Capítulo treinta.

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El lunes entré a la habitación donde la clase de francés se llevaría a cabo y mis mejillas ardieron cuando noté a Christian sentado en su habitación, agradecí que él no me estuviera viendo y caminé hacia mi silla, había intentado sacarlo de mi mente y olvidar su cálido aliento vodka-menta-Christian de mis recuerdos pero entre más intentaba olvidarlo más lo recordaba, ¿irónico? Suspiré y me encogí de hombros sacando mi cuaderno, un dedo pico en mi espalda llamando mi atención y mi cuerpo se tensó dejándome claro de quien se trataba, puse una mueca desinteresada y me giré encontrándolo sonriendo, trague saliva.

-¿Qué quieres Witemore? -pregunté y sonrió.

-¿Cómo se llama ella? -preguntó y fruncí el ceño, me giré hacia donde él miraba.

-Amelie -informé y asintió.

-Gracias -susurró y se recargó en el respaldo, me giré aun confundida y después volví a verlo.

-¿Por qué? -pregunté y negó.

-Es linda -dijo tranquilo y lo miré aún más confundida, sacudí la cabeza y me giré, centrando mi atención en el profesor Evans, cuando la clase terminó me puse de pie y salí con mis amigas esperando que Christian nos alcanzara pero él no lo hizo.

-¿Realmente aún están enojados? -preguntó Paris confundida y negué.

-No -dije y abrí la puerta de mi casillero, -pero él puede ir al baño sin avisarnos -aseguré y me miraron mal, -ahora chicas si no les importa me voy a mi próxima clase, nos vemos en la café -besé sus mejillas y me giré caminando hacia literatura, cuando el descanso llegó me apresuré a la cafetería pues mi estómago rugía de hambre, caminé hacia la fila e identifique a Christian un par de personas más adelante, estaba por escabullirme hacia él cuando escuché su risa y con su movimiento dejo a la vista a la chica frente a él, Amelie, entonces entendí porque había preguntado por ella, y mi sangre se llenó de ira cuando recordé que estuve a punto de dejar que me besara, ¡IDIOTA!, di un paso hacia atrás chocando con otra persona y esta tiró su bandeja haciendo ruido, levante la mirada esperando que él no se diera cuenta pero su mirada ya estaba puesta sobre mi

-¿Estas... -y no dejé que terminara pues me di la vuelta y salí de la cafetería, mi primer impulso fue dirigirme hacia el campo así que tomé la primer salida y me dejé caer en el pasto bajo las gradas, cerré los ojos y tomé una respiración profunda, mi celular sonó.

Paris: ¿Dónde diablos estas?

Kendal: ¿Por qué Christian esta tonteando con esa?

Paris: ¿vendrás a desayunar?

Kendal: ¿ustedes terminaron o algo así?

Paris: ¿pido tu comida?

Kendal: ¿hace cuánto no tienen sexo?

Paris: ¿me puedo quedar con el postre?

Kendal: ¿Dónde jodidos estas?

Paris: de acuerdo, te lo guardaré

Rodé los ojos y dejé salir una carcajada ante la diferencias entre ambas de mis amigas.

Diana: estoy ocupada, ¿las veo a la salida?

Diana: no sé qué hace con ella, supongo que intenta llevársela a la cama.

Diana: no terminamos porque nunca anduvimos

Diana: si Paris, puedes quedarte con mi postre.

Diana: no se preocupen estoy bien x

Mi secreto de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora