De regreso al pasado

Decisiones

Una semana después de todo el problema con su madre y su hermano las cosas parecieron calmarse un poco, los más jóvenes aún parecían un poco afectados, especialmente Shoto quien era el más cercano a la mayor de los Todorokis.

Toya por su parte no se sentía ni bien ni mal, el bienestar de su madre es algo que simple y llanamente le da igual, quizás en el pasado hubiese sido diferente pero este ya no era el pasado o al menos no el que conocía. Mirando a su hermana hacer tareas hiper-concentrada no pudo evitar sonreír un poco, la relación con su hermana menor a ido mejorando con el pasar de los días y lenta pero progresivamente la grieta enorme que los separaba en el pasado se estaba sellando.

El otro hermano menor, Natsuo, estaba afuera viendo televisión después de haber terminado hace poco sus tareas y Shoto estaba en la sala de entrenamiento junto con su padre, se podían escuchar los gritos del menor junto con los de su padre, quizás, por eso Natsuo tiene la tele más fuerte de lo usual.

Toya y Fuyumi no se quejan.

Pasa al menos otra hora hasta que su padre sale de la dichosa habitación totalmente enojado y sin darles una sola mirada a sus otros hijos, no es que alguno de ellos quiera tener su atención cuando esta tan enojado.

Era tarde casi de noche, su padre había ido a trabajar debido a una llamada a cerca de un villano particularmente peligroso cuando Shoto salió de la habitación con unos cuantos moretones, ojos llorosos y por la leve suciedad de dudosa procedencia en su camiseta también con vómito sobre el.

No era extraño que Enji entrenará al pobre niño hasta que este vomitara todo lo que había comido ese día, el niño más pequeño miro a los ojos de su hermano mayor en una suplica silenciosa de consuelo, de mala gana el mayor de los niños se levanto para abrazar al más joven, no era cómodo, estaba lejos de ser cómodo para Toya pero aún así aguanto por que era lo mínimo que podía hacer por su hermano menor.

Los otros dos menores solo observaban a interacción sin hacer realmente mucho ninguno de los dos era cercano al pequeño a eso se le puede agregar la incomodidad que sienten los hermanos de estar cerca del más joven, toda una vida les repitieron lo mismo hasta dejarlo marcado en sus jóvenes cabezas.

"Acercarse a Shoto esta prohibido y si los veo acercarse no será bonito para ninguno de ustedes"

Basta decir que esa advertencia de su padre hacia ellos fue suficiente para hacerlos desistir de cualquier posible intento de acercarse a su hermano que hayan querido tener en algún momento de sus vidas. Las heridas constantes y la locura no valían la pena, eso y eran terriblemente jóvenes y ellos estaban absolutamente aterrados del hombre que se hacia llamar su padre.

Toya abrazo al mas joven por casi media hora mientras lloraba, casi siente pena por el niño que es su hermano, casi, están sentados ahora, sus piernas están agotadas por mas de una razón y tampoco cree que Shoto deba estar parado demasiado tiempo tomando en cuenta su estado físico en ese preciso momento, ya era hora de comer pero no había nada con lo que hacer una comida decente y su padre tampoco les había dejado dinero.

Mirando a los tres niños el mayor se pregunto que les iba a dar de comer ahora, lo único que podía darles eran unas galletas que había en algún lugar por ahí con un vaso de leche, dudaba que eso los llenara, pero era eso a no tener nada, con un suspiro resignado Toya levanto a Shoto del suelo y se dirigió a sus otros dos hermanos.

"Vengan, es hora de comer"

"Pero no hay nada que comer hermano" fue la tranquila voz de Fuyumi.

"Algo se me a de ocurrir"

Mientras se dirigían a la cocina el mayor de los hermanos no pudo evitar preguntarse como había hecho Fuyumi para mantener alimentados a sus hermanos menores en el tiempo cuando solo era ella y los otros dos, un poco de culpa se arremolina en su estomago por haberlos abandonado a su suerte.