Una clase de amor y pasión | Donghae

♥ Capítulo 28

Alex tiró del pelo de la mujer para acercarla más a él.

–Tranquilo cariño. Todo a su tiempo.

–Déjate de tonterías. Te he pagado para esto. –gruñó él.

–Y no te voy a defraudar, corazón. –replicó ella siguiendo con su dedo un camino desde su pecho hasta más abajo.– pero déjame a mí, te vas a divertir.

Suspiró y le permitió cogerle el brazo y llevarlo hasta la cabecera de la cama para atarlo, de igual manera que tenía el otro. Completamente desnudo, estaba a merced de ella, al menos hasta que rompiera los nudos tirando con fuerza.

–Y ahora amor... Vamos a divertirnos. –dijo de forma melosa acercando su boca hacia el pecho de él y bajando más.

Se levantó de la cama y fue hasta la puerta de la habitación.

–¿Dónde demonios vas?

La abrió y encontró a un hombre esperando. Le dio varios billetes a la mujer y ésta sonrió.

–Es todo suyo. –murmuró cogiendo su chaqueta y desapareciendo de la habitación.

El hombre cerró la puerta y dejó su abrigo en la silla de al lado.

–Hola Alex... –saludó con ironía.

–Donghae...

Su rostro, oscurecido por la poca luz que había, mostró la blancura de sus dientes al sonreír de forma amenazadora.

Puso una de sus piernas sobre el colchón y apoyó el codo en la rodilla para descansar su cabeza sobre la mano.

–¿Cómodo?

–¿Cómo me has encontrado?

–Tengo muchos contactos. ¿Creías que te ibas a librar después de lo que le hiciste a Moon?

–¿Está...

–¿Muerta? Sí... Durante dos minutos estuvo muerta.– contestó escupiendo las palabras como si fueran afilados cuchillos. –Dos condenados minutos que me robaron diez años de mi vida.

–No quería hacerlo...

–¿Y qué esperabas entonces? ¿Que Moon se fuera contigo sin más? Mataste a Helen en ese accidente de coche. Y casi hiciste lo mismo con Moon.

–Solo la protegí. Tenía una carrera por delante, no quería que se viera implicada en...

–¿Implicada en que? Ella no conducía el coche; fuiste tú. Un débil patético como tú me arrebató a Helen y estuvo a punto de quitarme de nuevo el amor.

–¿Qué vas a hacer?

Donghae arqueó una ceja y las comisuras de su boca casi formaron una sonrisa. Alex comenzó a forcejear con las tiras que lo mantenían atado a la cama hasta que se liberó y saltó de la cama. Se puso en alerta esperando el avance de Donghae pero éste solo giró la cabeza para mirarlo y, con movimientos lentos, fue incorporándose, bajando la pierna de la cama y metiendo las manos en los bolsillos.

–Hiciste bien en salir corriendo cuando disparaste a Moon. Si hubieras estado ahí te abría matado varias veces antes de dejar en paz tu cuerpo.

–¿Y ahora?

–Ahora me conformo con darte la paliza que te mereces y dejar que te pudras en la cárcel el resto de tu vida.

–No voy a ir a la cárcel... No podrás conmigo.

Donghae se arremangó sin prestarle atención a Alex y solo cuando terminó esa tarea lo miró, sus ojos más oscuros que de costumbre.

–¿Qué te apuestas?

✧✧✧✧

Abrió la puerta varias horas después con la ropa desgarrada y respirando con dificultad. Una fina capa de sudor le cubría toda la cara y brazos asustando a los que esperaban tras la puerta.

–Te has tomado tu tiempo, ¿eh? –soltó Siwon.

–Teníamos que hablar de muchas cosas.

Siwon se asomó y vio el cuerpo de Alex en el suelo lleno de moretones y ensangrentado.

–Parece una masa sanguinolenta.

–Creo que tendrás que llevarlo al hospital antes; le he roto un par de cosas...

–¿Un par?

–Quizás dos... o tres...– contestó conteniendo su sonrisa.

–Vete de una vez. Yo me encargo de la policía.

–Gracias, Siwon.

Posó su mano sobre el hombro de Donghae y apretó con fuerza.

–Te mereces ser feliz, Donghae. Disfrútalo.

–Lo haré.

✧✧✧✧

El ruido de los zapatos de Donghae al contacto con el suelo resonaba a lo largo del estático pasillo produciendo un eco constante. Se había hecho demasiado tarde pero lo quería que Moon lo viera en el estado en que había acabado tras ocuparse de su ex.

Abrió la puerta dejando que un rayo de luz del pasillo se filtrara dentro y le diera en la cara a Moon. Protestó por ella y se removió en la cama.

Donghae cerró deprisa y se acercó a ella.

–Lo siento, cariño.

–¿Hae? Llegas muy tarde ¿dónde estabas? –su negativa a responderle hizo que lo mirara con conocimiento.

–Lo encontraste, ¿verdad?

–Se lo ha llevado la policía.

Moon agachó sus ojos. Debía sentirse feliz por acabar con todo pero, por extraño que pareciera, estaba triste.

–¿Estás bien? –le preguntó Donghae acariciándole la mejilla.

–Sí... es solo que... no lo sé...