Después de recibir la nota y reírnos hasta que la realidad nos asustó tanto, decidimos salir de allí y volver a casa, caminamos hacia el auto.
—Está aquí –susurré colocando el cinturón de seguridad, finalmente cayendo en cuenta de lo que la nota significaba. —maldita sea, está aquí –repetí.
—Qué te preocupa, él primer chico con el que tuviste sexo está en la ciudad, si bueno, yo veo a Martín a diario –dijo Kendal dándome ánimos
—Conocías a Martín desde que era crió Ken –le recordé.
—Pero no es ni la mitad de caliente como lo era Christian- dijo y rodé los ojos, —vamos Dianas, haber tenido relaciones con un extraño no te hace una mala persona, hay personas que andan por allí matando a otras, violando, mutilando que no sienten nada, ¿vas a arrepentirte de haber tenido a ese bombón entre tus piernas?, no, no, chica, te lo prohíbo –protestó haciendo un gestó con su mano que me hizo reír, dejé salir el aire y cerré los ojos.
—Somos jóvenes Diana, cometemos estupideces, incluso los mayores lo hacen, tu persona no se define por los errores, así que deja de pensar que eres una zorra, porque sinceramente nos haces sentir peores a nosotras -afirmó Paris.
—Solo han tenido relaciones con dos chicos diferentes -dije con tranquilidad.
—Y tú con uno, ¿Por qué te sientes mal? –preguntó Kendal y me encogí de hombros, "por no recordar nada", —espera... ¿él no te... él no te obligo o sí? –preguntó alarmada y negué a prisa.
—Por supuesto que no –dije a prisa, porque si pensar haber accedido y no recordar nada era malo, ser abusada y no recordarlo sería terrible, además, vamos, él era sexi, definitivamente no me negaría, y mucho menos cuando me encontraba borracha, —es solo que... no lo sé, supongo que después de todo esperaba que mi primera vez fuera con alguien a quien amara y no con cualquier extraño solo por mi cumpleaños –admití, y era verdad, vamos, ¿Quién no ha soñado con hacer el amor por primera vez con alguien que te amara y a quien amaras?, que levante la mano y se largue de aquí, porque sin duda algo está mal con ella.
—Vamos al, solo olvídalo, ¿sabes la probabilidad que hay para que lo veas? –preguntó Kendal
—Dado que está en el mismo estado que yo, creo que aumentan –dije con obviedad y reímos, —de acuerdo, olvidémoslo, con un poco de suerte y no tendré que verlo de nuevo –declaré con positivismo, metí la llave y encendí el auto, el reloj marcaba las 11:55 cuando el auto se detuvo a medio camino, —no, no, no ¡vamos! –gruñí golpeando el volante, miré a mi lado y al asiento trasero maldiciendo, ambas dormidas, ¡gracias por el respaldo chicas!, negué y entonces una sonrisa divertida apareció en mi rostro, "oh no Diana", sonreí aún más, "oh si Diana", bajé del auto dejando la puerta abierta y caminé hacia la parte trasera, saqué mi celular y marqué el número de Kendal, "Radioactive" de Imagine Dragons sonó y la vi enderezarse.
—Mmm...Digaa- alargó con somnolencia.
—¿Ken?, ¡Ken soy Diana! –susurré fingiendo estar asustada, —alguien... no sé, ¡no!- grité y ella se enderezó a prisa.
—¿Diana?, ¿Diana me escuchas? -comenzó a preguntar.
—¡No!, ella ya está muerta –fingí una voz más grave y colgué.
—¡Diana! –su gritó se escuchó ahogado, reí, —¡Diana! –gritó de nuevo y comenzó a llorar, mis ojos se abrieron con sorpresa y corrí hacia la puerta, ambas estaban llorando ahora, la culpa me pegó duro, —¿ D-D-Diana? –susurró Kendal limpiando con sus manos sus ojos, cuando se dio cuenta de que era yo y me encontraba perfectamente bien volvió a reacción, —¡hija de puta!- gritó y solté una carcajada.
—¿Qué mierda pasó? –preguntó Paris, —¿Por qué estamos llorando? –preguntó, Kendal y yo nos miramos para estallar en carcajadas.
—¿Por qué... por qué estabas llorando tú? –pregunté entre risas.
—No lo sé, cuando desperté ella estaba llorando y yo simplemente comencé a llorar, colectividad supongo –declaró con simpleza y reímos de nuevo, negué y limpié las lágrimas que tantas risas me habían provocado, —¿ya llegamos? –cuestionó cuando nos controlamos de nuevo y negué.
—El auto se detuvo, supongo que se sobrecalentó –indiqué y asintió.
—Inténtalo de nuevo, me da miedo estar aquí –señaló Kendal y asentí, entré al auto y cerré la puerta, giré la llave y el motor rugió con vida, — ¡sí! -festejó Kendal y sonreí, coloqué mi cinturón y conduje de regreso a casa, donde sin duda todas nos quedaríamos a dormir, pues no pensaba dejarlas manejar en el estado en que se encontraban.
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Desperté con el olor a café cargado, la mano de Kendal estaba en mi cara mientras que mantenía agarrado el pie de Paris, rodé los ojos y me levanté sin cuidado haciendo que ambas gruñeran y que Paris se callera de la cama, se puso de pie a toda prisa mirando hacia todos lados y después acostándose de nuevo y quedándose dormida al instante, rodé los ojos y me apresuré a bajar escuchando ruidos en la cocina.
—Buenos días –murmuré entrando a la cocina.
—Buen día fiestera –susurró Mamá con diversión y me encogí de hombros, ella colocó una taza de café frente a mí y me miró, —¿Qué tal la fiesta? –preguntó.
—Pues bien, fue una noche.... Interesante- susurré y me miró con el ceño fruncido.
—Espero eso sea bueno- dijo y dejé salir el aire.
—Espero lo mismo madre –aseguré y tomé un trago largo del café, se escucharon pasos y lamentos y nos miramos con diversión, minutos después Paris y Kendal aparecieron.
—Buen día mami –saludaron ambas y mamá les entregó su tasa de café.
—Buen día –respondió y ellas se sentaron a mis lados, después de contarle lo que había pasado durante nuestro regreso y de que volviéramos a reír recordando el estúpido momento nos pusimos a desayunar, entre risas y recuerdos de verano.
—Este ha sido uno de los mejores veranos –admití y Paris y Kendal me miraron.
—Sabemos a lo que te refieres –susurraron con complicidad y las pateé debajo de la mesa.
—¡Mierda, Diana! –gruñó Kendal y le lancé una mirada amenazante, sus ojos se abrieron y agachó la mirada, mamá nos miraba con diversión.
—Voy a hacer como que no me di cuenta de todo esto ya que entiendo que hay algo que no quieren que sepa –declaró y mordí mi labio.
—En realidad no es nada importante –aseguré y asintió restándole importancia, si algo podía agradecerle a mamá era el espacio que me daba, no me presionaba para contarle nada que no quisiera, lo cual hasta ahora era solamente el hecho de tener sexo con un extraño, ¿entienden mi punto?.
Cuando el desayuno pasó Paris y Kendal se despidieron de nosotras.
—Nos vemos mañana Di –murmuraron besando ambas de mis mejillas.
—Hasta mañana –me despedí y agité mi mano hacia ellas hasta que el auto desapareció en las calles, me giré y caminé hacia la cocina, —estaré en mi habitación –anuncié a mamá y corrí escaleras arriba, coloqué mi iPad y "So What?" de Pink sonó haciéndome comenzar a balancear mis caderas al compás de la música, me apresuré a recoger mi habitación y después puse en orden las cosas que necesitaría para la universidad, ¡mi primer año!, la emoción me invadió y mordí mis labios con nervios, cuando mi habitación lucia decente tomé el cesto de ropa sucia y caminé hasta el cuarto de lavado, cuando tomé la chaqueta que había usado el día anterior revisé los bolsillos y saqué un papel, mis ojos se abrieron y mi corazón comenzó a bombear a ritmo acelerado, "la nota", después de mirar alrededor y asegurarme de que nadie me veía la volví a abrir.
"Sé lo que hiciste el verano pasado... conmigo, en mi cama. –C"
Los recuerdos de mi estado de ebriedad en la fiesta, sus besos mientras caminábamos hacia su habitación, sus manos en mi trasero, su aliento con olor a menta y el olor a su colonia vinieron a mí y dejé salir un jadeó, ¿Por qué me pasaba esto a mí?, se suponía que lo que pasaba en las vegas, en las vegas se quedaba.
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Mi secreto de verano
Teen Fiction"Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas" Eso le habían dicho y eso creía, hasta que recibió una nota y todo se vino abajo. "Sé lo que hiciste el verano pasado.... Conmigo, en mi cama. -C " Entonces lo entendió, lo que ella esperaba qu...