It's Her And Me (milk & honey)

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Camila

- Estoy nerviosa, Cheechee. - Dije mientras me mordía las uñas, en un acto rebosante de ansiedad.

- Cálmate, Chancho. Vas a arruinar tu manicure. - Se quejó, dándome un manotazo para detener mi ritual de histeria.

- Eso dolió. - Barboteé cual niña malcriada. - No entiendo cómo Mani aceptó casarse contigo.

- Porque soy linda, mírame. - Se apartó el cabello del rostro con su típico aire de diva. - La que no entiende tus nervios soy yo, Chancho. ¿Cómo te atreves a dudar después de todo lo que han pasado?

- Siempre puede arrepentirse en el último minuto.

- No lo creo, Karla. Son muchos años de historia compartida.

Flashback

Habíamos recorrido los lugares más significativos en nuestra relación. Logré sacarle un par de lágrimas e incontables sonrisas. Desde el baño de nuestro Instituto donde le entregué mi virginidad hasta aquella playa que fue testigo de incontables besos. El último sitio de mi lista era en el cual había comenzado el torbellino del raro amor adolescente que compartimos, donde me hizo sentir especial con su originalidad y la forma de transmitir sus sentimientos. Habíamos llegado a Books & Books. Sus pupilas se iluminaron al encontrarse con la tarjeta de color azul que yacía sobre el mostrador, detrás del cual Verónica me guiñaba un ojo para transmitirme seguridad. Lo que decía la carta era algo así:

Para el amor de mi vida:

Sí, Lern Jergi, eres el amor de mi vida actual, de las pasadas y estoy segura que de las próximas. Nunca me habían gustado las mujeres, pero tú eres ese uno en un millón que no planeaba amar. Entraste a mi vida como un huracán indetenible y dejaste a tu paso una estela de desorden que no pudo ser reorganizada. Me elevaste al cielo con tus manos y me hiciste caer con el peso de tu partida. Me entregaste tu corazón y mis miedos lo quebraron. Por eso hoy vengo a enmendar mis errantes pasos, dispuesta a aceptar tu rechazo pero necesitada de decirte todo lo que siento.
Cuando observé tus ojos por primera vez, me pareció descubrir otro planeta. Un universo paralelo que sólo habitábamos tú y yo. Luego miré a través de ellos y sentí pavor del mundo que querías para nosotras. No porque no fuera hermoso, todo lo contrario. Era un mundo hermosamente imperfecto, sin embargo, a la inmadura Camila de hace seis, siete años le costaba aceptar la magnitud de un futuro a tu lado. Estar con un hombre parecía más cómodo que dar ese gigantesco paso de enfrentarse a la sociedad para luchar por mi propia felicidad. Pero ya he madurado, Lern. No quiero pretender ser quien no soy por miedo; no quiero privarme de amar por lo que dirán otros. Me importas tú. Me importa lo que tú quieras. Despertar viendo tus ojos. Ir a dormir viendo tus ojos. Compartir nuestro arte.
En tu ausencia, me dediqué a crecer como persona. No sólo por ti. Por mí también. Porque fui consciente de que, para amar a otros, lo más importante era aprender a amarme a mí primero. Liberar mis alas, esparcir mis colores, mostrar mi corazón como es. Encontré ese refugio del que tanto hablabas en los libros. Aprendí demasiado de ellos; se convirtieron en tus manos que solían acariciarme por debajo de la falda a escondidas, fueron tus labios presionando mi cuello en los más débiles silencios porque a los segundos me tenías gimiendo tu nombre. Me brindaron el consuelo y la esperanza de que volverías. Y entre tantas lecturas, encontré un libro que me enseñó amor propio y otros sentimientos increíblemente humanos. Hubo un poema que me recordó tanto a ti... Así que te pido busques Milk and Honey, porque a veces las palabras no son suficientes para expresar lo que crece en mi pecho a cada segundo que te pienso.

Te ama desesperadamente,

Tu Camz.

¿Ella o Yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora