Sueños de libertad - Levi Ackerman.

41. La legión contra Rod Reiss - Parte I

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La legión contra Rod Reiss - Parte I 

Ella nunca se había encontrado en una posición similar, ni siquiera en sus peores pesadillas. Un ruido ensordecer, toneladas de polvo arremolinándose a su alrededor, los gritos desesperados de Mikasa Ackerman y un gigante titán de cristal que protegía una débil estructura sobre su cuerpo.

Giselle Church, la última soldado élite del primer escuadrón de operaciones especiales, se encontraba en un completo estado de aturdimiento.

Ni siquiera el sonido de los cables del equipo tridimensional de Sasha y Connie la sacaban de ese estado casi hipnótico. Ella no veía a nada ni nadie, ni siquiera al capitán Levi que vociferaba mil y un instrucciones, Giselle solo podía observar en una pequeña burbuja de ensueño a su difunta Camille y a un alegre Antón.

-¿Chicos? -preguntó en un murmuro.

La situación era casi imposible, incluso surrealista, sin embargo allí estaba sentada sobre un brillante césped a un lado de su hermana del alma y del último compañero de escuadrón que le quedaba.

Los observaba sorprendida, eran unos simples cadetes, unos inocentes jóvenes que recién estaban comenzando en la milicia, incluso el brillo en sus ojos era distinto.

-¿Qué harías, Giselle? -preguntó Antón haciendo que la castaña diera un respingo.

Pestañeo una, dos, tres veces sin lograr comprender en que momento se había transportado cuatro años atrás, cuando aún era una cadete y la simple idea de conocer al infame capitán Levi, o ser incluso su pareja, era descabellada.

Un tiempo en donde los titanes eran simples monstruos que aparecían de la nada para hacerles la vida imposible y los humanos con poderes y secretos no existían, o al menos no se tenía conocimiento de ello.

Tiempo en donde la brillante cabellera de Camille Hook y su risa descomunal eran lo único que la hacían preocupar.

-¿Antón, que esta ocurriendo? -preguntó con el entrecejo arrugado. -¿No deberías estar con Hange? ¿Qué ocurrió con Rod Reiss?

Pero él la ignoro, simplemente sonrió con la mirada azulada fija en el rostro angustiado de Giselle y volvió a preguntar.

-¿Qué harías, Gi? -dijo con su característica sonrisa amable. -¿Si los enemigos te capturarán, que es lo que harías?

Y entonces lo recordó, casi como si hubiese sido ayer, aquella irrelevante conversación de un trio de cadetes con mil sueños y ni una idea del mundo real. Eran ellos, tal como los recordaba a diario, eran esos jóvenes alegres y de rostros aniñados, eran sus amigos.

-Lucharía hasta el final -susurró Giselle parafraseando la misma oración que dijo hace cuatro años atrás en ese prado a horas de ser evaluada con el equipo tridimensional.

Camille Hook, quién se había mantenido la mayor parte del tiempo en silencio, finalmente sonrió hacia su hermana del alma y se levantó con rapidez del prado.

-Yo se que lo harás, Gi -aseguró la pelirroja. -Ahora vamos, toma mi mano.

-¿Qué?

-Toma mi mano, Giselle, rápido -repitió rozando sus helados dedos con los de la castaña. -¡Giselle, toma mi mano!

Cuando finalmente logró reaccionar, y se apresuró por tocar la mano de su amiga una última vez, el rostro preocupado de Levi apareció frente a ella, con el cabello oscuro revuelto y pequeños rasguños en su rostro. Ambos estaban colgando de una débil soga a una improvisada salida a la superficie, el cuerpo titánico de Eren se encontraba bajo sus pies e incluso la mitad de su escuadrón ya estaba al aire libre contemplando el desastre que el cuerpo grotesco de Rod Reiss había causado.