Oɴᴇ sʜᴏᴛs - Sᴡᴏʀᴅ ᴀʀᴛ ᴏɴʟɪɴᴇ.

𝑬𝒖𝒈𝒆𝒐 𝒙 𝑲𝒊𝒓𝒊𝒕𝒐 (𝑷𝒆𝒅𝒊𝒅𝒐)

*Créditos de la hermosa imagen a su respectivo autor. *

Nota: Para este capítulo he cambiado la historia, aquí jamás se llevaron a Alice así que crecieron juntos cómo buenos amigos. Espero no sea molestia. 

- Narra Eugeo (niño) - 

Realmente no sabía muy bien lo que estaba pasando, ver a kirito y a Alice tan cerca entre ellos era algo que me hacía sentir mal. Sentía que mi corazón se estrujaba con fiereza, con ganas de estallar. No sabía muy bien que pasaba conmigo, eran mis amigos, eran los amigos con los que pasaba tanto tiempo y sonreía todo el tiempo que estaban a mi lado, entonces...

¿Porque dolía?

--- ¡Eugeo!

Deje de pensar al escuchar mi nombre, giré y miré que ellos me veían con preocupación. 

--- Eugeo, ¿esta todo bien? --- Preguntó Alice. Miré a Kirito, también parecía preocupado por verme así.   

--- No, lo siento. Es que no estaba prestando atención. --- Dije, ambos sonrieron y seguimos comiendo, la comida de Alice era realmente exquisita.

--- Bien, ¿que vamos a jugar hoy? --- Preguntó Alice, parándose frente a nosotros.

--- ¿No podemos quedarnos por hoy aquí? --- Preguntó Kirito, ganándose de parte de Alice un puchero.

--- ¿Tu que dices, Eugeo? ¿Vamos a algún lado o nos quedamos con el flojo de Kirito?

--- ¡Oye! --- Exclamó Kirito, ligeramente molesto al ser considerado un flojo. Yo reí y me puse a pensar, me apetecía caminar pero pensar que mi amigo estaba tan calmado me hacía querer quedarme junto a él. 

--- ¿Porque no hacemos ambas cosas? Tenemos todo el día. --- Opiné. Ambos me sonrieron y Alice volvió a sentarse junto a nosotros.

Eran recuerdos agradables, realmente me gustaba estar a su lado. Pero, ¿porque me sentía así? No me gustaba verlos juntos. Trataba de convencerme de que estaba celoso de que se divirtieran sin mí solamente, pero estaba seguro de que no era eso.

~    ~    ~

-Narrador omnisciente - 

Aquel niño rubio estaba sentado cerca del lago, balanceaba sus pies de adelante hacia atrás, mirando fijamente el agua. No podía entender por completo que era lo que pasaba con su corazón y eso le molestaba. Estaba tan concentrado en esos pensamientos que no escuchó cuando su pelinegro amigo se sentó a su lado hasta que él habló. 

--- Estás muy raro últimamente, Eugeo.

Eugeo sonrió, lo que menos quería era preocuparlos. Lo miró y le dedico su más radiante sonrisa.

--- Estoy bien, Kirito. En serio.

Su amigo respiro hondo y se acercó más a él, abrazándolo.

--- Ya sabes que puedes decirnos todo, Eugeo. Alice y yo siempre vamos a estar para ti. Somos amigos ¿no? --- Dijo sonriente el de cabello negro.

--- Si, lo somos. --- Dijo el rubio. Ambos amigos siguieron hablando de distintas cosas lo que restó de la tarde.

Por la noche, Eugeo no podía dejar de pensar en eso que tanto le estaba inquietando. Pasó muchas noches preguntándose que pasaba, de repente ya ni siquiera le gustaba que Kirito le hablará a Alice por tanto tiempo mientras que parecían ignorarle. Entonces se le ocurrió lo que podría ser, quizá se había enamorado de Alice y le causaba celos que Kirito estuviera cerca de ella.