El inicio del fin

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-Y todo vuelve a ser realmente inesperado... otra vez.
-Pues... sí, es cierto -reconozco.
Jane y yo hablamos en el jardín de su casa. De pequeños adorábamos ir a su jardín durante largas horas, por eso estar aquí para mí es... no sé, simplemente me gusta.
Cuando hablamos de Cally y yo se mostró positiva y dijo que contemos con ella para lo que sea, lo cual significa que Cally ya poseía la aprobación de mi mejor amiga.
Pero reconoció que inicialmente la sorprendió porque fue muy rápido, y yo la entendí, el primer día de Cally en Boston y ya estábamos juntos.
Se acerca más en la banca de madera y toma mi mano.
-Derek -la miro, sonríe- Si que tengas una novia y seas muy feliz es inesperado, me encanta que lo sea.
-Gracias, en serio -apoyo mi cabeza en su hombro derecho- Que ella y tú se lleven bien, se me da de maravilla.
-¿Qué esperabas? -se cruza de brazos y su trenza me hace cosquillas en la nariz- Si es alguien que de una u otra forma te ayudará a crecer, yo encantada de hacerme su amiga, y mi aprobación fue más fácil de dar, ni si quiera me lo pensé.
-Sabes que sin tu consentimiento sería inquietante -admito.
-Pero no tienes que preocuparte por eso, sería una mala amiga de no reconocer lo buena chica que es para ti.
-Supongo que si.
-¿Es mi idea no andas algo embobado últimamente? -pregunta riéndose, la fulmino con la mirada y me levanto. Es cierto que cuando no estoy con Cally, lo único que hago es pensar en ella pero no creo andar como un idiota babeante- ¿Vendrá o saldrán hoy?
-Iremos a ver una película -saco mi móvil y veo la hora, cuatro y media- Voya a encontrarme con ella a las cinco para comer algo antes.
-Supongo que no estoy invintada -dice haciendo un puchero en plan bromista.
-Supones bien -beso su frente y me levanto-Voy a tomar una ducha y cambiarme.
-Bien adiós -besa mi mejilla y sonríe.
-Adiós Jane -me acerco a la puerta corrediza- Nos vemos luego.
-Claro y diviertete - se despide con la mano.
Salgo de su casa despidiendome de su mamá.
Cuando llego a casa son las cuatro y treinta y siete... tendré que apreaurarme un poco.
Como no hay nadie en casa, ya que Jake a quien sabe donde, papá y mamá ...trabajan y tía Kiara salió al súper según la nota del recividor, me quito la camiseta mientras subo las escaleras y para cuando llego a mi habitación ya estoy listo para entrar a la ducha.
Salgo del baño rápidamente con la cadera envuelta en una toalla y empiezo a elegir que ponerme, una camiseta azul, unos vaqueros negros y un par de tennis blancos terminan por convenserme.
Me visto fugazmente y tomo un cepillo para arreglar mi algo largo cabello, o al menos en la punta y los lados.
Tomo mi móvil y marco a Cally cuando ya estoy listo.
-Hola Derek -contesta con voz entusiasmada.
-Hola Cally -sonrío- Ya estoy listo, paso por ti en diez minutos ¿Te parece?
-Claro, ya estoy lista -asegura- Te espero.
-Voy para allá.
-Bien... te quiero -no puede verme, pero supomgo que ya habrá notado como se me iluminan los ojos cada vez que la oigo decirlo.
-Y yo a ti, Cally. No me tardo.
Bajo rápido las escaleras y me zampo en el auto, me dirijo a su casa con una sonrisa bailandome en los labios.
Un semáforo me detiene y comiemzo a.esperar impaciente, entonces enfoco la mirada en el pase peatonal. Jake y sus amigos cruzan la pista, a simple vista mareados y por costumbre bajo la cabeza aunque sé que será inútil. Mi auto nunca pasa desapercibido para ellos, micho menos si buscan un jalón.
Cuando llegan al otro extremo de la pista suelto un suspiro y devuelvo mis manos al volante.
-¡Hey! ¡Es el auto de Derek! -grita uno de ellos.
Estoy a punto de jalarme los pelos cuando el semáforo cambia de color accediendome el pase, al ser el primero en la columna, simplemente arranco sin mirar atrás.
Al parecer la.suerte estaba de mi lado, ya luego me encargaría de Jake y sus estupideces, hoy me dedicaría únicamente a mi novia.
Aparco el auto delante de su casa y me veo por última vez en el espejo retrovisor, traigo buena pinta y me imagino que es por lo bien que se me da estar con ella.
Camino hacia los tres escalones que dan hacia la puerta de roble y toco el timbre.
Cuando la puerta se abre puedo admirar sus ojos maquillados, sonrío automáticamente.
Trae un vestido guinda con un cinturón beige y un par de tacones del mismo color, además de la hermosa sonrisa que la ilumina siempre.
-¡Derek! -se lanza a mis brazos y tengo que hacer fuerza para no caerme, se separa un poco para besarme... su labial siempre con el típico sabor a cereza suave.
-Hola Cally -esta vez la beso yo y tomo sus manos- ¿Nos vamos?
-Sí, claro -asiente antes de subirse al auto.
Empiezo a conducir solo con una mano, porque la otra está ocupada con la suya. Ella va jugando con mis dedos.
