Ahí estaba ella, combatiendo espada contra espada. El entrenamiento últimamente le servía mucho para poder desahogar lo que sentía. Justo en ese momento se encontraba en un encuentro pacifico contra Alice, su compañera caballero. Las espadas chocaban una contra otra repetidas veces, de fondo podían escuchar a Bercouli dando indicaciones de cuando debían separarse y volver a iniciar entre otras cosas. Justo en ese momento, las espadas de ambas chocaron en una "x", acercando sus rostros cada una.
— ¿Estás tan molesta conmigo porque yo sí logró llamar su atención? —Preguntó Alice al estar tan cerca, descolocando a la chica frente a ella. — ¿Sientes celos, ____?
La chica miró rápidamente por encima de su hombro, mirando a Bercouli. Claro que sentía celos, siempre estaba detrás de él intentando hacer que la atención de Bercouli estuviera fija en la rubia. ____ apretó la mandíbula, no se iba a permitir ser la burla de Alice. Avanzó un paso, sorprendiendo a la rubia, y dio un giro rápido, activando la habilidad de espada. Si algo sabían todos era que ___ era rápida con la espada, incluso más que Alice.
— ¡Es suficiente, ___! —Gritó el mayor, pero eso no detuvo a la chica que rápidamente embistió a Alice, desactivando su habilidad en el último momento y así no causándole daño más que el impacto de aire causado y el impacto al caer al suelo.
—Yo gano, Alice. —Sentenció la de cabellos ____. Dio vuelta, regresando su espada a su lugar y avanzó fuera de la sala de entrenamientos, mirando por encima de su hombro que Bercouli se había acercado a Alice para levantarla.
Los pasos de la chica resonaban por el pasillo, estaba realmente enfadada. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba en su habitación, cerró la puerta con fuerza, acercándose a su cama para comenzar a quitarse su armadura con furia. Cuando ya solo se encontraba con su camisón de descanso y descalza escuchó que abrían la puerta de la habitación, lo cual solo la hizo enojar más al saber de quién se trataba.
—Tenemos que hablar. —Dijo el masculino dentro de la habitación. Cuando notó que no habría respuesta por parte de ella soltó un suspiro, acercándose a la cama donde ella estaba sentada. —Te he dicho que controles tus ataques. Si no hubieras detenido tu ataque en ese momento, Alice estaría muy mal herida.
—Oh, ¿tanto te importa si ella saldría lastimada? Entonces ve con ella, anda. Salúdala de mi parte. —Dijo con una sonrisa y tono llenos de ironía. Bercouli no lograba comprender ese comportamiento.
— ¿Qué te pasa? Últimamente estás muy...—No podía terminar de hablar, exactamente no sabía que debería decir.
Todas las noches, cuando al fin era hora de acostarse y ambos tenían un momento a solas después de un ocupado día, él tan solo buscaba abrazarla y amarla aún mientras dormían, pero parecía que los últimos días ella lo rechazaba.
— ¿Muy qué? ¿Insoportable?
—Yo nunca dije eso.
—Olvídalo.
Y ni siquiera ella podía comprenderse. Sabía que Bercouli la amaba a ella, después de todo lo que habían pasado ella no tenía dudas. Pero desde que Alice no se le despegaba un solo segundo sentía que él la desplazaba. Él le estaba dando toda su atención a la rubia, no se daba cuenta que ella también necesitaba que se dirigiera a ella frente a los demás, no solo cuando nadie más los estaba viendo. ¿Qué tenía ella que no le permitía al caballero poder hablarle frente a los demás? ¿Acaso le daba pena?
Bercouli pasó sus fuertes brazos por la cintura de la mujer, acercándola a él para dejarle pequeños besos en el hombro semidescubierto. Ella se removió, logrando salir del agarre para levantarse y caminar por la habitación. Definitivamente estaba molesta.
—Muy bien, quiero que me digas que está pasando. ¿Por qué ahora me evitas? —Preguntó el masculino, soltando un suspiro. Ella se rió, girándose para poder verlo de frente y cruzando sus brazos.
— ¿Yo fui quien comenzó a evitarte?
— ¿De qué hablas?
— ¡Ay, por favor! — La chica comenzó a caminar de nuevo por toda la habitación, el hombre solo podía mirarla sin saber que estaba pasando. —Desde que Alice se la pasa contigo te has vuelto tan... ¡Tan...! —Ella no sabía cómo dejar salir su sentir, pero quería solo sacarlo de una vez. — ¡Tan idiota!
Bercouli se sorprendió por eso, ella jamás lo había insultado. Estaba por hablar cuando ella se giró nuevamente para mirarlo.
—No dejas de ir tras ella, ¡justo lo que ella quiere! Y parece que no te das cuenta, ¿tan cegado te dejó?
—____, no sé de qué estás hablando, por favor solo cálmate y siéntate a hablar.
— ¡No! ¿Por qué eres tan ciego? Ni siquiera te has dado cuenta de lo que a mí me pasa por estar siempre atento a ella. —Y sin poder controlar su ira, comenzó a fingir la voz de aquella rubia. —"Señor Bercouli, mire!" "Señor Bercouli, ¿puede darme más consejos?" "Señor Bercouli, ¿no quiere que le saque brillo a su armadura?"
—Alice no dice es...
— ¡No me interesa! ¿Que tiene ella, que no tengo yo? ¿Acaso es porque ella es más nueva aquí? ¿Es porque es más linda? ¿Es porque no te apenaría mostrarle al mundo lo maravillosa que es ella?
Bercouli miró con sorpresa que mientras ella seguía hablando, varias lágrimas salían de sus ojos. Esos bellos ojos que él siempre amo, y que odiaba ver ahora inundados en lágrimas debido a algo que había ocasionado. La chica usó el dorso de sus manos para limpiar dichas lágrimas, sorbiendo por la nariz en un intento de dejar de llorar.
— ¿Qué tiene...? —Preguntó una vez más la mujer, ahora sentándose de golpe en la orilla de la cama opuesta a Bercouli.
Ella estaba tratando de recomponerse cuando sintió un fuerte abrazo, quería alejarse pero él no la dejo, la estrechó con más fuerza.
—No quiero que vuelvas a decir algo así. ¿Por qué dices cosas tan crueles? Te amo, ___.
—P-Pues no se nota. —Dijo ella entre hipidos, dejándose abrazar finalmente.
—Tienes razón, creo que te he descuidado. Alice necesita de ayuda, y soy quien más apoyo puede darle en estos momentos. Eso no quiere decir que no te ame, ni que desee darte menos atención. Pero tienes razón, fui idiota.
Ella se rió brevemente, había sido tanto su enojo que lo había insultado. Bercouli soltó un suspiro, separándose de ella para poder mirarla a los ojos.
—Lo siento mucho, ____. Te prometo que no pasará de nuevo, siento haberte lastimado haciéndote creer que no quería estar contigo. ¿Es por eso que casi la lastimas de gravedad hoy?
—Ella me provocó, dijo algo muy cruel. —Se defendió la chica. Bercouli se acercó a los labios de su amada para dejarle un pequeño beso.
—Lo siento.
Ella sonrió, devolviéndole el beso. Poco a poco subió de intensidad, pasando a ser un beso más pasional mientras el masculino la recostaba sobre la cama y acariciaba la suave piel. De un momento a otro, la habitación se lleno de suspiros, jadeos, el cuerpo de ambos fue quedando marcado por el otro. Al día siguiente, ___ no pudo asistir a entrenamiento.
—Lo siento. —Dijo entre risas Bercouli, ganándose una mirada de reproche de su amada, acompañado de ese hermoso sonrojo.
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Bueno, definitivamente hemos llegado al final jaja, muchas gracias por haberme leído a lo largo de todo el libro! De verdad, cada comentario y voto me ayudaban a seguir. Les agradezco todo y espero que hayan disfrutado de cada capítulo hasta el final.
¡Cuídense mucho! Stay cool. uvu
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Oɴᴇ sʜᴏᴛs - Sᴡᴏʀᴅ ᴀʀᴛ ᴏɴʟɪɴᴇ.
General FictionEsta serie de one shoots se centra en el lector/lectora junto a ese personaje que más amas. La temporada no importa, pues puede ser de todas. ~Terminada. ~ La obra es completamente mía, no se aceptan adaptaciones ni copias. Respeten el trabajo ajen...