ROBIN

Descubrimientos

Sabes que no debemos usarla, y no me detuviste. ¡Es tu culpa!
También sé lo mucho que te gusta usarla y lo irresponsable que eres... quizá si es un poco mi culpa, pero ahora podemos usarla cuando queramos.
—¿Chicos? — insistió Artemisa al ver que no contestaban. La mente de ambos clones trabajaba con rapidez en busca de una excusa o algo que los sacara del aprieto, al final fue el petirrojo quien tomó la palabra. 
—¿Lazo mental? ¿Cómo telepatía? —preguntó. 
Genial Grayson, finge demencia. 
No estas ayudando Con. 
—Claro, ¿no saben lo que es? —inquirió Kaldur desconfiado, no parecía muy seguro al decirlo. 
—Oooh, con que eso es... es bueno ponerle un nombre. Pero entonces, ¿no todo mundo puede hacerlo? —dijo Robin con la cara más inocente que pudo. El equipo lo observaba como si fuera un alienígena. —Supongo que por eso no me dieron el helado cuando lo pedí tantas veces —quizá el acróbata fuera un pésimos mentiroso (quizá solo fuera el momento de improvisación), o quizá fue que nadie en el equipo sabía lo suficiente sobre ese par como para hacer un interrogatorio a fondo, que lo dejaron pasar y prefirieron explicarle como si en verdad fuera algo completamente nuevo. 
—¡Por supuesto que no es normal! —exclamó el velocista emocionado —Nosotros podemos hacerlo gracias a Megan, pero lo suyo ¿Cómo funciona? ¿Por qué solo pueden hacerlo entre ustedes? ¿Los científicos les enseñaron? ¿Pued...
—Wally, cálmate, los estás incomodando —dijo Roy a su emocionado amigo para luego dirigirse al dúo frente a el —les mostraremos sus habitaciones, solo sígannos.  
—¡Gracias! —sonrió el menor con alegría —alto, ¿habitaciones? —interrumpió de repente para quedarse quieto en su lugar junto a su compañero —¿Cómo que habitaciones? 
—Pues el lugar donde dormirán —contestó obvio el pecoso. 
—Claro, ¿pero por que lo dicen en plural? Solo necesitamos una habitación. 
El equipo intercambió miradas que iban desde la confusión total hasta la preocupación. 
—Ustedes son dos personas —habló lentamente Artemisa, como si las personas frente a ella no conocieran el lenguaje humano —entonces, necesitan dos habitaciones, una para cada quien. 
Ambos clones la miraban con una ceja enarcada.
—No somos estúpidos rubia —dijo Conner. 
Los demás chicos presentes aguantaron una carcajada mientras la arquera se sonrojaba en su lugar. 
—Es solo que siempre hemos dormido en el mismo lugar —explico el acróbata con calma —no necesitamos dos habitaciones. 
Los héroes, un poco horrorizados por la declaración del petirrojo, se apresuraron a renegar. 
—De ningún nodo —exclamó Megan —ustedes disfrutarán lo que los terrícolas llaman "Espacio personal", les va a encantar —aseguró, hacia varios meses, cuando habían formado el equipo, ella descubrió lo que es el espacio personal y en verdad ir por ahí sin que nadie te lea la mente, es una idea genial y revolucionaria.
No te preocupes, aún te leeré la mente.
Bromeó el más alto a su compañero, quien parecía un poco preocupado. 
—Bien —aceptó por fin el menor de los presentes, para que todos empezaran a caminar lejos del área de entrenamiento. 

—Aquí es —dijo feliz el velocista, deteniéndose frente a dos puertas cerradas una junto a la otra. 
Los chicos llegaron unos segundos después del pelirrojo, todos con la mirada fija en los nuevos dueños de las habitaciones. 
—¿Y bien? —animó chico Flash —entren. 
—¿Cómo?, ¿Justo ahora? —preguntó dudoso Robin. 
—Claro que si amigo, ¿Tienes idea de qué hora es? 
—Lo que mi compañero quiere decir —interrumpió Kaldur —es que hoy ha sido un día completamente agotados, y a todos nos gustaría descansar... 
—Y no confían en nosotros, entonces nos encierran aquí —terminó el chico kriptoniano.
—Básicamente, si. —contestó aburrido Roy, eso de dar rodeos y ser sutil lo desesperaba. 
—Supongo que es justo —habló el menor encogiéndose de hombros, restándole importancia al asunto —entonces, que descansen —agregó para entrar a la habitación bajo la atenta mirada de su compañero. 
Buenas noches Coni.  

Ambas puertas se cerraron, dejando a los héroes en el pasillo y dispuestos a volver a sus propias camas. 
—Hoy ha sido un día de locos, he —dijo Wally con una voz exhausta. Nadie agregó nada más y pronto el lugar quedo en completo silencio. 

Detrás de las puertas, un par de chicos daban vueltas por el pequeño espacio. 
Supongo que dormir sobre una cama será más fácil que hacerlo en un tubo de ensayo. 
Pensó el acróbata para su amigo.
Cualquier cosa es más cómoda que un tubo de ensayo. 
Recostados ambos en el colchón y con los ojos cerrados, ni uno parecía conciliar el sueño. 
Con. 
¿Qué pasa? 
Contestó este con su usual calma. 
No puedo dormir. 
¿Quieres hacer eso? 
Ajam. 

Bien, allá vamos. 

Concentrados, ambos jóvenes compartieron un lazo mental tan fuerte que prácticamente podían verse el uno al otro. Una imagen residual del contrario les devolvía la mirada en el colchón, más que eso, era la sensación de saberse completamente acompañados lo que lentamente los arrastró hacia los brazos de Morfeo.