geel the love tonight de Elthon Jhon.
•Si me conecto a skype ¿Podrias cantar para mí?
•Es complicado.
•Por favor.
•No entiendes. Te conté que sonreír me recuerda a papá... pues, cantar me recuerda aún más a él. Yo aprendí a cantar con su ayuda.
•Está bien, no quiero causarte ningún fastidio.
•Gracias Dek.
•¿Harás añgo esta noche?
•¿Me estás invitando a salir?
•Claro, yo llevo la laptop al cine y tú compras las palomitas.
•No, hoy no haré nada. Con surrte Anne vendrá a casa, es la única con posibilidades de no estar ocupada.
•Lástima.
•Y tú ¿Qué planes tienes con Cally?
•Vendra a casa y veremos una pelicula, aunque es muy perfeccionista, quizá llegue a traer las butacas del cine, nada menos.
•Es increíble que tengas novia,e hace feliz saberlo.
•Gracias Lis... acaban de llamar a la puerta, será mejor que vaya a ver.
•Claro, adiós y gracias por siempre sacarme una sonrisa.
•Y a ti por permitirme hacerlo.
Cierro la laptop mientras lanzo un suspiro.
Ya acabe de hablar con Derek, mi última reserva del día, Anne no me ha llamado y sinceramente pienso que quedarme en casa a ver series de casos criminales mientras.me engordo con toda la comida del refri se me hace tentador, pero decido salir a dar una vuelta para no ceder a la tentación de engordarme con comida basura.
Mamá me pasó un mensaje al móvil, vendrá tarde. Ni si quiera mi madre estaba disponible para mi hoy. Tomo las llaves y las guardo en mi bolso, me traigo el móvil por si alguien se digan a llamarme y me encamino fuera.
Ahora la pregunta decisiva... ¿A dónde voy?
Cuando cruzo la calle para salir de la manzana directo al parque, en una esquina, una niña de cabeñlos rubios se abraza las rodillas llorando desconsoladamente. Me acerco a ella con cautela y me acuclillo a su lado.
-Hola... ¿Te sientes bien? -por más pequeña que sea la niña soy consciente de que he dicho lo más estúpido que me vino a la cabeza.
La pequeña niega sin que pueda verle la cara.
-¿Te golpeaste o te haz hecho daño? -pregunto dejando mi mano en su hombro.
Esta vez asiente y estira su rodilla hacia mí, la veo sangrar pero ella sigue sin levantar la cara.
-Sangras... Lo mejor será que vayas con tus padres ¿Sabes donde estan?
Niega y esto llega a asustarme ¿Qué haré yo con una niña que no sabe donde está ni donde están sus.padres? Podría llamar a sus padres, pero es tan pequeña que dudo que sepa su número de casa. Además, si la llevase a casa, está sangrando mucho y no sé si podría caminar.
Pero sería un buen avanze saber donde vive... o como se hizo eso.
Pensándolo bien, si ella está aquí, dudo que su casa quede muy lejos o que al menos sus padres la estén buscaando por esta zona. Debo contimuar sacándole información.
-Está bien, lo haremos de esta forma -me acerca justo delante de ella- Te diré como me llamo y tu me dirás tu nombre, entonces ppdré ayudarte a saber donde están tus padres y estarás mejor ¿Si?
Asiente y sus rizos caen delante de su cara lo que me impide aún más ver su cara.
-Me llamo Lisa y estoy dispuesta a a ayudarye en lo que pueda -ella da un respingo- Ahora tu nombre.
-Jennifer... pero puedes llamarme Jenn.
Levanta su cara despacio hacia mi y entonces comprendo que tendré un problema gordo.
De miles... millones de niñas en el mundo, me había topado con la hermana de mi último ex novio. Que suerte la mía.
-Supongo que me recuerdas ¿No?
-Sí, pero tú y Nick no...
-Ya no estamos juntos -afirmo sonriendo tristemente más por ella que por mí.
-¿No te pareció algo rápido? -río- Digo, nadie dura menos de un mes con él... ese es el tiempo en el que tardan en darse cuenta de que es un mal novio.
Pestañeo varias veces, su hermana es consiente de que él es... debe ser duro saberlo. No es tan pequeña como suponía.
-Bueno, volvamos a lo importante ¿Cómo te hiciste eso? -señalo su herida con la mirada, que cada vez sangra más.
-Salí a jugar al parque de aquí y me caí sobre un barrote cerca a la minipileta, no recierdo como llegué hasta aquí, así que intenté volver pero no puedo caminar por más que lo intente -lanza un ligero gemido.
-Bien... no recuerdo perfectamente donde queda tu casa pero la mía está allí -señalo una casa que está en la otra esquina- Tratare de curarte la herida y llamaré a Nick para que venga por ti.
-¿No te sentirás incómoda hablando con él? -«Esta niña es un amor».
-Eso no es lo que importa -coloco la mano sobre la suya- Tu bienestar es lo que importa, así que te cargaré hasta allí ¿Bien?
Le estiro la mano y ella la toma, entonces apoya todo su peso en mí y la sostengo, ya está de pie. La cojo de loa hombros y la suno encima de mí, pesa pero trato de no pensar en eso y la ñlevo. A pesar de que mi casa se encuentra a tan solo unos metros de donde estábamos, se me hace como si estubiése atravaesando todo un país.
Fianlmente abro la puertadejándola a un lado y jalo el sofá de la sala para que esté más cerca y no tener que llevarala más lejos. Cierro la puerta y me dirijo a la cocina. Sirvo un vaso de jugo de nranja y se lo llevo, luego regreso por un vaso de agua, una botellita de alcohol, algodón, una tela blanca, gaza y cinta de curaciones.
-Bien, primero te lavaré la sangre para hacerlo mejor, esto no dolerá -le comento y ella asiente.
Limpio los alrededores de la herida con la tela y ahua, no se queja, parece no dolerle.
-Ahora el alcohol -tuerce la boca, supongo que sabe que eso duele, así que no se lo digo.
Con una bola de algodón y alcohol limpio la herida, ella no se queja pero aprieta losnpuños y grunce el ceño.
-Terminamos con la gaza -la pongo sobre la herida limpia y la aseguro con la cinta- Y listo ¿Estás mejor?
-Algo adolorida -reconoce- pero bien, gracias.
-Eres muy fuerte Jenn -le sonrio para reconfortarla, ella se sonrroja- Y debes seguir siéndolo, llamaré a Nick.
Saco el móvilde mi bolsillo y voy a la cocina para que ella no nos oiga hablar, ya que me espero cualquier cosa de él.
A la cuarta timbrada responde.
-¿Qué quieres Lisa? -pregunta cortante.
-Mira Nick, no estoy para tus tonterías -mascullo- Encontré a Jenn herida cerca a mi casa, la traje aquí. Llamaba para saber si alguien podría recogerla.
-¿Herida? ¿Qué le pasó? ¿Está bien? -oigo el nerviosismo y la preocupación mezclados en su voz.
-Al parecer resbaló y cayó sobre un barrote -suelta un gemido- La traje aquí y la curé cuanto pude. ¿Vendrás?
-Si... Necesito tu dirección, sinceramente no la recuerdo.
«Oh, claro que la recuerdas pero te haces el difícil incluso cuando tu hermana está herida»
-Ah, bien.
Le dicto mi dirección y me dice que en menos de diez minutos estará aquí.
Cuelgo y donde se encuentra Jenn. Se le ve bastante tranquila y eso me saca una sonrisa. Recuerdo el pánico en sus ojos y el temblor de sus manos cuando la hallé.
-¿Estarás bien? -me pregunta.
-¿Yo? Claro que lo estaré -me siento a su lado Y tú también.
-Nick ¿Vendrá por mí?
-Sí, dijo que venía así que debe estar por llegar.
-Ah, está bien.
-Cierto ¿Y mis modales?
Me dirijo a la cocina en busca de algún bocadillo. Recuerdo los muffins que hicimos mamá y yo ayer y tomo uno del refri, escojo el de carita feliz.
-Toma linda -se lo ofrezco.
-Gracias Lisa -le da un pequeño mordisco- Está bueno ¿Tú lo hiciste?
-Con mi mamá.
-¿Puedo preguntarte algo?
-Claro linda.
-¿Por qué eres tan buena conmigo si mi hermano fue malo contigo? -me pregunta tímida.
-Pues me gusta hacerme amiga de los niños ¿Sabes? -tomo su manito- Además, tú no tienes la culpa del comportamiento de tu hermano con las chicas.
-Me gustó venir -sonríe- Me agradas mucho.
-Tengo una idea -me acerco como si fuera a compartirle un secreto -¿Qué te parece si vienes otro día y hacemos muffins en mi casa?
-¡Si! Me encantaría -responde contenta.
-Entonces ya quedamos ¿Si? -se oye el timbre.
-Por supuesto.
Cuando me levanto, ella se apoya en mi brazo y yo la sujeto con fuerza, pero con la mano restante toma mi mano. Abro la puerta y veo a Nick en una fase que no conocía de él.
-¿Estas bien? -le pregunta arrodillándose para mirarla de frente.
-Gracias a Lisa, ella me cuidó -me da una sonrisa y feliz se la devuelvo.
-Bien princesa, será mejor que nos vayamos.
Jenn se acerca ye abraza fuerte, una chispa de alegría me ronda el rostro.
-¿Me lo prometes? -susurra.
-Ya está prometido linda -beso su mejilla- Cuidate.
-Y tú, gracias -se despide con la mano y Nick la sube al auto.
Estoy por cerrar la puerta cuando oigo a Nick llamarme.
-Hey Lisa -se rasca la nuca nervioso- Lamento haber sido tan...
-Nick, no te preocupes.
-Pero es que yo...
-Ya la ayudé y ella me agradeció, no la dejes sola vete.
-Bien, gracias.
-Claro, adiós.
-Adiós.
Cierro la puerta y me dejo caer en el sofá, entonces noto algo de sangre seca en mi camiseta, pero sonrío al ver la mancha.
Lo que importa es la amiga que hize.
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Holi mis zhukulentos lectores
Que tal? Hace un siglo que no publico y si hay que hallar culñables, pues... MALDITOS EXAME ES!
Ya resolvimos el caso xd (me siento tan csi )
Bueee espero que les haya gustado, besos
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Una increible coincidencia
Teen FictionElla creía poder mantener la falsa sonrisa estampada en su rostro, para esconder su añoranza de tiempos pasados que nunca volverían. Él salía adelante sin importar el trato que recibía de su entorno y el descuido total de sus padres. Pero ambos sabí...