Comodidad

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Toya no hablaba mucho, no después de declarar que ya no quería ser un héroe, eso es algo que absolutamente toda la familia Todoroki noto de inmediato, era increíblemente incómodo estar en la misma habitación con el mayor de los hermanos, sus respuesta eran cortas y aveces burlonas dejando en claro que no le interesa hablar con ellos.

Fuyumi estaba preocupada.

Su hermano siempre a sido alguien de mecha corta hasta con la cosa más simple, pero ahora parece estar en completo control sobre si mismo, como si fuera otra persona en el cuerpo de su hermano mayor.

Natsuo quería a su hermano de regreso.

El era joven no estúpido, pudo ver rápidamente los cambios de su hermano, Toya por muy temperamental que fuera siempre estaba dispuesto a ayudar o jugar con el, pero ahora ni siquiera lo mira y si lo hace es con una indiferencia muy obvia en sus ojos y duele por que siempre tuvo toda la atención de su hermano, perderla se siente como un puñetazo al estómago.

Siempre fue el favorito de su hermano.

Se pregunta si así es como se sintió Toya al perder toda atención de su padre. Duele.

Shoto no entendía nada.

Demasiado joven para entender la angustia de las dos únicas mujeres Todoroki, demasiado joven para saber por que el siempre alegre Natsuo había perdido la sonrisa y miraba con una especie de nostalgia a su hermano mayor y demasiado asustado como para si quiera ponerse a pensar por que su padre parece mas enojado desde que Toya detuvo sus deseos de querer ser un héroe.

¿No era eso lo que quería su familia?

¿Por que están tan mal?

Toya hizo lo que ellos querían, entonces ¿por que todos miraban a Toya como si esperarán que quiera volver a ser un héroe?

Pero en una nota mas alegre, su hermano mayor ya no lo miraba con odio, tampoco amor, pero Shoto en toda su inocencia infantil supuso que algo estaba haciendo bien era solo cuestión de averiguar que.

El quería ayudar a sus hermanos y madre a ser felices.

Rei se culpaba a si mismo por todo el cambio de su mayor.

Debería estar feliz su hijo al fin había desistido de un sueño sin mucho futuro, no por que fuera débil, sino por que se hacía daño cada vez que usaba su peculiaridad y verlo lastimarse le dolia a ella, era su madre no quería ver su hijo herir se cada vez.

Tal vez era una mala madre por no apoyar a su hijo.

Ver a su hijo rendirse tan fácilmente había dolido incluso mas que verlo intentar todo los día con una determinación casi irrompible y ahí está la cuestión.

Casi.

Endeavour estaba enojado, sin saber exactamente el por que.

Se supone que le debería dar igual que su hijo mayor dejara de querer ser un héroe un destino sin futuro con una peculiaridad tan débil e inútil como la suya. Pero en vez esta enojado con su hijo mayor sin ninguna razón, ignora la pequeña voz en su cabeza que le dice que en el fondo esperaba que Toya, si se llegase convirtir en un héroe, que el niño pese a su peculiaridad era su hijo y que por consecuencia debería seguir los pasos de su padre.

El aplastó cada uno de esos pensamientos indeseados mirando a su hijo comer su desayuno.

El hizo bien en aplastar los sueños de su hijo, era lo correcto.

Natsuo se encontraba sentado en el suelo mirando la televisión con poca o ninguna atención, su padre se había ido al trabajo hace ya unas horas y por consiguiente la casa estaba en un total silencio.

A pesar de ser fin de semana no había ni rastro de Toya en la casa, aunque estaba seguro que estaba dentro de su habitación, los que si estaban era su madre y su pequeño hermanito Shoto dormido en su regazo mientras su madre tarareaba una canción.

Decidió arriesgarse e ir en busca de su hermano mayor caminando por los pasillos de lo que se supone es su hogar.

Nunca se sintió un hogar real.

Llegando a la puerta de lo que es la habitación de su hermano decidió entrar sin avisar, realmente nunca han tocado la puerta cuando se trata de algo  entre ellos hay una buena cantidad de confianza para no hacerlo, abriendo la puerta corrediza de golpe, se arrepintió al instante de hacerlo.

Allí en un rincón de la habitación estaba su hermano sentado sin moverse mirando a la nada, sus ojos carecían del brillo y la determinación que Natsuo a llegado a asociar con su hermano mayor, Toya siempre fue temperamental, testarudo hasta que es casi insoportable en algunas ocasiones pero lo que estaba frente a el no era nada de eso, era un niño bajito que bien podria parecer muerto de no ser por la caída y bajada de sus pulmones.

No sabía que se supone que debía hacer nunca había visto esta parte de su hermano mayor, pese a eso se acercó, no sin antes volver a cerrar la puerta, lentamente al niño mayor casi con temor a asustar lo, cuando ya estaba relativamente cerca Toya movió sus ojos observando a su hermano menor con atención tranquila, casi retando lo a hacer algo más.

Sentándose al lado de su hermano de manera suave se quedó en silencio, si bien no tenía ni idea de que hacer siempre podría darle el apoyo que siempre necesitaba su hermano, el más joven de los dos se sobresalto al sentir el brazo del mayor sobre sus hombros siendo atraído a un abrazo, el mayor de los niños enterró su rostro en los hombros del más joven, devolviendo el abrazo Natsuo no dijo absolutamente nada, sabía que nada de lo que dijera iba a tranquilizar a su hermano mayor. Lo sabe por experiencias previas a esta.

Al poco tiempo Toya comenzo a llorar aún aferrado a su hermanito, todo su cuerpo temblaba y una palabra se repetía constantemente de los labios del otro.

"Lo siento, lo siento, lo siento"

Se repetía una y otra vez, a Natsuo le dolía escuchar esa voz rota y bajita salir de hermano.

"No te disculpas, no hay nada que disculpar"

Toya solo negó suavemente con la cabeza y así se quedaron un rato más disfrutando de la compañia cómoda y tranquila del otro.

















Siempre me gusto imaginar que Toya y Natsuo tenían una bonita relación de hermanos, así que esperen ver a estos más adelante dando se ánimos uno al otro si o si :).

De regreso al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora