Sueños de libertad - Levi Ackerman.

6. "Una parada en el claro"

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"Una parada en el claro"

Una de las murallas del muro Rose se levantaba a ritmo constante y seguro, un pequeño grupo de ciudadanos observaba la escena con expresiones neutras mientras la legión de exploración se preparaba para aventurarse al mundo más allá de las murallas.

Eran 32 soldados los que habían sido dispuestos para la misión de reconocimiento, cinco pertenecientes al escuadrón de operaciones especiales más su capitán, diez pertenecientes al equipo de la líder de escuadrón Hange Zoe, once soldados dispuestos por el comandante Erwin quienes debían cumplir con la tarea de llevar los suplementos al asentamiento, y finalmente, cinco soldados que contaban con la tarea de suplir con gas y cuchillas nuevas para los equipos.

- ¡LA MISION DE RECONOCIMIENTO NÚMERO 123 DA INICIO! -escuchó Giselle que gritaba una Hange Zoe emocionada.

La castaña se aferro a las cuerdas de su blanco caballo y suspiró, allí se encontraba de nuevo, dispuesta a sacrificar su vida por el bien de la humanidad.

Sintió como su estomago se apretaba y el corazón le protestaba.

¿Esto era lo que quería para su vida? Se preguntó, porque Gi de verdad sentía que su trabajo la satisfacía, no solo monetariamente, si no, espiritualmente, pero entonces ¿Por qué Giselle sentía que algo estaba faltando en su vida? ¿Y que podría ser?

Casi automáticamente sus ojos se dirigieron al capitán Levi, quien guiaba al escuadrón elite unos caballos más adelante de Giselle.

La crin oscura del caballo de Levi contrastaba con el blanco de sus pantalones, la capa verde que Giselle había utilizado como manta unas noches atrás bailaba en el viento y el cuerpo de Levi se balanceaba al ritmo de la marcha del caballo negro de Levi.

Se veía espectacular, definitivamente toda una vista para Giselle.

-Ya basta -se dijo para sí misma.

Decidió alejar aquellos pensamientos y desviar la mirada de Levi al grupo de cadetes nuevos del escuadrón que los estaban observando.

- ¡EXITOOOOO! -gritó un chico de cabello oscuro y grandes ojos azul verdoso.

Giselle sonrió agradecida, no ocurría a diario que una pequeña multitud los estuviera vitoreando, en realidad no ocurría nunca, la legión de reconocimiento no era lo bastante popular como para ganarse el favoritismo de la ciudadanía, ni de la milicia, para todos ellos los soldados de la legión eran unos locos suicidas.

Y vaya que lo eran.

Sin embargo, aquellos soldados que marchaban a caballo hacia lo más profundo del bosque de Paradis, eran los únicos que realmente se ocupaban del problema, de ser lo contrario, la humanidad estaría totalmente perdida.

- ¡A LA FORMACIÓN! -ordenó el capitán Levi.

La gran hilera de soldados y caballos se separaron casi armoniosamente, armando la tan conocida formación creada por el comandante.

El equipo Elite debía situarse en el centro, en caso de que los titanes o algunos anormales aparecieran, ellos serían los primeros en encontrarse con los titanes y atacar, por lo que los demás soldados tendrían más oportunidades de llegar al asentamiento.

Además de la estratégica formación, el escuadrón de reconocimiento también contaba con bengalas que serían utilizadas para guiar a la formación de soldados hacia las diversas direcciones en donde no se encontraran los titanes. Aquel maravilloso honor, de portar las bengalas, lo recibía la joven Petra Ral, quien se encontraba detrás de Levi cabalgando a toda velocidad.