Sueños de libertad - Levi Ackerman.

8. "No pestañees y lucha"

8

"No pestañees y lucha"

Sentía como el calor subía a su rostro y teñía sus mejillas cada vez que recordaba la escena de hace un par de horas en el asentamiento, principalmente el momento en donde la comisura de los labios de Levi se levantaba lentamente en una pequeña y tímida sonrisa.

¿Por qué recordaba exactamente eso? Tal vez por que se encontraba a punto de morir en mano de tres titanes, o porque simplemente necesitaba recordar una bonita escena antes de dar su vida por el bien de la humanidad.

La expedición no estaba saliendo del todo exitosa como se esperaba, en realidad estaba siendo un total desastre.

Un grupo pequeño de 15 soldados se habían dirigido hacia el bosque cercano al asentamiento, en dirección al norte, y siempre atentos.

Por cosas del destino el equipo durante la primera hora de expedición se encontró con un pequeño titán excéntrico de 2 metros, el cual se encontraba descansando a la sombra de un árbol, las condiciones de esta escena permitieron la rápida y efectiva captura de este, lo que se veía como una pronta victoria para la humanidad.

Una bengala verde fue lanzada al aire, con la intención de avisar al equipo restante en el asentamiento que preparará la jaula y las correas para el ejemplar de titán, había llegado la hora del retorno a las murallas.

Error.

El ensordecedor sonido de la bengala, más el eco que se creaba en el profundo bosque, permitió que el sonido viajará unos cuantos metros hasta un pequeño grupo de excéntricos que se encontraban vagando el lugar.

Ahora Giselle Church se encontraba cabalgando rápidamente en la minúscula formación de triángulo, con tres titanes excéntricos tras ella.

- ¡HACIA LA IZQUIERDA! -escuchó que uno de sus compañeros gritaba no muy lejos de ella.

- ¡CUIDADO! -gritó una soldado. - ¡NOOOO, JON!

Giselle giró su cabeza rápidamente buscando la fuente del sonido, tal vez si lo encontraba podría ayudar a sus compañeros, tal vez ella podría hacer algo y esa estúpida expedición no se transformaría en una maldita masacre.

-No... -musitó con lágrimas en sus ojos.

Uno de los soldados, el que Giselle supuso que era Jon, estaba siendo partido por la mitad por uno de los titanes excéntricos, el cual dejaba enormes rastros de sangre en los árboles más próximos a él, mientras quien gritaba desesperada el nombre de su camarada era capturado en las grandes y callosas manos de un titán de enormes y terroríficos ojos verdes.

Protejámonos, Levi. Esas palabras se repetían una y otra vez en su mente, casi como cuchillas que rebanaba la cruda realidad: estaban siendo masacrados.

- ¡NO SE DETENGAN! -escuchó la orden de Moblit, a quien Hange había dejado de líder de escuadrón antes de partir con Levi a detener a los otros titanes que perseguían al pequeño grupo de soldados.

¿No detenerse? Pensó Giselle, si no se detenían la horda de titanes que los perseguían llegaría al asentamiento, poniendo en peligro a los demás soldados y la seguridad de las murallas. No. Giselle debía hacer algo, ella no era un simple soldado, ella es parte del escuadrón élite del soldado más fuerte de la humanidad, tenía las herramientas y el entrenamiento adecuado para acabar con esos malditos, y eso es lo que haría.

Lo siento Moblit, pensó, pero el plan de solo alejarse y dejar todo en manos de Hange y Levi era muy arriesgado, necesitaban luchar.

- ¡PETRA! -gritó a su determinada compañera que se encontraba cabalgando a su lado. -NO DEBEMOS PERMITIR QUE LLEGUE AL ASENTAMIENTO -los ojos castaños de Petra se dirigieron confusos hacia su amiga. - ¡MIRA!