Conociéndose

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Es un sábado por la tarde cuando Toya regresa al parque donde conoció a la versión mas joven de Toga, era exactamente la misma hora que el anterior fin de semana, caminando por el parque, en vez de ser un día soleado, las nubes cubrían el sol, creando una sombra natural, las aves también parecían mas tranquilas ese día.

Toya se acercó al mismo banco de antes, la niña pequeña aún no se veía por ninguna parte, pero si conocía lo suficiente a Toga, la niña debería de estar por aquí en cualquier momento o podría no serlo, después de todo, la Toga adolescente y la Toga niña deben tener alguna diferencia entre ellas.

Esperó unos diez minutos antes de que escuchara a alguien gritar su nombre, Toga venía corriendo con una sonrisa alegre en todo su rostro, cuando llego donde está sentado Toya, ella respiraba con dificultad producto del cansancio de correr.

"¡Estás aquí!", el grito de la niña fue hecho con mucha energía a pesar de que aún respiraba un poco más fuerte de lo normal, Toya casi podía ver los ojos de la rubia brillar de alegría.

"Sí, ¿Por qué no lo estaría?", pregunto con tono de voz suave el adolescente, mirando el cambio de comportamiento de la niña en el momento en que esa pregunta salió de sus labios.

La menor se encoge de hombros, moviendo sus pequeños pies en el suelo "A los niños y adultos no les suelo agradar mucho después de que me ven comer o bueno beber sangre", ella no mira a Toya a los ojos "Se van después de eso y me llaman monstruo"

Toya diría que está sorprendido, pero eso sería una mentira descarada, ser discriminado por tu peculiaridad, ya sea por que es de mutación o por que te hace parecer una mala persona, es bastante mas común de lo que la gente quiere aceptar.

"A mí no me gusta", continúa hablando la mas pequeña.

"Por supuesto que no, a nadie le gusta que le llamen monstruo", Toya le sonríe de manera amable "Pero si te soy sincero, no creo que te veas como uno", ella lo mira, con los ojos bien abiertos e inocentes, muy diferente a los que él conoce de una versión mucho mayor de esta pequeña niña.

"¿En serio?", ella pregunta y Toya puede notar su tono inseguro, como si no creyera una sola palabra de lo que el adolescente le dice.

"Claro", Toya la mira por unos segundos, pensando "¿Qué te parece si vamos por unos helados?", la niña inmediatamente se ilumina.

"¡Si!", responde la menor, dando pequeños saltitos felices.

Toya no puede evitar notar que Toga es mucho mas energética que cualquiera de sus hermanos, aunque eso en sí mismo no es una sorpresa demasiado grande, la sorpresa sería si ella no tuviera la energía y viveza que tanto la caracterizan.

"Bien, vamos entonces", ambos comienzan a caminar con paso tranquilo o bueno, Toya camina de manera calmada, Toga continúa dando saltitos hasta un puesto de helados cercanos, Toya no puede evitar pensar un poco en cierta coneja de cabello blanco, que siempre es la más enérgica en su grupo de amigos, parpadeando ante esos pensamientos, Toya niega con la cabeza.

"¿Qué tal está?", pregunto el joven con curiosidad.

"Rico, mis padres no me suelen dejar comer helados, dice que engordan y arruinar mi figura, lo que sea que eso signifique", responde ella de manera alegre, haciendo parpadear a Toya.

"¿Figura?, ella es solo una niña, ella no necesita cuidar su figura, con tal de que no le den nada en exceso, debería estar bien comiendo dulces y chucherías", fueron los pensamientos del adolescente mientras miraba a la niña comer su helado, la joven estaba obviamente disfrutando del dulce, Toya no puede evitar preguntarse cuando fue la última vez que Toga comió un helado.

De regreso al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora