Capítulo 11

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Eddie no tardó mucho en llegar ya que vivía a menos de 10 kilómetros. Además tenía un Ford Falcon 1962 que funcionaba increíble, creo que una vez me mencionó que lo heredó de su fallecido abuelo.

A penas llegó, entré al auto apresuradamente.

-Bien -dijo Eddie mientras me observaba. -¿Hacia donde parto?

-Sigue derecho por ahora, yo te iré indicando -le decía a Eddie mientras me acomodaba en el asiento.

El Bar se encontraba en Sunset Boulevard así que no estábamos tan lejos de Lauging Park. Nos tomó un tiempo encontrar la casa ya que el Barrio era bastante grande. Nos dimos cuenta que habíamos encontrado la casa correcta ya que ésta estaba llena de mugre, tenía los vidrios rotos y habían restos de botella en la entrada, además estaba justo en frente del observatorio, como Slash me indicó. Esperaba que estuviera ahí así no debía ir hacia la otra punta del Blvd a la casa de su amigo.

-¿Estás segura que quieres ir sola? -me preguntó Eddie mientras bajaba del auto.

-Claro que sí, no te hagas problema. Cualquier cosa, gritaré -le respondí.

-No entiendo cómo estos animales están viviendo en un lugar como éste -comentó antes de que me retire.

-Es muy probable que alguna discográfica se las halla prestado.

Era claro que no tenía mucho sentido que alguien como estos tipos estén viviendo en esa casa, ni de chiste contaban con el dinero para la renta de un lugar de ese estilo, seguramente era obra de alguien que los estaba ayudando, un manager quizá, o un representante dispuesto a sacarles dinero.

Mientras me acercaba al porsche de la casa, empecé a notar con más detalle la destrucción del lugar, además había un olor nauseabundo, como a vomito fresco, era asqueroso. Igualmente, no me esperaba menos. Toqué la puerta con fuerza y al pasar unos segundos, no escuché ningún ruido, volví a tocar aún más fuerte y nada. Quizá no estaba, pero no me rendí y toque otra vez, justo cuando ya me había resignado a irme, sentí un ruido dentro de la casa. Miré por la ventana rota y ví que alguien se acercaba a paso de tortuga; era él. Me puse nerviosa cuando escuché el sonido de la perilla. Se abrió la puerta y me encontré con un Axl en muy malas condiciones.

Me quedé mirándolo unos segundos sin decir nada y él me observó, luego recalculó y abrió los ojos como platos al caer en la cuenta de que yo estaba ahí.

-¿Vanessa? -me preguntó sorprendido.

-Perdóname -fué lo único que me salió decir en ese momento.

Axl me miraba aún sorprendido y con la cara llena de intriga.

-¿Podemos hablar? -dije y rompí el "shock" de Axl.

-S... Si. Claro, pasa -me respondió tartamudeando.

Estaba muy ebrio, le costaba abrir los ojos y no sabía cómo actuar en mi presencia. Yo pensé en ese momento que él estaba así, encerrado en esa casa por mí, lo comprendía, seguramente era la primera vez que él se le declaraba de esa forma a alguien, y que ese alguien lo rechace habrá sido muy duro, así que supuse que cuando hablamos fuera del bar y se fué hacia la calle, fué para tomarse un taxi hacia ésta casa, para beber y olvidar.

Al pasar al lugar, el edor que sentí en la entrada se sentía el triple de fuerte dentro. Axl me hizo una seña de que lo siguiera hasta la cocina. Para estar tan ebrio, caminaba bastante bien, no tambaleaba ni un poco. Quizá la cara que yo había visto al principio no era completamente de ebriedad, sino de tristeza. Eso me conmovió mucho. Me senté en una pequeña mesa destartalada que estaba en esa cocina -que parecía nunca haber sido usada- y él se sentó a mi lado.

When I Look Into Your Eyes [Axl Rose]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora