Capítulo 02.

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Vermont, año 2017.



El hermano de mi abuela, al que también llamaba abuelo por el cariño y respeto que le tenía, nunca se casó. Era un brujo Valkensen libre, sin ataduras y con el deseo de algún día poder ser igual que mi abuela, poder usar su magia sin que eso lo matara. Jamás se casó ni tuvo hijos, murió sin tener descendencia.

O eso creíamos mamá y yo.

Hasta que después de muchos años, supe de la existencia del poco linaje que hay esparcido por el mundo con sangre Valkensen. Durante años los observé, los seguí de cerca esperando el momento en el que uno de ellos naciera con la marca que yo tengo.

Jamás pasó.

Durante siglos esperé y esperé a que pasara. Me di por vencida y me hundí pensando en que nunca lograría romper mi maldición.

Eso hasta hace dos meses.

Cuando encontré a Clark.

Fue en la playa, probablemente estaba de vacaciones. Entre toda la multitud sentí esa conexión y energía especial que solo puedo sentir con las personas que comparten un vínculo conmigo. Lo seguí de cerca y por primera vez en siglos, sentí esperanza.

La sentí cuando vi que tenía la marca en su hombro, al igual que yo.

Lo que aún no me explico es el por qué jamás supe de él, su nombre o apellido no forma parte de los demás Valkensen, los cuales llevan el apellido Petterson, algo que cambió con el paso de los años ya que mi tío abuelo jamás reconoció al hijo que tuvo como alguien de nuestra familia.

Dudo que lo haya conocido.

Igual, si me enfoco en lo de Clark, solo tengo la misma pregunta: ¿Por qué es como si el chico no existiera dentro de la familia? ¿Es huérfano?

Estuve viéndolos durante años, es imposible que no hubiera conocido a Clark cuando era un bebé.

¿Cuál es su historia?

La campana sonó, anunciando que el día había finalizado y podíamos ir a casa. Apenas es mi tercer día y todo es tan aburrido, hace bastante que dejé de ir a la escuela. Me he graduado de cinco carreras diferentes, el aburrimiento y el fastidio que conlleva ser inmortal muchas veces te da ganas de aprender cosas que no sabes.

Tanto medicina humana como animal.

Números.

Economía, artes e ingeniería bioquímica.

No estudio historia, no lo necesito. Conozco todo lo que ha pasado en el mundo desde el año en el que nací, no necesito más.

Ni siquiera internet tiene los datos que yo he almacenado en mi cabeza.

Y en instituto todo es tan fácil, la única razón por la que estoy aquí es para estar cerca de Mollins, de lo contrario no me pararía en este lugar. Aquí hay tantas personas, tantos humanos rodeándome que me asusta que...

Sacudí la cabeza y me levanté.

Ezra me ha enseñado bien, ha sido mi guía y me enseñó lo que debo hacer en situaciones estresantes, estaré bien y por ende todos aquí lo estarán.

Volteé enseguida cuando sentí una presencia acercándose a mí, es la chica rubia que Clark me presentó como Rachael, se acercó más, formando una sonrisa amable en sus labios.

―Hola ―Me saludó―. Los chicos y yo nos preguntamos, ¿qué harás esta tarde?

Hice un mohín.

―No lo sé, supongo que ir a casa y descansar ―Me encogí de hombros.

Mentía, como los últimos tres días que he tenido de clase, durante las tardes espío a Clark, esos son mis planes después del instituto.

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