Moon despertó en una camilla emplazada en la calle mientras los gritos, murmullos y voces de policías, bomberos, paramédicos y personas que observaban la rodeaban.
Trató de levantarse cuando una mano sobre su hombro la detuvo. Miró hacia la persona que estaba a su lado y respiró aliviada.
–Donghae...
–Menos mal que despertaste. Estaban preocupados porque te hubiera pasado algo. Te diste un buen golpe en la cabeza.
Ella se tocó la herida cubierta y siseó por el roce. Donghae le cogió la mano y le depositó un beso antes de soltársela sobre su vientre.
–Dicen que sería mejor que fueras al hospital para que te hagan una radiografía.
–¿Cómo estás tú? ¿qué es lo que ha pasado?
–¿No te acuerdas? –ella afirmó.
–Se que venías corriendo a mí y abrí la puerta. Después fue como si algo nos empujara con fuerza.
–¿Reconociste al hombre con el que nos cruzamos?
Moon frunció el cejo tratando de recordar.
–Lo siento... no me fijé.
–Era uno de los tipos que te metieron en el callejón. Creo que pudo ser el que puso esa bomba.
–¿¡Bomba?! Alex nunca... –Moon se calló en cuanto vislumbró como los ojos de Donghae se volvían fríos.
–¿Alex? ¿Tu ex ha hecho esto?
–Él nunca ha llegado a eso... quizás fueron sus amigos, una forma de asustarme y presionarme para que vuelva con él.– contestó– ¿ha quedado muy mal el apartamento?
–No lo sé... no me he movido de tu lado. –Moon se sonrojó y apartó los ojos de él.
–Gracias.– susurró.
Después de revisar a Moon de nuevo ésta rechazó ir al hospital para quedarse por la noche en observación. Donghae estuvo a su lado aunque se alejó un poco para hablar con los policías y bomberos y prestar declaración de lo que había ocurrido en el piso. Eso le dio a Moon la oportunidad para tranquilizarse, al menos un poco.
Alex nunca intentaba presionarla más que para sacarle un beso o alguna caricia intima pero atentar contra su vida... estaba casi segura de que esa idea se les habría ocurrido a sus amigos para asustarla y hacerla volver con él pero, tras el encuentro con él esa tarde, no estaba segura de ellos. Se estremeció por el miedo de haber puesto a Donghae en peligro y se abrazó a si misma tratando de entrar en calor.
–¿Estás bien? –le preguntó Donghae a su lado.
–Sí... solo es un poco de frío. ¿Qué han dicho?
–Parece que tu piso no ha sufrido muchos desperfectos. Pero necesitan revisar si las paredes y pilares tienen problemas. Dicen que no es seguro hasta que emitan el informe.
–No tengo donde quedarme...
–Te vienes a mi casa. De hecho era lo que tenía pensado desde que estalló la bomba.
–No puedo importunarte así, Donghae.
–No es una sugerencia, Moon. Te vienes a mi casa. –se inclinó sobre ella para que no lo oyera alguien más.– aunque tenga que atarte y echarte sobre mis hombros para que no te resistas...
Moon se apartó de él completamente colorada y con mucho más calor del que necesitaba. Él solo le sonreía. Algo había pasado mientras ella estaba inconsciente y se arrepentía por habérselo perdido. ¿Qué había hecho cambiar a Donghae? Era más directo y posesivo con ella. Cuando los paramédicos quisieron revisar su estado él permaneció atento a lo que hacían y los detuvo un par de ocasiones cuando quisieron inyectarle un calmante u otra medicación para que le informaran de ello.
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Una clase de amor y pasión | Donghae
FanfictionLee Donghae perdió a su esposa hace casi dos años en un accidente de coche del que solo se salvó su hijo Tahiel. Después de un año, contrató a una profesora particular para Tahiel para poder trabajar mientras alguien se quedaba con el pequeño. Lo qu...