𝑻𝒊𝒆𝒛𝒆 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 (𝑷𝒆𝒅𝒊𝒅𝒐)

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*Créditos de la imagen a su respectivo autor.*

La chica de cabellos rojos últimamente había estado más distraída de lo normal, y era algo que su mejor amiga Ronye había notado enseguida. Incluso Ronye había decidido decirle a Eugeo acerca del comportamiento de la chica ya que no sabía si era algo bueno o malo, Eugeo tampoco pudo decir mucho sobre el tema pero también había notado eso en Tieze.

Tieze salió corriendo hacia el pueblo, además de que tenía que atender algunos de los mandados que le habían solicitado, también ansiaba mucho poder verlo a él.

Llegó a la pequeña tienda, adentro había al menos 3 clientes esperando. El chico a cargo de la tienda trabajaba arduamente dentro de su pequeño taller, dando filo a las espadas. El lugar estaba bastante caluroso, pero la pelirroja estaba segura de que él seguramente estaba sufriendo el mayor calor. Entró disculpándose con la clientela y pasó hasta donde estaba el chico, quien no la había notado hasta que ella lo saludó.

– [ T/n ], creo que hay mucha gente allá afuera.

El chico sonrió y se asomó. Estaba algo sucio, pero el día apenas comenzaba. Él era herrero, y siempre le pedían nuevos pedidos además de sacar el mejor filo posible a las espadas de los integrantes de academias y caballeros. Era sino la única herrería, la más conocida.

– Tieze, realmente pensé que no vendrías hoy. Ya vi a los clientes, pero aún no termino. – Y sonrió. A Tieze llevaba tiempo volviéndola loca esa sonrisa. Definitivamente quería declararse cuanto antes pero el hecho de ser rechazada le aterraba.

– ¿Quieres un poco de ayuda? – Preguntó ella tímidamente.

– Uhm... Me vendría bien la verdad, pero creo que a Ronye no le vendrá bien verte desaparecida tanto tiempo, quizá esta bastante preocupada.

– Ronye... Si, quizá lo esté... Pero al menos come algo. – Ofreció la chica, acercándole una canasta con algunas frutas. Los dos se sonrieron y la chica salió a avisar a los clientes que él no tardaría en atenderlos, luego se fue.

Elchico suspiró cuando ella salió, últimamente no podía sacársela de lospensamientos, todo el tiempo pensaba en ella y en la forma en que lo hacíasentir. Pero aunque el amor que él sentía hacia ella fuera tanto, había unenorme muro en el camino. El chico había conocido a Eugeo, el chico que había aceptadoa Tieze como valet. Eugeo era un chico bastante encantador, competenciabastante grande en comparación. Tieze hablaba seguido de Eugeo, así que [ T/n ]suponía que ella estaba enamorada de él.

– ¿Necesitas ayuda? – Preguntó el dueño de la herrería. [ T/n ] negó.

–No, pero hay muchos clientes esperando. ¿Puedes hacerte cargo de ellos mientras termino esto?

–Bien, déjamelo a mí. – Respondió el mayor sonriente, era un buen hombre.

- Días Después. –

– ¡Vuelvo! – Gritó Tieze mientras salía disparada hacia el pueblo. Eugeo miró a la pelirroja irse, definitivamente era extraño verla así.

– ¿Crees que esté pasandole algo malo? – Preguntó el rubio a Kirito, quien también observaba hacia donde se había ido la chica.

–No lo creo... ella nos lo diría enseguida.

Ronye miraba hacia donde su amiga se había ido, era bastante preocupante todo su comportamiento, así que se levantó y miró a los dos espadachines.

–Si me lo permiten... ¡Yo iré detrás de ella! Quiero ver por mi misma que está pasando con ella.

Los dos chicos se miraron entre si, era un poco arriesgado dejarla ir sola pero estaba llena de determinación, así que asintieron. Ella corrió detrás de Tieze en cuanto tuvo la afirmación. La pelirroja corría más rápido y llevaba más ventaja, pero Ronye no la dejaba irse de su vista. Pronto llegó frente a la herrería a la que vio a su mejor amiga entrar, así que se asomó y vio que ella mantenía una agradable plática con el chico que atendía. Llena de sorpresa y duda entró a la tienda.

Oɴᴇ sʜᴏᴛs - Sᴡᴏʀᴅ ᴀʀᴛ ᴏɴʟɪɴᴇ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora