Hermanos 2

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Shoto siempre miró a las demás familias con celos, tenían padres que los aman, hermanos que sonríen sin preocuparse de nada, no tenían padres que solo discutían, un padre que solo sabia golpear a su mamá, hermanos que te miraban feo solo por existir, todos esos niños tenían lo que para Shoto era solo un sueño.

Pero desde hace un tiempo eso cambio, al menos una parte de eso cambio, su hermano mayor ya no lo miraba feo y Shoto veía eso como una victoria, no sabía que hizo, pero trataría de seguir haciéndolo, su hermano comenzó a darle abrazos y lo dejaba dormir en su cama cada vez que tenía pesadillas o los entrenamientos eran demasiado duros para su cuerpo, aunque las últimas partes fueron después de que su madre se fuera.

Shoto no culpaba a su madre por lo que paso, él sabe que la culpa la tiene su padre y nadie más, si el hombre fuera más amable con todos nadie tendría que salir lastimado, pero Shoto sabe que eso no pasara, así que se aferra a su hermano mayor y a veces a su hermana mayor, sus hermanos siempre se ven cansados o en el caso de Fuyumi nerviosa por algo, Shoto no entiende el que y cuando pregunta le dicen que es demasiado pequeño como para preocuparse de esas cosas.

Shoto sabe que es un niño, pero quiere ayudar, quiere que su madre regrese, quiere que Toya se vea menos enojado cuando mencionan algo acerca de sus padres, quiere que Natsuo se sienta más seguro, quiere que Fuyumi pueda cumplir su sueño, él quiere, pero no puede, porque es demasiado pequeño y joven para poder hacer algo.

A veces llora por eso, se aferra a su hermano mayor, diciendo que son solo pesadillas, que pasara y su hermano lo consuela hasta que se duerme y Shoto se siente mal por mentirle de esa manera, pero no quiere agregar más problemas, quiere que todos sean felices, pero nada de eso se cumplirá jamás.

Entonces sus hermanos comenzaron a discutir y por un momento Shoto recordó las discusiones de sus padres, sentado en la mesa, asustado, casi esperando escuchar golpes, pero nada de eso llego, para cuando su padre entro, el ambiente ya se había calmado o eso pensó Shoto.

Sus hermanos comenzaron a ignorarse, no se hablaban y a duras penas se miraban, todavía lo ayudaban con su tarea o jugaban con él, pero siempre de manera separada, nunca juntos y Shoto no pudo evitar sentir tristeza ante eso.

Shoto miro la tarea que tenía en frente, distrayéndose de vez en cuando pensando en formas de volver a unir a sus hermanos, Fuyumi continuaba explicando, luciendo cada vez más molesta al ser ignorada a pesar de sus mejores esfuerzos por enseñarle a Shoto.

"¿Shoto estás prestando atención?", exclamo, molesta la niña de cabello blanco con mechones rojos, asustando a Shoto por un momento, pues no se encontraba prestando atención a las explicaciones de su hermana mayor "Si, no ibas a prestar atención no me hubieses pedido ayuda"

Shoto miro a su hermana, ligeramente molesto, sí, está bien, no está prestando atención, pero esa no es razón para ser tan grosera con él.

"¡Yo estoy prestando atención!" Shoto grito molesto, mirando a Fuyumi, cruzando sus brazos.

"No lo parece" su hermana parecía molesta, el niño más pequeño la miro.

"¡Pero lo estoy!" Shoto no sabía por qué le estaba respondiendo a su hermana, pero algo en él le decía que se defendiera.

"No, no lo estabas, parecías estar en las nubes" la adolescente también se cruzó de brazos mirando a su hermano directamente a los ojos, Shoto no pudo evitar encogerse un poco, esa era la misma pose que usaba su padre cuando estaba enojado.

No es la primera vez que uno de sus hermanos mayores hace eso, Toya y Fuyumi parecen hacer eso sin darse cuenta, así que Shoto no los culpa o los odia por eso, pero no evita que cada vez que los ve tomar esa posición, su cuerpo espere un golpe en alguna parte de su cuerpo.

De regreso al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora