Reunión

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—Estoy tan aburrido —se quejaba cierto velocista, tumbado en el sofá y con la cabeza hundida entre el colchón.  La razón era bastante evidente, habían pasado semanas sin que Batman les diera una sola misión. Pelear contra villanos, genial. Evitar catástrofes, asombroso. Quedarse en casa y mantener una rutina tranquila... los héroes son absolutamente terribles en eso. 
—Supéralo kid-bobo, nosotros también estamos hartos. Lo peor es que aún tenemos que escucharte —se burló la arquera entrando al lugar, su rostro tenía la misma mueca de aburrimiento que el pelirrojo y con la mano sostenía una galleta a medio comer cortesía de Megan.
—¡Galletas! —gritó emocionado el pecoso para luego desaparecer, volvió varios segundos después acompañado de su amiga alienígena.
—¿Saben en donde están Roy y Kaldur? —preguntó.
—Creo que iban a la sala de entrenamiento —contestó la rubia distraída.

"Batman A 02"

Al lugar entró el hombre del traje de murciélago, con su aura pesada y pasos silenciosos. De inmediato los tres chicos que estaban comiendo brincaron de sus asientos para llegar frente a él.
—Llamen a los demás —ordenó.
En un par de minutos los cinco estuvieron en fila y listos para escuchar al caballero de gótica.
—Tienen una misión —empezó a decir, fingiendo que no notaba la emoción extrema en todos los presentes —irán a la sede del proyecto Cadmus y recolectarán toda la información que puedan sin que los descubran. La liga lleva un tiempo investigando lo que hacen allí, y ahora es la oportunidad para obtener imágenes de primera. ¿Dudas?
—¿Por qué no lo hacen ustedes? —preguntó Wally con cierto temor.
Cállate kid-bocón Regañó su compañera desde el lazo mental. 
—La liga está ocupada con asuntos mucho más serios —respondió frío el mayor. Eso, y que nadie conoce la definición de "sigilo" quiso agregar, pero Batman nunca dice esas cosas —¿Otra duda?
—No —respondieron a coro las voces de los chicos. Bajo la mascara el protector de Gótica resistió una sonrisa, esos niños lo hacían de maravilla. Claro, tenían algún desastre ocasional pero, ¿Qué héroe no?.


48 horas después. Instalaciones de Cadmus

La infiltración había ido de maravilla, ahora todos se amontonaban frente a una enorme puerta de metal mientras Roy y Wally se encargaban de revisar los archivos ultrasecretos de Cadmus.
—¿Qué rayos se supones qué es esto? —habló el arquero señalando algo en la pantalla. Los demás miembros se acercaron para escuchar a sus compañeros.
—"Proyecto Kr, proyecto R.O.B.I.N."
—Suena importante, y con ese nivel de encriptado no podremos averiguarlo desde aquí.
Una sonrisa acompañó los rostros de los héroes.

