De regreso al pasado

Dolor

La vida, decide Toya, es una mierda, ¿por qué siempre se termina metiendo en este tipo de momentos ridículos?

La mañana había sido en su mayoría hermosa, claro, tenía tareas que hacer y cosas que planear a largo plazo para evitar que el mundo se fuera a la mierda, pero era agradable, hasta que su hermana, la única que tiene por fortuna, llego corriendo a su cuarto con los mejores ojos de cachorro que había visto en ella hasta el momento, solo para preguntarle si podía practicar maquillaje con él.

Como era lógico se negó con todas sus fuerzas, no sería el muñeco de pruebas de nadie y mucho menos de las manos inexpertas de su menor, tenía dignidad, énfasis en el tenía, porque al final del día su hermana logro convencerlo de hacer tremenda ridiculez, su voz llena de ruego y sus ojos tristes de animal pateado y maltratado lo convencieron más rápido de lo que es capaz de admitir incluso a sí mismo.

Eso llevo a que su querida, ahora no tan querida, hermana chillara y lo abrazara con emoción y felicidad, ajena a su sufrimiento interno, a Toya le gustaría mucho tener hermanos menores un poco más observadores, pero no los tiene, así que tiene que conformarse y rezar a cualquier deidad existente que le dé paciencia que no tiene.

Entonces, aquí están ahora los dos, en el cuarto de Fuyumi, con su cara llena de maquillaje, que está casi seguro, está mal colocado, su cara se siente rara, el labial hace que sus labios se sientan secos y el impulso de lamerlos solo para humedecerlos es fuerte, no lo hace debido a que ya lo intento y su, ahora muy odiada, hermana lo regaño y le dejo muy en claro que no hiciera eso.

El resto del maquillaje en su cara, que ni siquiera sabe exactamente que es porque no le estaba prestando atención a Fuyumi cuando le explico, se siente extraño e incómodo, su rostro no acostumbrado a estar sobrecargado de cosas que no pertenecen allí en primer lugar, esto le hace apreciar un poco más a las mujeres que se maquillan a diario, lo que lo lleva a preguntarse.

¿Cómo es que las mujeres parecen bañarse en maquillaje y no parecer incómodas?

Todas sus fuerzas y pensamientos están centrados en no quitarse todo el maquillaje, puede escuchar a su hermana hablar, pero la ignora, más ocupado en luchar contra el impulso de correr al baño más cercano y quitarse todas las cosas que tiene encima.

"Ya casi estás", tiene el descaro de decir la culpable de todos sus problemas actuales, como si ver a su hermano sufrir en sus propias manos fuera algo divertido "¿Estarías dispuesto a dejarme pintar tus uñas también?", Toya quiere gritar, no lo hace, pero siente muchas ganas de hacerlo.

"No", su voz es definitiva, dejando en claro que no dejara que nadie se acerque a sus uñas, ni por todo el dinero del mundo, "Te deje pintarme la cara, de maneras horribles, no tocaras mis amadas uñas", su tono es una extraña combinación entre ofendido y resignado, su hermana sonríe, claramente disfrutando de su crueldad.

"Oh, vamos, no es tan malo, te ves her-mo-sa", su hermana recalca, con burla y diversión, por un momento las ganas de estrangular a su hermanita pasan por su mente y la idea se mantiene por un buen rato en su cerebro, negándose a irse, ojalá las cosas fueran tan fáciles.

"Es muy probable que en vez de verme hermoso, me vea más como un payaso de circo mal pintado", la adolescente parece ofendida ante sus palabras, bien, porque si va a sufrir, entonces hará sufrir a su hermana con palabras, si él sufre es justo que su querida hermana causante de sus problemas actuales también sufra.

"Y yo te digo que no está tan mal", hay cierta firmeza en sus palabras, últimamente a su hermana le ha nacido valor para decir lo que piensa y actuar en consecuencia, no es demasiada y nunca en dirección a su padre, pero es un progreso por el cual Toya está muy orgulloso, incluso si nunca lo admitirá ante ningún alma viva o muerta.