-Pero papá mi cumpleaños ya pasó y faltan muchos meses para que sea el de mamá.
-Lisa no hace falta, sé que me extrañas y yo anhelo algún día dejar de vivir a esta distancia pero por ahora no se puede.
-Mamá me apoya -supongo que esto lo convencerá- Las dos queremos visitarte, además muero por conocer un lugar que no tenga que ver con San Francisco.
-Pues no te pierdes mucho...
-Papá -me palpo la frente- Quiero verte y mamá vendrá conmigo.
-¿Derek Rogers tiene algo que ver con esa desicion? -me insinúa.
-¿Derek? ¿El primo de Sophia? -trato de disimular mi nerviosismo- ¿Lo conoces?
-Claro, le enseño ciencias desde que llegué aquí -sonrío al ver lo real que es Derek.
-Papá... iré allá quieras o no.
-No estoy de acuerdo.
-Lo se -estoy realmente cansada de esto- Pero iré papá y no podras impedírmelo. Te quiero, adiós.
Cuelgo la llamada y dejo el móvil en la mesita de noche.
Observo mi cama, un vestido azul noche yace esperando que me lo ponga, pero la pregunta es: ¿Para que iría yo a la fiesta de Corbin? Eso de arreglarme para terminar bailando cuando ni si quiera estoy de ánimos se me hace fatal, pero no tengo opción, y nunca fallo a algo a lo que ya me comprometí.
Alexis llamó, dijo que iría a la fiesta con Stella, y yo ni si quiera me había enterado de que lo habían invitado.
Después del alboroto, me explicó que Stella era una amiga que conoció cuando viajó a Canadá a visitar a sus abuelosYo no quice saber más y le dije que no se preocupara por mí, que Jessica me llevaría, pero lo cierto era que esa chica no acababa de convencerme.
Mi cabello estaba mojando mis hombros por la ducha que acababa de tomar, así que me acerqué al tocador y lo empecé a secar con la secadora.
Al terminar me senté en la cama mirando el vestido, mamá mi dió algo de dinero para comprarme uno y salí con las chicas a comprarlo.
A penas lo vi no quice continuar buscando, lo compré y me lo traje a casa.
Pero ahora que lo veía me preguntaba si era para alguien como yo.
Oí un zumbido proveniente del móvil y lo tomé.
•Vamos dejame ver el vestido.
Derek se había pasado toda la semana repitiendome que debía ir a la fiesta para desconectar un poco y yo seguía haciéndome la caprichosa sin tener ganas de ir.
Le tomé una foto al vestido sobre la cama y se la envié.
•Me gusta mucho pero sigo sin tener ganas de ponérmelo.
•Es un vestido muy mono, deberías darte la oportunidad de ponértelo así sin más.
•No puedo.
•Es fácil, póntelo sin pensar porque o para que, lo único que debes pensar es en lo bien que te verás con el puesto.
•Gracias Dek.
•De nada Lis y que tengas una linda noche.
•Igual tú.
Me desvisto rápidamente y me pongo el vestido con zumo cuidado, pero me doy cuenta que mis manos no alcanzan la cremallera y no quiero que nadie me lo vea puesto todavía así que luego de varios intentos, la cremallera cede.
El vestido es totalmente ligero y nada llamativo, me llega unos dedos sobre la rodilla y no tiene mangas, por lo cual mi cadena se ve muy bien con el.
Los zapatos, al ser altos, me incomodan un poco pero cuando me encuentro delante del gran espejo de mi habitación todo pensamiento o idea se retira de mi mente.
Me veo realmente bien, tan solo me pongo unos brazaletes y todo queda de maravilla, tanto que es difícil de asimilar.
-Cariño -se oye a mamá en la puerta, que luego abre- Jessica ya... llegó -al verme, primero se admira y luego sonríe- Estás preciosa Lisa.
-Gracias mamá -le dedico una sonrisa y tomo el bolso del tocador- Ya llegó ¿Verdad?
-Sí linda -me toma la mano y bajamos juntas- Antes que te vayas quiero darte esto.
Extiende su mano y me da un pin que tiene una “L" grabada. Una vez que termino de admirarme con lo hermoso que es, ella lo toma y lo coloca en una lateral de mi vestido y sonríe.
-Mamá es muy hermoso -le doy un corto abrazo al oír la bocina del auto de Jessica- Gracias.
-Espero que la pases muy bien y diviértete linda -me da un beso en la frente.
Aprieto suavemente su mano y salgo de la casa con una sonrisa bailando en mi rostro.
-¡Pero mira lo hermosa que estás! -dice Jessica al salir de su auto y venir hacia mí sonriendo.Ella lleva un vestido negro apretado y unos zapatos de tacón alto, su cabello al ser muy largo está sujetado en una larga cola que acaba en su cintura. Trae los ojos pintados de azul oscuro y la boca de color ciruela, así que también está muy hermosa en mi opinión.
-Luces increíble Jess -le sonrío y vamos juntas al auto.
-Gracias pero sé que no mejor que tú -enciende el auto y ruedo los ojos.
-¿Vive cerca? Realmente no me agrada la idea de tener que ir lejos.
-¿Quién? -pregunta ida.
-Corbin ¿Quién más? -no puedo imaginar lo tonta que la trae ese chico- Supongo que ya has ido varias veces.
-Una que otra vez -sonríe pícara- Está a unos quince minutos.
-Oh, cerca.
Enciende el reproductor del auto y suena Paradise de Coldplay, supongo que a esa le sigue todo el repertorio de Coldplay por lo fanática que es. Esa canción me gusta, pero no era mi preferida.
-Si vamos a oír Coldplay ¿Podrías poner Yelows o Adventure of a lifetime?
-Claro Lis, esas me encantan.
-¿Cuál no?
-Es verdad -se le iluminan los ojos- Amo todas sus canciones.
-Créeme lo sé.
Me recuesto en el asiento y cierro los ojos buscando algo de silencio para oír Yelows.
Pero al parecer Jessica no tenía los mismos planes que yo, pues comienza a sacudir mi brazo para que me levante.
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Una increible coincidencia
Teen FictionElla creía poder mantener la falsa sonrisa estampada en su rostro, para esconder su añoranza de tiempos pasados que nunca volverían. Él salía adelante sin importar el trato que recibía de su entorno y el descuido total de sus padres. Pero ambos sabí...