Capítulo veintisiete.

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El viernes después de clases caminé hacia la entrada y sonreí al ver a David parado allí, no me había dicho que iría pero verlo me hacía feliz, caminé hacia él y lo abracé cuando llegué, sus brazos me rodearon y sus labios buscaron los míos.

-¿Y ese milagro? -pregunté y sonrió.

-Te extrañaba y quise darte una sorpresa -murmuró y sonreí, -dime que funcionó -pidió y reí besándolo de nuevo, su mirada subió por mi hombro y rodó los ojos, giré mirando hacia donde él vio y encontré a Christian caminando en medio de Kendal y Paris, su mirada subió y se encontró conmigo, después viajo hasta el chico a mi lado y negó mirando hacia las chicas, susurró algo y ellas miraron hacia aquí, lo miraron a él y entonces lo vieron marchar, dejé salir el aire y me iré a David, -¿sucede algo entre ustedes? -preguntó.

-Nada -dije y sonreí, -¿Qué quieres hacer? -pregunté

-Te llevaré a casa y por la noche iré para que podamos pasar tiempo juntos, ¿de acuerdo? -asentí y tomé su mano caminando hacia casa, el camino fue divertido, tranquilo, inclusive un poco romántico, cuando llegamos me giré y lo miré.

-¿Qué vas a hacer esta tarde? -pregunté.

-¿Además de pensar en ti? -reí, -iré a ver a mi abuela, cada vez está más enferma -murmuró y mordí mis labios.

-Lo siento -susurré y negó.

-Mamá dice que es lo mejor, ella ya está grande y solo sufre ¿sabes? -llevé mi mano a su mejilla.

-¿sabes que cuentas conmigo cierto? -asintió y sonreí, besé sus labios de nuevo y suspiré, -nos vemos esta noche -me despedí y entré a casa, caminé hacia la cocina para preparar la comida que mamá había dejado y después me puse a comer, saqué mi celular.

Diana: ¿tengo lepra y no me he enterado?

5 minutos más tarde.

Diana: lo entiendo, gracias

5 minutos más tarde.

Christian: me dijiste que tenía que hacerme a un lado, solo estoy intentando no causar más problemas

Diana: ¡pero no entiendo porque no te agrada!

Christian: hay algo en él que me impide que confié

Diana: celoso, no lo conoces

Christian: es más que eso Diana, ¿Por qué confías en él?

Diana: él no intento acostarse conmigo el primer día

Christian: tal vez es gay

Christian: y no tengo nada en contra de eso

Diana: ¡deja de ser idiota! Él no es gay

Christian: solo ten cuidado, ¿sí?

Diana: no entiendo que es lo que te preocupa

Christian: tampoco yo, pero hay algo en él que me pone alerta

Diana: tal vez eres gay

Diana: y no tengo nada en contra de eso

Christian: que divertida...

Diana: debiste extrañarme

Christian: lo hice

Mordí mi labio, ¿lo había admitido?, sonreí.

Diana: entonces no te alejes de nuevo

Christian: creí que estaba facilitándote las cosas

Diana: eres un idiota

Christian: ¿entonces porque me quieres cerca?

Diana: porque eres MI idiota duh!

Mi corazón se detuvo e intenté borrarlo, pero las flechas de "visto" aparecieron y dejé salir una maldición.

Christian: me gusta eso

Diana: ¿estaremos bien?

Christian: estaremos bien

Sonreí y guardé el celular, las cosas comenzaban a ir mejor, tener a David de vuelta mejoraba las cosas, era como mi amuleto de la buena suerte, mi celular sonó anunciando un mensaje.

Mamá: ¿puedes ir al centro y comprar un par de fundas color miel? Hay dinero en la habitación, Te lo agradecería mucho

Diana: claro, ¿cojín o almohada?

Mamá: cojín, 20x20

Diana: de acuerdo, nos vemos más tarde

Mamá: con cuidado

Guardé el celular y me puse de pie, me coloqué una sudadera encima y cambié mis zapatos por mis converse, tomé mis llaves y el dinero para los cojines y salí de casa, caminé hacia la parada de autobuses y me senté en la última fila de asientos mirando por la ventanilla, cuando llegaba el centro mis ojos se centraron en el cuerpo de un chico que caminaba hacia una cafetería y sonreí ante lo mucho que se parecía a Christian, se detuvo y miró hacia los lados y mis ojos se abrieron al identificar que era él, entonces continuó su camino, mi mirada viajo hacia el frente para ver en donde íbamos y cuando volvió en busca del chico este estaba sobre otro cuerpo golpeándolo, mis ojos se abrieron y me puse de pie a prisa, presioné el botón para que el autobús se detuviera y comencé a gritar cuando fui ignorada, cuando la puerta se abrió baje corriendo y regresé a prisa hacia el lugar donde lo había visto, entonces me di cuenta de a quien estaba golpeando y la preocupación fue sustituida por ira, crucé la calle ganándome unas groserías de algunos automovilistas pero no me importó, me apresuré a llegar y tomé un vaso de refresco en la mesa de uno de los clientes tirándolo sobre la cabeza de Christian, una maldición salió de su boca y cuando se separó y me miró sus ojos se abrieron, abrió su boca para hablar pero mi mano se estrelló en su mejilla de nuevo.

-¿Qué demonios está mal contigo? -gruñí y un par de hombres comenzaron a sacarnos del local, me giré para ver a David que tenía la cara hinchada, roja y llena de sangre, dejé salir un jadeo y tomé su cara entre mis manos, -¿estás bien? -pregunté y aunque era una pregunta estúpida fue la única que salió, me giré de nuevo y me abalancé sobre Christian, mis manos comenzaron a golpear su pecho y pude darle una cachetada más, sus brazos tomaron los míos -¡suéltame! -grité y le di un pisotón, -¿Qué diablos sucede contigo?, ¿Por qué lo golpeaste?, ¡eres un animal!, ¡una bestia! -gruñí.

-No sabes lo que está sucediendo -escupió con molestia y su mirada subió hacia el chico mirándolo con odio, -¿quieres explicarle o quieres que yo le diga? -preguntó y miré hacia David que mantenía su mirada en el piso.

-¡Vete al infierno! -grité hacia Christian, -no quiero volver a verte, ¡no quiero que me vuelvas a hablar! -exigí molesta, sus ojos se centraron en mí y apretó su mandíbula, asintió y dio un paso hacia atrás.

-Solo que antes voy a explicarte porque lo he golpeado -dijo y miró de nuevo en su dirección, -tú "noviecito" -dijo haciendo comas con sus dedos, -estaba prácticamente teniendo sexo con ella en esa mesa -gruñó mirando a la chica del brazo de David y después señalando la mesa, ¿Cómo no la había visto antes?, mi mirada fue a David y esperé que lo negara todo, que me dijera que él mentía, que me pidiera que confiara en él y yo lo haría, pero él no dijo nada, no me miró, no se defendió, miré a la chica y esta desvió su mirada, mis ojos se llenaron de lágrimas y me sentí estúpida, me giré para pedirle disculpas a Christian pero él ya no estaba, él ya se había ido.

N/A: Oh oh...... mira nada más con lo que David nos salió, tan buen chico que parecía, les hice un mini maratón porque realmente las amo.

¿Qué opinan? Dejen muchos comentarios y háganme feliz. *w*


Mi secreto de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora