Sueños de libertad - Levi Ackerman.

5. "De exploración, amistades y una promesa"

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"De exploración, amistades y una promesa"

A muy tempranas horas de la mañana, cuando el sol a duras penas calentaba y el campo de entrenamiento aún tenía gotas del rocío mañanero, Giselle Church se dirigía a paso firme hacia la oficina del comandante Erwin Smith.

Levi y Hange la habían persuadido para que partiera a primera hora del día a denunciar el ataque, principalmente porque, si los cuatro hombres seguían atados y desnudos en el campo de entrenamiento morirían pronto de hipotermia y el asunto podría pasar a ser perjudicial para Giselle y Levi.

Sus heridas aún le provocaban dolor de cabeza, incluso estaba casi segura de que tenía alguna especie de contusión que la líder de escuadrón Hange no había detectado, así que por precaución procuraba respirar profundamente cada cinco pasos para no desmayarse en el camino.

Cuando finalmente llegó a la oficina del comandante Smith este la observo con ojos cómplices, como si hubiese estado al tanto de la situación mucho antes de que ella decidiera hablar con él.

Erwin Smith era un hombre temerario, cualquiera podría asegurar que así es, no solo por los planes y misiones que tendían al sacrificio por la humanidad, si no, también, porque siempre se encontraba dos o tres pasos por delante del resto, era casi como si su mente predijera cada acontecimiento en la legión.

-Entonces, ¿te encuentras bien, Giselle? -preguntó Erwin una vez que la muchacha explicará los hechos de principio a fin.

Los labios de Giselle tendieron a separarse instintivamente, le provocaba una gran sorpresa y alivio que toda su historia estuviese validada por el comandante.

-Si, comandante Erwin -respondió la castaña. -Gracias a la ayuda de la líder de escuadrón Hange y el capitán Levi.

-Ah, ¿Levi? -preguntó curioso. -Ahora entiendo todo -dijo en una carcajada.

- ¿Señor?

-Me sorprendí cuando vi a cuatro soldados desnudos, amarrados y golpeados en el campo de entrenamiento, pero, ahora entiendo todo -explicó rápidamente. -Muy bien, Giselle, Puedes ir a descansar, hoy no tendrás entrenamiento me encargare de eso.

-Muchas gracias, comandante.

Giselle se apresuro a salir de la oficina del comandante Erwin Smith, con el cuerpo mas ligero y una sonrisa de satisfacción en el rostro. Sus hostigadores ya no formarían parte de la legión de reconocimiento, por lo que ya no existirían accidentes como el que vivió la muchacha hace unas horas.

Se encontraba dichosa.

Camino en zancadas ligeras hacia el comedor del cuartel, con todo el estrés que se liberó de su cuerpo el apetito había aparecido de nuevo, sin embargo, se había olvidado de un horrible detalle, aún llevaba el vestido manchado en sangre y la capa del capitán Levi encima de sus hombros.

- ¡Qué vergüenza! -murmuró recordando que se presentó de esa manera frente al comandante.

Cambio la dirección y se dirigió rápidamente hacia las habitaciones del escuadrón elite, en donde una angustiada Camille y Petra la esperaban sentadas.

- ¡GISELLEEEEEE! -gritó Camille saltando de su asiento y corriendo hacia los brazos de su amiga.

- ¿Qué ocurrió, Gi? Estábamos preocupadas -dijo Petra con su voz frágil y femenina. -El capitán Levi nos encargó que te esperáramos aquí, pero no dijo nada más.