Cuando separé mis labios de los de Eddie, solo tenía en mi mente la imagen de Axl. Pero en el fondo, no sentía casi culpa, considerando que Rose se estaba acostando con otras mujeres desde que empezó las giras. Me sentí muy rara, Eddie era mi amigo y posiblemente después de eso la amistad no sería la misma, agregando que ya había cambiado algo desde nuestra pelea.
Él me miraba con el ceño fruncido, tratando de entender que mierda se me estaba pasando por la cabeza. Cerré los ojos por un instante y cuando los abrí me propuse a enfrentarlo, a pesar de que la ebriedad no me dejaba pensar.
—No se qué decir —dije—, ésto...
—No digas nada —me interrumpió y amagó para volver a besarme, pero lo esquivé torpemente.
—Eddie...
—Estoy muy ebrio Vanessa, lo siento.
—Lo sé —hice una pausa— y yo también.
Ambos nos observamos como sabiendo lo que se le estaba pasando por la cabeza al otro y sin más preámbulos salimos del Rainbow, subimos al auto y Eddie trató de manejar lo más cuidadoso que pudo hasta que llegamos a su casa. Él vivía con sus padres, pero sólo ocupaba el sótano, así que entramos al mismo por la puerta que daba al patio. El lugar estaba bastante bien, tenía alfombra en todo el piso, una cama limpia y la ropa estaba toda ordenada en su lugar, Eddie era muy ordenado o su madre le limpiaba todo.
En ese momento empecé a mirar a Eddie como nunca lo había visto antes, aunque quizá la ebriedad me llevó a eso. Vi muchas cosas interesantes en su pared; al parecer Eddie era súper fanático de Deep Purple, tenía demasiados pósters de la banda e imágenes de revistas recortadas, todo pegado en la pared, tenía también un estante lleno de discos. Nunca supuse que Eddie tendría ese tipo de fanatismo por una banda de Hard Rock. Por lo que sabía, él no estaba muy adentrado en ese mundo, su cabello rizado y corto, y su simple vestimenta no tenían nada que ver con la imagen de un rockero, nunca me habría imaginado ni siquiera que se tomara el tiempo para escuchar una banda rock. Me sorprendió demasiado.
Cuando se dió cuenta de que estaba observando detenidamente todo el muro, se me acercó lentamente.
—Mi hermano me contagió el fanatismo —comentó.
—No sabía que tienes un hermano.
—Tenía —dijo y me quedé helada.
—Lo siento mucho —me disculpé con inseguridad.
Eddie tenía los ojos brillosos, eso me entristeció mucho y el alcohol me volvió más sensible, así que comencé a acariciar el cabello de mi amigo con ternura como muestra de compasión. Él me miraba con agradecimiento y deseo, logrando encender la llama que mi ser quería liberar. Me acerqué más y él me miró los labios, empezamos a besarnos con lujuria y de un momento a otro ya estábamos en su cama quitándonos la ropa.
La idea era vengarme de Axl teniendo sexo con otro, como él hacía conmigo. Quería disfrutarlo, quería sentir sensaciones, pero no era tan fácil, lo hacía por venganza, no por deseo. Esa noche quedó en el olvido para mí, no sé para Eddie, pero no fué algo de lo que me enorgullecí. Me sentí mal en un momento por mi amigo, esa misma noche me había dicho que estaba enamorado de mí y que me amaba, pero yo sólo me aproveché de él. Al día siguiente en el bar no comentamos en ningún momento lo sucedido, yo trataba de hacer de cuenta que no había pasado nada, pero para Eddie parecía ser muy difícil.
Al otro día la banda volvía de la gira y llegaría el momento de hablar con Axl y pedirle un tiempo. Lo único que hacía era pensar en como iba a decírselo y no morir en el intento.
A veces recordaba lo sucedido con Eddie y me preocupaba haberlo arruinado todo, ya que éste no actuaba como siempre, pero era de entenderse; estaba enamorado de mí, necesitaba tomarse un tiempo para procesarlo.
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When I Look Into Your Eyes [Axl Rose]
Fiksi PenggemarSunset Boulevard, Los Ángeles, California, 1985. Todo inadaptado terminaba ahí en ese momento, incluyéndome. El destino me llevó ahí y me dió al fin, lo que en años no había tenido; paz. Pero nunca imaginé toparme con alguien como él, nunca pensé qu...