Shoto

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Su día a día consistía en estudiar, ir a la escuela, entrenar y pasar tiempo con sus hermanos eran pocas cosas en si mismo, pero para Toya eran un montón especialmente cuando la mayoría de las personas a tu alrededor notan tu cambio drástico, su madre lo seguía mirando a veces muy seguramente preguntándose que sucede con su hijo, pero preocupaciones como esa están lejos de ser importante para el mayor de los hijos Todoroki.

Ahora mismo dicho niño se encontraba mirando uno de sus ejercicios de matemáticas, había olvidado totalmente la tortura que eran los estudios, soltando un pesado suspiro se rindió por ahora y se fue en busca de un poco de jugó para refrescar un poco su mente, caminando por los silenciosos pasillos, mirando las decoraciones a propósito para perder un poco el tiempo y no volver a ver esos desgraciados números que lo tenían con dolor de cabeza.

Cuando entró a la cocina pudo ver a su hermanito sujetando un paquete de galletas de chocolate, dicho niño miro a su mayor con grandes ojitos de dos colores y escondió rápidamente el paquete de galletas tras el.

"¿Estas robando galletas ahora Shoto?" no había acusación real tras su voz, pero al parecer el menor no lo captó tomando en cuenta su respuesta apresurada.

"¡No!" sus mejillas enrojecieron un poco "mami me prometió galletas ayer" mirando al suelo continuo "pero por culpa de papá no obtuve nada, dijo que no me merecía nada de eso" termino moviendo su pie con la punta del mismo "no le dirás a papá ¿verdad?" levanto su rostro para ver la respuesta de su mayor.

"Lo que hagas no me importa" respondió con indiferencia el adolescente mientras se dirigía al refrigerador "mientras no me metas a mi en tus problemas haz lo que te de la gana" sacando el cartón que contenía lo que quería beber se encaminó a buscar un vaso.

Con un asentamiento Shoto salió rápidamente de la cocina con un paquete de galletas en mano, mientras bebía no pudo evitar pensar en lo inocente que se veía su hermano menor a esa edad, lejanamente se preguntó por que comenzó a odiar a Shoto, puesto que ahora que lo piensa bien su hermanito no tenía la culpa de absolutamente nada, pero, supuso que en su infantilidad había sido incapaz de ver eso y lo culpó de la mitad de sus desgracias con una risa hueca Toya lavo el vaso y se fue a seguir estudiando.

Era mejor si se concentraba en otras cosas, que en sus propios problemas.

***

Shoto había sido regañado por tomar el paquete de galletas sin permiso, su padre no fue amable con el si los llantos de su madre mientras abrazaba a Shoto o la fea marca en el rostro de su madre eran un clara indicación, el pobre niño parecía incapaz de llorar pero todo su pequeño cuerpo temblaba un montón, haciendo una mueca a la imágen que se mostraba en la sala se dirigió a su habitación para seguir tomando notas de los progresos de su entrenamiento, por supuesto fue detenido.

Girando para ver a su madre que era quien le había llamado "Mande" respondió con la voz más fría que podía, no tenía ganas de hablar con su madre, para el mayor de los hermanos su madre era casi tan mala como su padre así que realmente también la odiaba.

"¿Puedes traer una manta? por favor" su madre lo miraba con ojos rojos de tanto llanto, su voz ligeramente ronca pero aun suave, con una suave sonrisa en su rostro una vez término de hablar.

La sonrisa obviamente falsa.

"Bien" y con eso el joven se fue en busca de las mantas solicitadas, para cuando regreso con ellas su hermano parecía haberse quedado dormido en los brazos de su madre quien tarareaba una suave melodía "Ten" entregando las mantas su madre dio un corto agradecimiento "Si no hay nada más que necesites me voy a mi cuarto" su madre asintió y lo vio irse de la sala.

De regreso al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora