De regreso al pasado

Despertar

Todo se sentía increíblemente cálido a su alrededor, una suave melodía se podía escuchar de fondo.

El juego se reinicia otra vez.

Un personaje distinto es nombrado principal.

¿Qué?

Lentamente comenzó a sentir que la calidez se desvanecía dándole paso a voces que el conocía sin embargo no podía ubicar las correctamente, la voz, sea cual sea le estaba gritando a todo pulmón algo que no lograba entender.

Entonces todo fue blanco, una habitación blanca y espaciosa en el centro un niño de cabellera blanca estaba parado, a medida que se acercaba las voces solo aumentaron más y más, una voz de un hombre, fuerte y autoritaria además de enojada, llantos de un niño que pudo reconocer fácilmente.

Eran sus lágrimas.

El que gritaba era su padre.

El niño del centro era el, pero a la vez no lo era.

Dejó de ser ese niño lleno de sueños y esperanzas hace mucho tiempo atrás, cuando toda su familia le aseguró que nunca podría ser un héroe con una peculiaridad como la suya, ya sea por preocupación a su salud o simplemente por que a sus ojos era demasiado, débil, frágil, inútil, un sin sentido más en esa familia.

Una herramienta que nació defectuosa.

Estaba parado atrás de su yo más joven, los gritos más fuertes que nunca, pero ya no duelen o al menos no como antes, cubriendo los ojos de su más joven que ni siquiera se movió de su lugar pudo observar lo que estaba pasando, su padre gritando le en plena sala con todos observando sin mover un dedo para detener esos gritos, su madre ni siquiera lo miraba, demasiado ocupada abrazando a Shoto, el hijo perfecto.

"Sabes, si fueras más fuerte podrías hacer algo" fue lo primero que salió de su boca "pero no lo eres"

Por fin otro par de ojos azules lo miraron, rojos de tanto llorar.

"Es momento de cambiar y desaparecer niño" sonriendo pudo ver como los ojos del niño se abrían de miedo, como si se diera cuenta de lo que va a suceder "Es momento que mi juego empiece"

Pudo ver como su versión más joven desaparecía en una nube de humo, con terror en sus ojos, pero por lo demás resignado a su destino, cuando lo último de polvo se desvaneció pudo sentirse a si mismo cambiar de alguna manera y de repente todo se sentía más real que antes, había vuelto al pasado y por alguna extraña razón no se sentía fuera de lugar.

Estaba entumecido, como si estuviera allí pero a la vez no.

Sabe que es real, que debería estar asustado, pero es incapaz de sentir algo en ese momento.

El respira profundo y cierra los ojos, cuando los abre mira directamente a los ojos de su padre, con una sonrisa plasmada en su rostro el más joven finalmente habla.

"Lo se, se que no puedo convertir me en un héroe y lo entiendo" eso bastó para callar a su padre en ese momento "y tienes razón tal vez debería dejar de intentar" ignorando las miradas de todos comenzó a caminar con calma "ya no te molestare más con un sueño tan estúpido como el mío"

Las palabras habían salido, pero seguía sin ser capaz de sentir mucho en ese momento, pero una pequeña chispa de enojo le dijo que aún podía sentir.

"No volveré a hablar de eso Enji" todos en la sala lo miraban ahora "estaré en mi habitación si me necesitan" y sin más salió de la sala.

"Toya" pudo escuchar a su padre llamarlo otra vez pero decidió ignorarlo, podía sentir a sus emociones regresar lentamente y no tenia ninguna intención de colapsar frente a una familia que ya no ama y en toda regla son desconocidos que una familia para el, su caminata fue muy lenta pero no podía obligarse a ir mas rápido, su cuerpo se sentía demasiado pesado en ese momento.