*Créditos al autor de la imagen *
Golpeada, amarrada, vendada de los ojos para evitar mi vista hacia quien entrara a la celda, cansada y sedienta. La herida abierta de mi labio hacia que mis ganas de beber algo incrementaran, tan sólo quería enjuagar un poco mis labios con algo. Repentinamente la puerta de la celda se abrió, no pude ver quien era debido a la venda pero si escuche que se acercaba. No quería volver a ser cortada y golpeada, sentía que ya se habían roto demasiados huesos. Me hice lo más que pude hacia una de las esquinas de la celda y aguarde por lo que viniera pero sólo escuché una voz muy cerca.
--- ¿Cómo sabías mi nombre? --- Dijo casi en un susurro el caballero.
Solté un suspiro al reconocer la voz, quizá él no me haría daño.
--- Porque te conozco, ya te lo dije. Kirito, tú y yo somos amigos. ¿Porque no me crees?
Se produjo un silencio, por un momento pensé que quizá se había ido pero entonces él suspiró y me quitó la venda de los ojos. Miré que su rostro reflejaba sorpresa al verme:
--- Tu ojo ...
--- ¿Eh? Ah si... cuando te opones a obedecer a la Clérigo frente a sus narices tu ojo explota, pero eso tu ya lo sabías. También te pasó a ti.
Volvió a guardar silencio, entonces acercó suavemente la venda pero ahora sólo se encargó de vendar mi ojo. Después acercó un pequeño vaso a mis labios, me extrañaba tanta gentileza de su parte pero no podía desconfiar. Sorbí un poco y utilice para refrescar mis labios, lo cual ardió bastante pero al menos la sensación se iría poco a poco.
--- Yo sirvo a la Clérigo Mayor, tu decidiste portarte cómo una criminal.
--- Pero ¿no entiendes? Ella sólo te metió falsas ideas a la cabeza, está usándote y cuando ya no seas suficiente se deshará de ti. Eugeo, sabes mejor que nadie que hay reglas que están mal, y ella tiene muchas así.
--- ¿Y porque te creería?
--- Porque si no pensaras que digo la verdad, no habrías venido.
De nuevo hubo silencio, él solo me miraba fijamente. Había pensado decir algo más pero él se adelantó a mi.
--- ¿Eramos amigos? Ayer me pareció ... recordarte. No estoy diciendo que te creo, pero si fuéramos amigos, ¿que harías tu conmigo dormidos donde mismo?
Recordar esa noche, que precisamente recordará esa noche me hizo querer echarme a llorar. Había sido la ultima noche que lo había visto antes de ser lo que ahora era y de haber sabido, lo hubiera hecho jurarme que jamás se iría. Poco a poco las lagrimas bajaron por mis mejillas y traté de hablar controlando mis leves hipos.
--- Habías ido a dormir conmigo, yo me sentía mal y ahí estabas sin siquiera habértelo pedido. ¿Entonces olvidaste la promesa? --- Seguí llorando unos segundos, luego lo miré de nuevo --- Yo estaba ...
--- ¿Enamorada? ¿De mi?
Su frialdad con la que me dijo aquello terminó por romperme y hacerme llorar más, ni los golpes ni las torturas me habían hecho ese daño en tan pocos segundos. Pero entonces sujetó con ambas manos mis mejillas para que me enfocará nuevamente en él. Se acercó un poco a mi y susurró:
--- ¿Lo estás?
Tuve que controlar mis lloriqueos y respirar hondo, entonces firmemente dije.
--- No, porque tu no eres el Eugeo del que me enamoré. Ese Eugeo jamás se pondría del lado de la Clérigo. Tampoco me habría dejado aquí ni habría abandonado a Kirito. Ese Eugeo no se habría olvidado de su promesa.
ESTÁS LEYENDO
Oɴᴇ sʜᴏᴛs - Sᴡᴏʀᴅ ᴀʀᴛ ᴏɴʟɪɴᴇ.
Ficción GeneralEsta serie de one shoots se centra en el lector/lectora junto a ese personaje que más amas. La temporada no importa, pues puede ser de todas. ~Terminada. ~ La obra es completamente mía, no se aceptan adaptaciones ni copias. Respeten el trabajo ajen...