Quince minutos después, y tras ser totalmente descubiertos, pudieron llegar al piso inferior donde se encontraban ambos proyectos.
Los constantes golpes en la puerta que los separaba de aquellas personas dementes no hacían más que incrementar sus nervios. Kid-Flash había empezado a dar vueltas por la habitación preguntándose en voz alta cómo habían terminado tan mal.
—Wally, cálmate, tratemos de pensar —insistía Megan con preocupación.
—Vean esto —la voz de su líder llamó su atención, el atlante permanecía quieto de espaldas a ellos, observando fijamente un par de cápsulas de aspecto extraño.
Sus compañeros abandonaron lo que estaban haciendo para acercarse al mismo lugar. Pronto todos contemplaron lo mismo que el moreno.
—Creo que encontramos a Kr. y R.O.B.I.N. —la voz de Speedy  sonó asombrada. ¿Cómo no estarlo?
Frente a ellos, dentro de las cápsulas, dos muchachos de su edad parecían dormir.
—Wally.
—A eso voy —contestó el velocista a Kaldur, entendiendo a qué se refería se acerco al monitor de uno de los contenedores para empezar a buscar... cualquier cosa qué les diera una pista sobre los extraños.
Megan observaba detenidamente uno de los tubos, sentía algo familiar en el. El vidrio se limpiaba poco a poco dejando ver un símbolo conocido en el pecho del extraño.
—Amigos —llamó, aún sin salir de su asombro, al mismo tiempo que Wally gritaba emocionado por haber  encontrado lo que buscaba. Sus voces se apagaron al mismo tiempo.
El chico pecoso miraba rápidamente entre la cápsula y el monitor, sus compañeros, que ya empezaban a desesperarse por los golpes en la puerta, le interrumpieron.
—¿Qué encontraste? —presionó Artemisa.
El chico fijó sus ojos en su equipo y empezó a hablar.
—Ese de allí —dijo mientras señalaba el mismo lugar al cual su amiga de piel verde miraba absorta —es el clon de Superman.
El silenció cubrió el lugar un momento, incluso los golpes en la puerta parecieron detenerse por un instante, el mismo que tardaron los chicos en reaccionar.
—¿Quién es el otro? —habló Aqualad manteniendo la calma, refiriéndose al sujeto en el otro cilindro.
—No lo sé, no dice casi nada... "Nombre clave: Robin. Relación: B" —leyó el velocista.
—Tenemos que sacarlos, pronto —gritó la rubia, atenta a cada retumbar en la entrada.
—Estoy en eso —contestó Roy mientras tecleaba en su hologuante.
Un sonido de aire saliendo a presión indico que los cilindros habían sido abiertos, ambos chicos habrían caído al suelo de no ser por Megan y su telequinesis. Con cuidado los colocó en el suelo.
—¿Cómo vamos a llevarlos? ¿Cómo vamos a salir de aquí? —preguntó bastante angustiada.
El grupo de jóvenes héroes se preocupo por encontrar una manera de huir de ahí junto a los dos experimentos, que no se dieron cuenta del momento en el que uno de ellos empezaba a moverse.
—¿Quiénes son? —preguntó secamente la voz, era profunda y carecía de matices, pero seguía siendo la voz de un adolescente. Cinco pares de ojos voltearon lentamente al lugar de donde provenía el sonido. Un chico alto, de piel clara y cabello negros, los observaba cauteloso. 
¿Sups Junior? bromeó Wally desde el lazo mental, aunque en realidad le causaba cierta impresión el ver al clon de Superman despierto y con sensaciones hostiles hacia ellos. 
—Queremos ayudarte —contestó el atlante lo más tranquilo que pudo. Todos notaron el instante de duda en el chico, que volteó levemente para ver el cuerpo que aún descansaba en el piso. Sin despegar su atención de los intrusos se acerco al muchacho de piel bronceada, asombrados, el equipo apreció como le sacudía el hombro con extrema dulzura, buscando despertarlo. 
El sujeto en el piso comenzó a moverse entre gruñidos hasta que uno de sus ojos se conectó con los de su compañero. 
—¿Qué hay Coni? —susurró, aún adormilado. 

El equipo, empezando a incomodarse y después de haberse dado cuenta de que los golpes en la entrada se habían detenido, decidió que era el mejor momento para irse. 
—Mmmm —carraspeó Speedy, buscando que las dos personas frente a ellos le pusieran atención. El clon rápidamente tomó su lugar frente a su compañero que seguía en el piso, listo para protegerlo.
—Tranquilos, solo queremos sacarlos de aquí —insistió el pecoso. Ante sus palabras el más pequeño de los extraños se puso de pie de un salto. 
—¿Pueden? —preguntó con un tono que parecía esperanzado. 
—Por supuesto —contestó el velocista, alegre de que al menos uno de los dos fuera razonable.
—Genial —sonrió el chico —pueden llamarme Robin, y este es Superboy —dijo presentándose y también a su compañero. El clon pronto relajó un poco la postura y dedico un asentimiento al grupo de héroes —entonces, ¿Cómo planean liberarnos? 




ROBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora