Axl me llevó a casa luego de estar un rato más en el hotel hablando sobre algunas cosas de la banda. Estaban progresando exponencialmente, ya habían vendido más de mil copias por California y estaban esperando los resultados del resto del país, también querían venderlo en el extranjero y luego hacer una pequeña gira por Estados Unidos. Se veía muy emocionado cuando hablaba de la banda, se sentía muy orgulloso de lo lejos que habían llegado, pero no parecía llenarlo completamente.
Al llegar a casa, Emily me esperaba con la cena y procedí a contarle lo sucedido.
—¿Pero te dijo que llegaba tarde por culpa de la droga? —preguntó mi amiga luego de que le comenté que Axl consumía.
—No, sólo me dijo que la consumió por algunas semanas, no me dijo nada exacto. Pero pienso que lo hace desde que comenzó a llegar tarde.
—No suena muy bien.
—Lo sé Emily. ¿Pero qué más puedo hacer? ¿Obligarlo a que me diga la verdad? Ya es demasiado con que se dignó a admitir que sí consumía —dije con la voz cansada.
—Si ahora van a volver a estar juntos, ¿No crees que deberían ser sinceros entre los dos? —replicó —. Deberias comentarle todas las dudas e inseguridades que tienes con él, una relación se basa en la confianza y lo sabes muy bien —como siempre, mi amiga tenía la razón.
—Lo sé, pero ni siquiera estoy segura de si somos algo —declaré.
—Tienen que hablarlo y no dejar pasar ningún tema.
Emily sostenía que debía decirle todas las cosas en la cara, de una sola vez, pero ella no conocía a Axl y menos en la forma en la que se encontraba en ese momento. Yo no quería apresurar las cosas, debía hacer todo lento, ni siquiera comprendía lo que le pasaba a Rose por la cabeza, tenía que tocar los temas que me incomodaban delicadamente y sin confundir otras cosas. Seguramente lo volvería a ver en los siguientes días y probablemente se encontraría mejor y yo podría lidiar con él de una manera más fácil.
Al otro día en en trabajo, Leonard se me acercó para interrogarme.
—¿Está todo bien Vanessa? —me preguntó mientras yo aseaba el piso del depósito.
—Si, todo bien, supongo —respondí.
—Mira niña, sé que no es de mi incumbencia, pero ví que Rose vino a buscarte ayer y antes de ayer. Sólo quería saber si está todo bien —dijo Leonard de repente, lo observé y pude notar su preocupación — ¿Tú estás bien?
—Si, bueno... Estoy mejor, Axl y yo nos estamos viendo nuevamente y eso me ha confundido un poco, nada más —respondí tratando de esquivar el tema.
—Vanessa, no te veo igual que antes y eso me preocupa —decía Leonard cuidadosamente —, no quiero tomar el rol de padre o algo así porque no corresponde, pero he llegado a quererte mucho y simplemente alguna parte de mi oscuro ser se preocupa por tí.
Cuando escuché las palabras de Leonard no pude evitar emocionarme. Ni mi propia familia —exeptuando a mi abuelo— se habían preocupado tanto por buscar cuidadosamente las palabras para expresarme un sentimiento. Me había sentido muy halagada y no se me ocurrió otra cosa que dejar el trapo y abrazarlo. Leonard se sorprendió mucho con mi reacción, pero en cuanto se dió cuenta me abrazó igual de fuerte.
Después de toda la mierda que atravesaba en mi día a día, Leonard me hizo sentir muy querida. Yo me había convertido en alguien especial para él y eso iluminó un poco la oscuridad de mi vida.
Axl me invitó a un concierto que harían la próxima semana en Santa Mónica. Según me dijo por teléfono, se encontraba mucho mejor y me juró que no consumía drogas. Lo escuché mejor, hasta muy exitado por el concierto, pero aún así no estaba convencida de que todo estaba bien. Era el primer concierto que darían luego de sacar el álbum y después de unos largos meses de producirlo. Vino a buscarme el día sábado a casa en el mismo BMW con el que se apareció la semana anterior y lo hice pasar al departamento ya que Emily no estaba.
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When I Look Into Your Eyes [Axl Rose]
FanficSunset Boulevard, Los Ángeles, California, 1985. Todo inadaptado terminaba ahí en ese momento, incluyéndome. El destino me llevó ahí y me dió al fin, lo que en años no había tenido; paz. Pero nunca imaginé toparme con alguien como él, nunca pensé qu...