-¿Fuiste con Jane? -asiento- ¿Cómo está?
-Está muy bien, dijo que iba a quedarse con su mamá a ver jn maratón de "No te lo pongas" y luego iban a ver películas mientras se engordaban lentamente -reí junto a ella.
-Adoro ese programa, aunque hace mucho que no lo veo, me tienes muy ocupada últimamente -le doy un beso fugaz en la frente porque estoy conduciendo.
-Me alegra que ya no lo veas... sería una lástima -sonrie y se acerca a encender el estéreo. Tengo mi memoria puesta así que se oye mi playlist.
Con el control comienza a buscar una de su agrado y se detiene en Sugar de Maroon 5.
-¡Amo esa canción! -exclama sonriente.
Tararea la letra y mueve la cabeza al ritmo de la canción, yo solo sonrío, me encanta ver lo inusual y expresiva que es.
Y así la quiero.
Cuando llegamos al malo los dos abrimos lentamente la boca al ver lo abarrotado de gente que esta, ella parece no habérselo esperado, yo no me sorprendo... es domingo era de esperarse.
Caminamos buscando un lugar que no este lleno, pero todos dan la impresión de que no cabe un alfiler más.
-¿Y si pedimos un helado? sugiere ella.
-Por mi bien -señalo una heladería que no se ve tan llena- Esa aún tiene mesas libres.
-Vayamos antes de que se llene -se acerca más a mi y pasamos apretujados entre el cúmulo de gente que camina rápidamente.
Al entrar veo una mesa para dos cerca a la barra donde terminamos por sentarnos.
Una mecera nos toma la orden y se lleva las cartas.
Ella se sentó delante mío y desde que ordenamos no para de mirarme sin decir nada, lo que me tiene algo inquieto.
-¿Qué? -pregunto al fin con aire despreocupado, ella une los labios en una linea.
-Nada -niega y apoya una mano en la mesa.
-Puedes decirme -tomo su mano y entrelazo nuestros dedos.
-Yo... -mira destra mío y sonríe negando.
-Sus órdenes -dice la meseta justo antes de que voltee, ella deja un vaso largo con helado de menta y chocolate delante de Cally y esta de relame los labios disimuladamente, a mi me da un plato hondo con tres bolas y dos conos invertidos encima- Si necesitan algo solo llamenme, disfrutenlo.
-Gracias -decimos Cally y yo al unísono, nos miramos y sonreímos.
-Suerte para mi -digo cuando na mecera se va.
-Ganaste esta vez -hace un puchero y se acaricia el cabello- ¿Qué te parece si yo pruebo el tuyo primero y luego tú el mío?
-Está bien -acepto. Extiendo la mano y tomo un poco del suyo, ella hace lo mismo con el mío- Está muy bueno pero no soy muy partidario del chocolate.
-¡Oh por Dios! dice abriendo mucho los ojos- No me digas que si le vas a la fresita.
-Pues...
-Los machos comen chocolate -toma mi plato y lo aleja de mi para dejar su vaso delante de mis manos- Te cambio,es por tu bien. Lo que me preocupa es como haré para comerme este helado de fresa.
-Tal vez... -intercambio nuestros helados a como estaban originalmente- Cada uno podría comer el sabor que eligió.
-La pròxima no se te hará tan fácil -me señala frunciendo el ceño con aire divertido.
-Si, claro -le doy un bocado a mi cuchara llena del helado sabor a fresa y la miro deaafiante- Fresita.
-Yo me encargaré de que te guste el chocolate... termina tu helado fresa y te muestro.
Ella aguarda a que su helado se derrita y cuando lo hace completamente se acerca a la barra y comienza a hablar con una de las meseras.
Regresa con el vaso de helado lleno de fudge en el vacío que había. Con la cucjarita mezcla el fudge y el helado, mis ojos lo ven todo se lo creen. No lo digo porque sea mi novia, pero Cally es muy delgada y da a entender que cuida mucho de su figura. Una prueba de ello era que ni si quiera tenía un mes en el instituto y ya había recibido una solicitud para entrar al equipo de porristas, por eso verla comiendose el vaso entero con helado de chocolate y fudge de esa manera hace que te la pienses dos veces.
Una vez que se lo termina todo le da un escalofrío por lo rápido que se tomo el helado.
-¿Nos vamos? -le pregunto.
-Sí, vamonos -y salimos de la heladería.
-Tenemos que ir a la boletería del cine para comprar las...
Me interrumpe tirando de mí para darme un beso, adoro que lo haya hecho pero el sabor amarvo del chocolate es muy evidente en su boca. No más cerza suave.
-¿Y? -me observa espectante.
-¿Qué? -sonrío ligeramente y finjo no saber a que se refiere continuando con mi camino.
-¿Cómo que "Que"? -se cruza de brazos y me fulmina- ¿Te gustó?
-¿El beso? -asiente- Sí, pero me haz dado mejores -me da la espalda y se queda ahí, me acerco y la abrazo por detrás- Eh ¿Sabes? Me encanta como me besas y, deberías estar orgullosa...haz conseguido que me guste el chocolate -beso su mejilla y tomo su mano.
-¿En serio? -asiento sonriente- ¡Ya eres macho!

Una increible coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora